Familia Corcega López 2

4. Siempre sonriendo

Ari se encontraba en su oficina, trabajaba llenando unos papeles pero no dejaba de sonreír, aún recordaba la hermosa noche que pasó junto a Temo.

-¿Y ahora qué te pasa?- preguntó Kika.
-Perdón Kika, ni cuenta me dí que habías entrado- dijo Ari.
-Ya lo noté porque estás en las nubes. Cuéntame, ¿qué pasó?
-Pasé una noche maravillosa con Temo, después de no sé cuánto tiempo volvimos a hacer el amor.

Kika siempre se emocionaba ante cualquier situación que ocurriera con sus mejores amigos y esa fue una de ellas. Ari contó lo bonito que la habían pasado y la sorpresa que les habían preparado sus hijas.

-Ay Ari, sin duda tienen una hermosa familia y esas cuatro lindas niñas llegaron para darles mucha felicidad- dijo Kika.
-Lo sé, Temo y ellas son mi vida entera.

Temo estaba en la pastelería, sus pasteles y postres se vendían muy rápido porque los clientes los consideraban demasiado ricos. Cuando se desocupaba se encargaba de atender a sus bebés.

-Que hermosas mis niñas- les decía-. Son igualitas a su papá Ari.
-¡Ya llegamos!- avisaron Anya y Nidia.
-Hola mis niñas. ¿Qué tal la escuela?
-Todo bien, papá. Hola hermanitas, ¿a qué hora las trajo el abuelo Pancho?
-Las trajo como al mediodía, dijo que las cuatro se portaron bien.
-Bueno papá, ahora solo dedícate a cuidar a nuestras hermanitas porque ya llegamos para ayudarte con la pastelería- dijo Nidia-. Yo iré a preparar los pasteles que están pendientes.
-Y yo te voy a ayudar a atender acá afuera- dijo Anya.
-Gracias mis niñas, sin duda son un amor.

Temo abrazó a sus hijas y luego de que se fueron a hacer sus labores se dedicó a sus bebés.

Estaban pasando una tarde agradable, cuando no había gente Anya y Nidia pasaban rato con sus hermanitas, Temo les daba la misma atención a sus hijas porque quería hacerles saber que las amaría por igual.

-¿Dónde están los amores de mi vida?- preguntó Ari al entrar a la pastelería.
-¡Aquí estamos!- dijeron las niñas abrazándolos-. Hola papi.
-¡Hola mis niñas! ¿Cómo se la pasaron en casa de su abuelo Pancho?
-Nos la pasamos bien y con las bebés no tuvimos ningún problema, se portaron como unos lindos angelitos.
-Mis cuatro lindas hijas, las amo con todo mi corazón.
-Y nosotras a ti papá.
-¿También me amas a mí?- dijo Temo llegando con las bebés.
-Por supuesto que también te amo y hasta el infinito.

Ari cargó a una de las bebés para poder besar a Temo, era un beso lleno de amor. Anya y Nidia notaron ese gran amor, chocaron sus manos sin que sus padres se dieran cuenta porque su plan había salido perfecto. Luego de besarse juntaron sus frentes y se sonreían.

-Que enamorados están- dijeron sonriendo.
-Gracias a ustedes- dijo Temo abrazándolas-. Fue bonita la sorpresa que nos prepararon.
-Queríamos que tuvieran un momento de descanso y de relajación.
-Sin duda fue la mejor sorpresa- dijo Ari-. Así descubrí lo mucho que sigo amando a su padre.
-¡Que romántico! Solo esperemos no recibir una noticia dentro de un mes que viene un nuevo integrante a la familia, las gemelas aún son muy pequeñas para tener un hermanito.
-¡Niñas!
-Mejor vayamos a casa porque los voy a llevar a comer a algún lugar.

Anya y Nidia fueron por sus mochilas, los Aristemo acomodaron a las bebés en la carreola. Temo se acercó a Ari y acarició su rostro, el rizado sonrió y besó la mano de su esposo.

-Te amo- le dijo.
-También te amo- dijo Ari sonriendo-. Gracias por darme la dicha de ser papá.
-Sin duda he formado una hermosa familia junto a ti.