CAPÍTULO 12

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Annie

Siento mi cara húmeda en todas partes, algo un poco áspero pero suave a la vez me recorre por toda la cara... cosquillas, muchas cosquillas.

—Ya... ya basta me dan cosquillas —digo en medio de sonrisas y risitas. Al abrir mis ojos veo a mi nueva mascota encima de mi —, hola, infierno, mi algodoncito de azúcar...

Las cabezas de mi canino comienzan a lamerle las manos.

—Otro día más aquí, y no sé cuánto más duraré —besó sus cabecitas.

Se oyen unos toques a mi puerta así que pronuncio un pase.

—Buenos días, Reina Annie —entra Tarantina a mi habitación con mi desayuno. Frunzo el entrecejo sin entender porque lo trae y no desayunaré junto a Dereck esta vez —, oh, el señor Dereck acordó una salida hacia una junta muy importante, así que desayunará aquí y procurará estar lista en treinta minutos.

Después de deje el desayuno esta apunto de salir de la habitación pero la detengo.

—Tarantina... —la llamo y ella se gira y me hace una reverencia otra vez —, ¿eres mi acompañante no? —ella asiente —, si te pido que me acompañes a la reunión ¿me dirías que si? Luego de eso saldremos un rato a conocer varios lugares del reino.

Tarantina asiente y sale de la habitación.

Miro a mi fiel mascota que está apunto de atacar mi plato pero lo agarro para después bajarlo de la cama.

—No, no, no, mi comida te hace daño, bebé —le acaricio la cabecita —, también te llevaré conmigo a esa junta, Dereck que se joda —lo acaeció —, si que se joda, estarás conmigo mi amor...

—¿A mi no me dirás mi amor y me rascarás la panza? —me sobresalto cuando escucho la voz de Dereck de fondo.

Mi mascota corre hacia Dereck para luego sentarse frente a él esperando una caricia. Dereck se agacha y le acaricia las cabezas.

—¿Que haces aquí? —lo encaro.

—¿Acaso no puedo estar en cualquier lugar de mi castillo? —se pone de pie sonriéndome para luego mirarme de arriba a abajo.

Iba solo en bragas así que me cubro con las sábanas.

El calor me inunda por todo el cuerpo y la maldita locura está apunto de cegarme otra vez, respiro despacio y me repito a mi misma que no me dejare vencer por todas esas sensaciones de placer.

Sino hubiera sido por las secciones de su lengua en mi coño anoche las los orgasmos que me saco con el vibrador aunque no estuviera presente en la misma habitación creo que estaría delirando ahora mismo.

—No, no cuando yo esté y más si es mi habitación —lo veo árquese una ceja y me sonríe.

—Eso se arreglará —se da la vuelta y yo lo miro confundida.

—¿A que te refieres? —le digo pero no se detiene —, espera... ¿que significa eso?

—Ya lo verás... te estaré esperando —sale de mi habitación como si nada.

****

—¿Está segura que aceptará que vaya con usted el señor? —ruedo los ojos y asiento con la cabeza.

—Pues claro, tiene que, me ayudaras con infierno —ella siente y seguimos bajando las escaleras.

Cuando salimos de la casa nos topamos con Dereck que miraba si reloj. Cuando me ve con infierno y Tarantina arquea un ceja.

Tarantina frena y yo continúo hasta él y le sonrió.

—Me lo traje conmigo —señaló al perro —, y Tarantina lo cuidará después de la junta.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora