La profe Marcela siempre me dice que tengo que evadir a los chicos, pero es casi imposible, me molestan todo el rato y solo siento unas ganas de golpearlos con un tronco o de clavarles unas astillas en sus manos para que por lo menos no puedan maltratarme un par de días.
Luis, Joaquín, Valentín y Marcos me hacen Bullying, no hay otra forma de decirlo, es así de simple. Los directivos nunca hacen nada, siempre nos mandan a dirección y les dicen que me pidan perdón, pero a pesar de que lo hacen no tiene mucho efecto, porque al minuto de pisar un pie afuera de la sala van de nuevo y empiezan a decirme lo de siempre “Raro” “¿Tu mama se acostó con su primo? Ah, cierto que no tenés” “¿Que te paso? ¿te tuvieron que poner un ojo de otro color?” “No perteneces acá” “Puto” y más y más y más y mucho más. A mí me enoja demasiado, ¿Por qué tengo YO que evadirlos a ellos? ¿Por qué yo soy el que tiene que guardar silencio? ¿Por qué no puede la dirección realmente hacer algo para proteger a sus alumnos?Yo soy Christopher Klatreplante, huérfano, pelirrojo con heterocromía, bajo, medio regordete y vivo solo, sip, yo solito. Ahora voy a contarles mi historia, pero para eso era completamente necesario iniciar como lo hice, así pueden saber cómo empezó esta aventura y porque paso lo que sucedió, ahora vengan, vamos a ver detrás del arbol.
Todo se desmoronó el 26 de Julio del 2022, después de las vacaciones de invierno tuve que volver al colegio, y créanme, fue la mejor decisión que tomé porque gracias a ella hoy estoy en este maravilloso lugar, pero mejor no nos adelantamos. y vamos allá (Por si no entendieron mi obvia referencia, voy a contarles esto como Maléfica nos contó su historia)
***
Me desperté gracias a la hermosa canción de Stray kids que sonó en mi teléfono como todos los benditos días, mire mi celular para comprobar por las dudas y efectivamente, el reloj marcaba las 6:30 AM, una tortura eminente. Me levanté lentamente de la cama sentandomé con suavidad, tomé mi brazo derecho y lo estiré para luego hacer lo mismo con el izquierdo, puse mis pies helados dentro de mis pantuflas y comencé a caminar en dirección al armario para escoger mi outfit, no era una persona de lo negro pero tampoco de los colores, por lo tanto casi todo mi closet tenía ropa verde oscura, marrón claro u oscuro, celeste y algo de verde manzana. Luego de hacer la rutina del día mire mi teléfono nuevamente, solo para recordar que nadie me escribe porque no tenía ni una sola notificación.
Tome mis cosas y puse el sandwich que había preparado en mi boca para salir corriendo a tomarme el colectivo, luego de un rato llegué al colegio, caminé hasta el aula, me senté en la esquina más al fondo, dónde podía sentirme invisible para que absolutamente nadie me hable, ni para pedirme que le preste algo y me puse los auriculares con música fuerte hasta que la profe llegó.
Tuvimos clase hasta las 12:30 y de ahí fuí a tomarme mi colectivo, pero de la nada sentí que me empujaron, me saque los auriculares y deseé no haberlo hecho.-¿Que te pasa puto? Estás triste porque perdiste a papi y mami? Mira la ropa horrible que tenés, no servís ni para vestirte.-
Dijo Luis mientras seguía empujándome y los demás veían lo que hacía. Me enoje muchísimo, era el primer día y ya estaba molestando, no me aguante y tuve que contestarle.
-Uff, ¿qué pasó? ¿Papá te pego tanto en las vacaciones que no tenés otra forma de descargarte que no sea rompiéndole las bolas a alguien que no te hizo nada?-
Para qué! Todos sus amigos comenzaron a abuchear y Luis me pegó una piña
-¡¡¡¿Que te pasa?!!!-
Conteste básicamente gritando y llorando por la golpiza que acababa de recibir
-Vos me pasas, sos un asco, mírate, pareces Puto, ¿no te molesta?-
De nuevo, la cagué, solo sirvo para eso me parece, porque no tuve otra mejor idea que lanzarme sobre el y besarlo, sí, efectivamente, cómo leen, LO BESÉ, obviamente me empujó, pero ojo, porque no me empujó enseguida, duro un minuto
-¡¡¡Qué asco!!! ¿Que carajos hacés?-
-Y, decís tanto que soy puto que pensé que vos lo eras y que yo te gustaba, digo, si estás tan interesado en mi sexualidad-
Y en un solo segundo comencé a correr por mi vida, me venían toda su bandita, todos atrás mío, corrí lo más rápido que pude hasta mi casa, pero aún así no pararon ni un segundo, no tuve otra opción, me adentré al bosque que estaba al lado de mi casa, lo conocía como la palma de mi mano así que nada malo podía pasar, los chicos me siguieron sin importar por dónde me metía, tuve que esconderme atrás de una roca y ahí si que no me encontraron, pero yo ya estaba muy, muy pero muy metido en el bosque.
-Dale, salí puto, no te vamos a hacer nada!!!-
Ni loco pensaba salir, me quedé ahí.
-Dale Luis, vamos, ya se está poniendo oscuro, déjalo, mañana a la salida lo agarramos-
Esa definitivamente era la voz de Valentín, tenía un tono de rico Tincho pero a morir.
Comencé a escuchar pasos, osea que los chicos se estaban yendo, y yo me adentré un poco más, y despacio para que no me escucharán, de la nada me choque con un árbol que no había visto jamás, era gigante, y su raíz estaba doblada, parecía un arco, y dentro de el había algo que brillaba un poco, como un campo de fuerza, cómo en los juegos del hambre, algo así, me pareció interesante pero sin querer pise una rama e hice ruido y entonces los escuché de nuevo.-¡¡¡No!!! acabó de escuchar algo, ¡por acá está!-
A correr de nuevo, me adentré por el arco porque me pareció lindo pero cuando abrí mis ojos luego de pestañear ya no estaba en un bosque.
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Detrás del árbol [En Proceso]
FantasyUn joven, nuevos mundos, diversos caminos, aventuras inimaginables y un par de amigos se atraviesan por la vida de Christopher Klatreplante, un adolescente de 16 años que tras una persecución se tropezó, literalmente, con un portal. Llena tu mente...