Capítulo 13: Robert

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Dylan, Reyes y yo seguimos a Declan en silencio mientras caminamos a la biblioteca, cada uno sumergido en sus propios pensamientos y, la verdad, no es que sea para menos en esta ocasión. La visión de uno de los ancianos muertos sobre la mesa de reuniones del castillo ha sido una de las cosas más perturbadoras que he contemplado en mi vida y eso es mucho decir cuando he vivido de primera mano el caos que pueden provocar los híbridos.

«Híbridos», aun la palabra resuena en mi cabeza fuerte y potente; habíamos pensado que la amenaza de las rebeliones solo se estaba llevando a cabo en América, pero por lo visto nos hemos equivocado. Alguien aquí también busca el poder que la mezcla de razas proporciona; la verdadera pregunta es: ¿Nos enfrentamos a un traidor en el castillo o es alguien de fuera?

Al llenar a la enorme sala llena de estantes repletos de libros y archivos noto como Dylan toma asiento en una de las sillas de escritorio y jala a Reyes sobre él mientras de Declan y yo permanecemos recostados en una de las mesas. La mirada rojo carmesí de Reyes desprende furia pura, una ira que no se había permitido mostrar en el salón principal y no es para menos; Reyes ha debido enfrentar muchos traidores entre los híbridos desde que tomó el cargo y eso una cosa es cierta, ninguno de ellos vivió para contarlo. Tan solo su semblante se relaja cuando Dylan comienza a pasar sus dedos de forma cariñosa por su espalda. No puedo evitar sonreír ante la imagen; lo que parece algo hecho al azar es solo un método de distracción para el híbrido, ¿quién diría que la fiera asesina fuese capaz de controlar sus ansias de sangre solo por el toque de su compañero?

Aún recuerdo la época en la que Reyes se mostró ansioso por crear su propio clan, todo un ejército de híbridos; no buscaba guerras, pero sí poder y no tenía problemas en acabar con todos los que se opusieran en su cruzada. No fue hasta que atacaron a Dylan y Reyes se fue con él que esta idea pareció difuminarse poco a poco de su mente; ahora solo estaba con su pareja y continuaba dirigiendo a los híbridos que ya poseía a su cargo, hace mucho había dejado de crear nuevos soldados.

—Parece que ambos tienen un admirador cerca —sonríe Declan observando a la pareja de la silla.

—Y, exactamente, ¿Por qué tú no piensas que seamos culpables? —La desconfianza es evidente en la pregunta del híbrido y no es para menos, que estos sucesos inicien luego del motivo por el que nos han traído aquí puede ser muy malo para todos.

Declan solo se encoje de hombros.

—Llámalo instinto. Además, no tiene sentido que sean ustedes, la persona que hizo eso quiere llamar su atención.

—Samson cree que tenemos algo que ver —afirma Dylan.

—Samson se preocupa demasiado por los que habitan en este castillo —Se encoje de hombros Declan, sin embargo, no me pasa por alto el brillo de preocupación en sus ojos—. Se ha vuelto un poco gruñón desde que es el líder de los ancianos.

—¿O sea que este maravilloso carácter no siempre estuvo ahí? —interrogó Reyes con sarcasmo—. Y ya que estamos, ¿por qué te odia? Tal parece que iba a matarte cuando intercediste.

—Digamos que no siempre hemos estado de acuerdo en algunas decisiones y eso ha creado cierto resentimiento.

—¿También odia a Castiel? —Me sorprendo al escucharme preguntar a mí mismo, pero, sobre todo, me sorprendo del toque de sobreprotección que reina en mi tono.

Una ola de amargura me recorre cuando noto una tierna sonrisa en el rostro de Declan al escuchar el nombre del dragón.

—No es que se odien, pero existía un poco de rencor entre ellos por algunas cosas; todo esto solo aumentó cuando Castiel fue la primera opción para convertirse en el líder de los ancianos, sin embargo, Castiel rechazó la oferta y el cargo pasó a Samson, ahora Castiel, al igual que el resto de sobrenaturales le debe un respeto.

—O sea que, aunque el castillo es de Castiel, ¿Samson si hubiese podido mandarnos a los calabozos? —pregunto Dylan intentando concentrarse en toda la información que nos brindaban.

—Sí. — Solo recibe una breve respuesta, por unos momentos Declan parece perdido en sus propios pensamientos, como si contemplara un recuerdo lejano; no obstante, tras un rápido parpadeo vuelve a colocar la sonrisa en su rostro como si de una máscara se tratase.

Carraspeo mi garganta para llamar la atención de los presentes y cuando los ojos se encuentran en mí me dispongo a hablar.

—Debemos de llamar a Ryan y contarle lo sucedido.

—¡Mierda! —Puedo escuchar la queja de Dylan a modo de lamento, luego de que descubrimos que en el fondo intentaba proteger a su clan y que en verdad se preocupa por todos en el pueblo le hemos llegado a tomar afecto—. Va a sentirse mal por haberse ido y más ahora que recién iniciaban el proceso médico para tener su bebé con Tobías.

Tienen razón, sin embargo, era una obligación, este tema podría afectarnos a todos en partes iguales. Por otra parte, la mención del bebé me hizo recordar un pequeño detalle sobre mis amigos presentes.

—¿Ustedes no tenían planeado tener una niña también? ¿Qué sucederá con todo esto?

Noto como el cuerpo de Reyes se tensa y por unos instantes puedo notar un pequeño hilo de tristeza en sus ojos carmesíes. Solo de ver al híbrido con su sobrina se hace evidente que el chico quiere una hija propia, aunque en ocasiones se niega en ocultarlo.

—Dylan y yo esperábamos a que todo esto terminase para tenerla, creo que he tenido demasiados enemigos y un niño no merece estar en medio de esto; pensábamos adoptarla cuando retornásemos de Escocia, pero ahora…

—La tendrán. —afirmo—, llamemos al equipo primero, necesitaremos una laptop y conexión a internet.

—Tengo una aquí en la biblioteca, ahora la traigo.

No pasaron ni cinco segundos que Declan retornó a nuestro lado con un ordenador en mano. Conectamos la webcam y marqué la dirección de los ordenadores de Michael que era quien siempre estaba conectado como buen hacker que era. El rubio no tardó en responder, como siempre su sonrisa llenaba su rostro, sin embargo, esa alegría y emoción que estaba en mi pecho cada vez que le veía hoy no se encontraba y eso me tensó más de lo que ya estaba.

—Vaya, vaya, tardabas en llamar; ¿acaso tu dragón no re dio mi recado o estabas ocupado haciendo ejercicio mañanero?

Puedo sentir como mi rostro se pone del color de una manzana madura y los ojos de todos en la habitación se fijan en mí. De reojo noto la sonrisa socarrona de Reyes y sé que más tarde tendré que soportar su burla y preguntas entrometidas.

—No seas entrometido mocoso teñido. —Escucho el gruñido del lobo y sonrío, nunca le ha gustado que le digan teñido—. Llama a Ryan y al resto de alfas, tenemos problemas por aquí.

—¿Ha sucedido algo? —La expresión de diversión de Michael se torna seria en solo cuestión de segundos.

—Digamos que tenemos un cadáver.

—¡Mierda! Un cadáver nunca es bueno. Llamaré a todos ahora y por cierto Robert. —Vuelve a sonreír el lobo—. Me siento feliz por ti, creo que el dragón te asienta, solo no se lo digas, parece tan creído como Reyes.

El híbrido a mi lado saca la lengua a la pantalla y todos reimos.

—No es que pensara decírselo.

Después de todo, aun me digo a mí mismo que no estoy preparado para una pareja, aun no lo creo, no creo que tengamos futuro juntos. Es una pena que mi cuerpo se empeñe en decir lo contrario.

Pasiones Antiguas [#5 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora