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Recién había cruzado el portón para entrar a su casa, apenas vio la puerta de la entrada sintió una sensación de alivio por todo su cuerpo. ¡Mierda! ¡El dolor de espalda lo estaba matando! Kihyun realmente debía reconsiderar seguir trabajando en esa cafetería.

Atravesó la puerta y sus ojos brillaron al ver la puerta de su habitación, quería correr a ella y encerrarse a dormir y descansar, sólo quería recostarse un momento.

Pero eso no era posible.

Cuando su Madre murió hace cinco meses su tía Irene se había quedado a cargo de Kihyun, fue ese el último deseo de su Madre.
Pero Irene no era normal ante los ojos de Kihyun, ella era arisca y distante con Kihyun, no era un secreto que lo cuidaba por obligación, sólo por cumplir la promesa que le hizo a su hermana antes de morir.

En fin, Kihyun no podía quejarse, después de todo tenía un techo y  comida .

Irene no quería a Kihyun realmente, verlo ser la copia exacta de su Padre le ponía del mal humor con sólo verlo. Su Padre había dejado a la Madre de Kihyun cuando esté tenía apenas 5 años, al principio las visitas eran semanales con Kihyun, luego mensuales y como lo eran ahora anuales. (Aunque a veces ni siquiera eso).

Hace unas semanas que el Padre de Kihyun había vuelto, se enteró tarde de la muerte de la Madre de Kihyun pero cuando lo supo sus llamadas fueron más frecuentes.

Junho, el Padre de Kihyun sabía que Irene lo odiaba, en el fondo temía que sin su Madre Irene fuera muy cruel o mala con su hijo, por qué sí, quizás no lo veía muy seguido pero si lo quería y también se preocupaba por él.

Junho había estado insistiendo, no le gustaba la idea de tener a Kihyun prácticamente solo con Irene hasta que cumpliera su mayoría de edad, por eso le había propuesto ir a vivir con él a su casa.

Probablemente Kihyun hubiera aceptado de inmediato pero también tenía cierto resentimiento contra su Padre, él se había casado nuevamente con una mujer que tenía un hijo. Se preguntaba porqué aceptó a una mujer con otro hijo y no a su Madre que también tenía uno con la diferencia de que Kihyun si llevaba su sangre.

A veces pensaba de más en eso pero por otro lado tampoco le gustaba su vida con Irene, ella era tan controladora y manipuladora, ni siquiera la Madre de Kihyun lo controlaba tanto pero Irene tenía cierta obsesión con tener a Kihyun dentro de su casa.

Kihyun estaba en la cocina lavando los trastes que uso cuando terminó de comer cuando su tía llegó.

— Junho ha estado llamando muy seguido— habló Irene con un tono desagradable y es que sólo de pronunciar su nombre se le revolvía el estómago.

— Lo sé..— respondió Kihyun.

Diciendo eso la mujer salió de la cocina.

Kihyun se quedó sólo pensando ¿Será mejor irse con su Padre? Debía pensar muy bien si no quería arrepentirás luego.

Esperaba que su Padre siguiera siendo el mismo hombre amable de hace unos años.

¿Porque tenía tanto miedo? Simple.

Ni su tia, ni su primo lo sabían y no estaba seguro de poder ocultarlo de su Padre tampoco y es que a Kihyun le gustaban los hombres.

Se dió cuenta de eso cuando tenía 15 años, estaba con un compañero de clases, eran buenos amigos y muy unidos.

Kihyun nunca había sentido atracción sexual por alguna chica pero pensaba que era normal ya que aún era muy joven pero ese día él y su amigo quedaron solos en los vestidores del gimnasio.

Lo vio sacarse la polera y Kihyun nunca había visto a un hombre así, tenía quince años pero su cuerpo era atractivo para Kihyun, al principio solo pensó que admiraba su cuerpo y que le gustaría tenerlo así pero con el tiempo se empezó a sentir diferente con él.

¿Porque Tú...? (SHOWKI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora