Después de todas las tragedias viene un final feliz, ¿cierto? Bueno, pues para Yugi, eso era algo lo cual había deseado, pero, que al final se dio cuenta de que esto no era ningún cuento de hadas en el cual todo era de color rosa, más bien, todo lo contrario, su otro yo se había marchado y sus amigos estaban haciendo sus vidas en diferentes lugares, pero, él seguía estancado en el mismo sitio en el cual todo esto comenzó, se había vuelto a quedar solo.
Aunque, en su interior se decía a si mismo de que Kaiba le tenía el suficiente apego como para que él mismo piense que en realidad no está solo, pero, se está mintiendo a si mismo cuando lo dice. No es un misterio que él está enamorado del castaño desde hace demasiado tiempo como para que él mismo se acuerde, recuerda cada duelo, cada lágrima que derramó por él, cada pequeña cosa en la cual estaba Seto de alguna forma, él se acordaba a la perfección.
Nunca supo cuando sus sentimientos florecieron y cuando se van a apagar, porque eso es lo que quiere,nunca pensó estar sufriendo por amor, pero, ahí está, pensando en por qué Kaiba nunca se dio cuenta de cuánto lo ama. A veces parecía tan desesperado de que él lo captara que ni él mismo supo cuál era el extremo de aquello, ni siquiera lo sabe ahora.
Porque, con el oji azul rompió el esquema que tenía del amor, rompió cada línea que él mismo de dibujó en su cabeza y la tiró por la ventana, enamorarse de él no estaba en sus planes de vivir aventuras con sus amigos, porque era lo que él se planteó desde un inicio, nunca pensó caer en las garras del amor tan a fondo como lo está ahora. Solo sabe que, aunque sus amigos lo contacten de vez en cuando, nada es lo mismo que antes, todas esas aventuras han quedado en el pasado y ahora son solo una hoja la cual está en el pasado, pero, se mentiría a si mismo si dijera que si alguien le preguntara si quería repetir todo, él contestaría con un rotundo y abrupto sí.
Volvería a hacer todo lo que hizo, solo para ver a Kaiba a su lado de nuevo, ese sentimiento se sentía tan recorfontante de una forma la cual ni él mismo ahora sabe cómo explicar, solo sabe que le gustaba poder ver a Seto mientras que su otro yo luchaba contra él, sentía como su pecho latía más rápido de lo normal, y antes de que se diera cuenta, ya tenía una sonrisa en su rostro.
Volvería a luchar por su amor, volvería a soltar aquellas lágrimas, porque ahora estaría seguro de que él estaría bien después de la guerra, porque para él las veces que luchó para salvar a Kaiba, fueron guerras por amor, un amor el cual sigue todavía, y que, por muy mal que suene, volvería a declarar esas guerras denuevo, una y mil veces, por mucho que supiera ya de antemano que los sentimientos del castaño no cambiarían, él lo haría, porque si un soldado está enamorado en guerra morirá.
Y eso era en lo que se había convertido, en un soldado enamorado, que por muchas balas que recibiera, él seguía en pie, diciéndose así mismo que en algún momento Kaiba y él serán pareja; pero, eso no es más que un burdo sueño, un sueño que lo lleva atormentando más de lo debido, y que, debe terminar; pero, él mismo sabe que ni siquiera sabe cómo empezar una conversación con el castaño, de tan solo pensarlo, un rubor sube por sus pómulos y siente como se le hace un nudo en la garganta.
Simplemente, se siente tan patético de haberse enamorado de Seto, había tantas personas y decidió enamorarse de la persona la cual era tan inalcanzable para él, era una ilusión que si quiera le dijera un cumplido. Porque Kaiba en si era un sueño, el sueño más lindo que Yugi haya podido soñar; pero, a la vez, un sueño que te lastima, porque sabes que nunca podrás tenerlo en la vida real.
Y, antes de que se dé cuenta, sus lágrimas ya corren por sus ojos, mientras siente como los sollozos se hacen presentes, quizás lo único que quiere es volver a sentirse amado y no tan solo como se encuentra ahora, pero, sabe que un milagro debe de ocurrir para ello.
Los meses pasan, y se anuncia un nuevo torneo para los duelistas, al principio, Yugi piensa si ir estaría bien para poder despejarse un poco de los sentimientos que tanto dolor le causan, pero, sabe a ciencia cierta que solo se estaría causando más daño, así que, después de ese pensamiento, niega rotundamente ir, porque sabe que solo lastimará a su ya dolido corazón.
Ha intentando despejar aquellos pensamientos de su mente, pero, el castaño de ojos azules siempre vuelve de alguna u otra forma a los pensamientos en su mente, cada vez que piensa en él, siente como sus ojos se aguan y la melancolía lo recorre, simplemente, quiere olvidarse de él, pero, su mente se niega a obedecerle, cosa la cual solo causa que un sentimiento de impotencia crezca en el interior del tricolor.
¿Por qué esto le tenía que pasar a él? ¿Por qué?¿Por qué cupido tenía que ser tan cruel?Cada día se arrepiente más de haberse enamorado; pero, no puede hacer mucho ante eso, y eso es lo que le genera tanta impotencia, tantos sentimientos los cuales pasan y le había tocado el más difícil de deshacerse después de la tristeza que tanto siente en su interior al pensar en su amado.
Porque, solo el amor puede doler así, y él mismo lo sabe por experiencias pasadas, de tan solo recordarlo vuelve a sentir lo que sintió aquellas veces. Y, simplemente, sus emociones se mezclan y, crean un sentimiento el cual hace que el corazón de Yugi se rompa en miles de pedazos, mientras siente como las lágrimas caen al suelo y como intenta nivelar el sonido de sus sollozos; pero, siempre termina tumbado en el suelo, mientras se abraza a si mismo y simplemente piensa en lo mucho que quiere a Kaiba y en lo patético que eso le hace sentir al mismo tiempo.
Porque el amor te puede hacer sentir en las nubes, pero a la vez te puede hacer caer en la más profunda oscuridad, en la cual ahora el oji morado está.
A veces, ha llegado a quedarse dormido, mientras las lágrimas recorrían su rostro y terminaban en su cama o en el suelo, dependía del lugar. A veces llegaba a desvelarse por estar pensando en lo que debería hacer con sus sentimientos; pero, sabe que si se declara todo irá a peor para él, ni siquiera sabe con que ojos lo vería Kaiba si eso pasara. Pero, solo sabe que si ahora está metido en la más profunda oscuridad, después de eso no sabría ni él mismo cómo describir aquello.Él había hecho tanto por él; pero, él nunca lo correspondió, nunca hizo nada, no recuerda ni una sola vez que Seto se haya preocupado por él; pero, si que recuerda sus lágrimas, las lágrimas que tantas veces derramó y aquella preocupación que solo subió con el tiempo.
Se sentía tan patético, tan estúpido por haber hecho aquello... pero, no había vuelta atrás. Si pudiera viajar al pasado, su primera respuesta sería decirle a su yo de antes que nunca se fijara en Kaiba; pero, se estaría mintiendo a si mismo con esa respuesta, porque él mismo sabe que le diría "declarate, y sigue luchando por ese amor" porque quizás,ahora no estaría en la más profunda de la tristeza; pero, no existen máquinas del tiempo por desgracia, así que solo puede volver a llorar de tan solo pensar en que quizás ahora su presente sería diferente; pero, nunca tuvo el valor que tenía su otro yo, y nunca lo tendrá.
Cosa la cual odia con todo su ser, odia esa parte tan tímida que ahora le ha hecho estar así, y que por mucho que él mismo intente cambiar, no puede hacerlo. Y eso, solo le frustra, porque no podrá tener la valentía que tuvo Atem o la valentía que tiene el castaño, cosa la cual solo le frustra aún más, ¿Por qué todo en lo que pensaba terminaba en él pensando en el oji azul? Y volvía al mismo círculo vicioso de siempre.
Ese circo que nunca acaba, y que seguramente nunca acabe.Porque, para él, siempre será aquel chico que estuvo tan desesperado por el amor al punto de que ni él mismo supo dónde estaba el límite, todo esto para poder hacer que su amado lo note; pero, que por desgracia nunca fue así y nunca lo será...
Porque, Kaiba siempre será algo inalcanzable para Yugi.
FinPalabras: 1492.
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"Atención" ||Rivalshipping
FanfictionDespués de que Atem se marchara, Yugi seguía pensando que, quizás, Kaiba por fin dirigiría su mirada hacia él, que por fin se fijaría en él que por fin recibiría aquella atención que tanto había deseado todos estos años, pero, nada es más lejano a l...