[31] BUSCANDO SEGURIDAD

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—¿Qué parte de "no se lastimen" no entienden los chicos hoy en día? —preguntó Lara cuando ella y Daryl encontraron a Lydia atendiendo la herida de la pierna de Henry.

—Y lo dices tú —dijo Henry—. Escuché las historias sobre ti.

—Son todas mentiras —dijo Lara, mientras se paraba al lado de Henry y le miraba la pierna—. ¿Crees que puedes caminar?

—Sí —dijo Henry—. Quizás.

—Bien, porque no voy a cargarte —respondió Lara—. Me revolearon como a una muñeca de trapo. Apenas puedo sostenerme.

—Está bien —dijo Henry, riendo.

—Debemos irnos —dijo Daryl.

—¿Decidiste a dónde iremos? —preguntó Henry.

—Alexandria está más cerca —respondió Daryl—, allí te curarán.

—No, no podemos —dijo Henry—. Si ellos saben adonde...

—No nos quedaremos —respondió Daryl—. Haremos que te recuperes y luego continuaremos. Todos.

—No, pero... ¿adónde vamos? —preguntó Henry.

—Allí afuera hay todo un mundo —dijo Daryl—. Vamos.

Connie y Lydia agarraron a Henry y lo ayudaron a caminar mientras Daryl y Lara se dirigían hacia el hueco de la escalera a unos metros de ellos. Lara se giró para mirar a Daryl, buscando en sus ojos cualquier señal de la que debería estar al tanto.

—Entonces, cuando dices todos, ¿eso significa tú y yo? —preguntó Lara.

—Sí —respondió Daryl—. Y esos tres.

—¿Y qué hay de Rosie? —preguntó Lara—. No podemos simplemente dejarla.

—Ella estará bien —respondió Daryl.

—No, no la vamos a abandonar —protestó Lara, bajando las escaleras—. Absolutamente no.

—No podemos llevarla con nosotros —dijo Daryl.

—Entonces... entonces me quedaré —respondió Lara, luchando por pronunciar las palabras—. Tienes que mantener a Lydia a salvo.

—No quiero dejarte —dijo Daryl.

—Y yo no puedo dejar a Ro —respondió Lara—. No de esta manera.

—Resolveremos esto —dijo Daryl, notando que Lara cojeaba—. Oye, ¿estás bien?

Ella asintió—. Creo que me torcí el tobillo cuando Beta me golpeó contra la pared. Debería estar bien.

—No —respondió Daryl, balanceando la correa de su ballesta sobre su hombro para que el arma descansara contra su pecho. Se agachó y le hizo un gesto a Lara para que saltara sobre su espalda.

Ella rió—. ¿Es en serio?

—Sí, muy en serio —dijo Daryl—. Sube antes de que cambie de opinión.

—Está bien, Pookie —dijo Lara, saltando sobre la espalda de Daryl—. Esto se siente raro.

—La última vez que hice esto fue con Beth —respondió Daryl—. Hace años.

Lara frunció el ceño y apoyó la barbilla en el hombro de Daryl—. Extraño a Beth. Ella era tan dulce...

—Lo era —dijo Daryl—. Pero no vamos a hablar de ella. Tenemos un largo camino por delante.

—¿Y estás seguro de que quieres llevarme todo el camino? —preguntó Lara.

Daryl simplemente se burló—. Mujer, no hagas que te suelte.

BLEEDING OUT | Daryl Dixon ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora