Cuentos que escribo con la mano izquierda

Viejos Colmillos

Pequeño y tonto sabuezo,
Despojo de madre y jauría.
Ni aún siendo cría,
Fuiste digno de hueso.

Ahora tu carne se pudre,
Tu piel de a poco resbala.
Te ven y piensan en mugre,
Tu pelo y tus ojos lo delatan.

Mordiste tan duro como pudiste,
Tus colmillos, tus amigos.
Pues un amo nunca tuviste
Y el amor lo diste por perdido.

Soñaste con una camada,
Pero fue algo distinto,
lo que tu cuerpo guardaba.
Siempre te movió el instinto,
Sin embargo lloraste como hombre,
Algo nunca antes visto.

Antaño fuiste una Bestia,
Pero amaste como cualquiera.
Hay quienes pudieron salvarte.
Hay quienes te dieron con piedras.

Ladraste y te odiaron,
Luchaste y te odiaron,
Lloraste y te odiaron,
Moriste y te olvidaron.