♥︎capítulo 1.♥︎

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[] recientemente un asesino anda rondando por la ciudad, nadie a alcanzado a ver su rostro, los únicos que probablemente lo han visto han sido sus victimas... y desafortunadamente nadie vive para contarlo.

Se caracteriza por dejar notas entre los labios de sus víctimas con lo siguiente escrito: "mi juguete se volvio a romper, quiero uno nuevo."[]

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La noche estaba en su punto más alto, la luna llena destellabá su luz nocturna por todas partes, el aire fresco cubría las calles casi desoladas, casi, pues los bares aún seguían tan despiertos como siempre. Se podía sentir el olor a alcohol, el sudor de las personas, los cigarros y su humo impregnado en las ropas ajenas, los suspiros, los cuerpos sin parar de rozarse.

Aquel ventrexiano de tonos azulados apenas había llegado al lugar, robando miradas sin darse cuenta, el chico detrás de la barra ya sabía lo que tomaría, era un cliente frecuente, sin siquiera abrir la boca aquel ya había recibido su trago habitual, aquel adictivo licor de cereza con el hielo derritiéndose en su interior.

Jadeo al sentir el cubo helado moverse sobre su lengua, mientras el licor entraba dejando su sabor por toda la cavidad bucal de aquel intimidante hombre que adoraba como el sabor a cereza le hacía perder la razón, echo la cabeza hacia atrás, reposando todo su peso sobre el respaldo de la silla deslumbrante acolchonada de seda, cerró los ojos respirando el aire del lugar, muy sucio para su gusto, asqueroso. Apenas abrió los ojos, acostumbrándolos a la luz roja que cubría todo a su paso... extraño.

Había jurado ver una cabellera rubia, culpó a su baja resistencia al alcohol.

Uno, dos, tres tragos ya corrían en su interior, adormeciendolo junto a la música relajante del sitio, recordaba como antes detestaba sentir el sabor del alcohol, le hacía vomitar, pero ahora... era una sensación que no quería parar de sentir cada noche, adoraba como sus músculos se relajaban ante la más minima prueba de aquella sustancia. Así eran todas las noches desde que perdió todo, desde que fue demasiado idiota para ver la verdad y ahora solo tenia la adicción acompañándolo, simplemente porque quería aferrarse a algo y a la vez a nada, esa era la sensación de estar ebrio para él. Era todo lo que necesitaba o almenos eso se obligaba a creer.

Estaba a por su quinto trago en la noche cuando sintió una fragancia tan reconocible, ¿y como no?, ¿sentía su sabor y no iba a poder diferenciar su olor entre la multitud?, cerezas.

Entre tambaleos logró girarse hacia donde venía aquella fragancia, moviendo su nariz rosada al sentirla cerca, entre pasos torpes se alejo de su lugar, adentrándose entre las sombras como un experto, avanzando con seguridad, veía perfectamente en la oscuridad así que nada le podía detener. Siguió hasta acabar en la segunda planta de aquel lugar observando como ahora seguía el camino que era guiado por una alfombra aterciopelada de un rojo vino deslumbrante, su caminar se detuvo en cuanto alzó su mirada tan roja como la sangre la cual se topo con unos ojos verdes tan indefensos y provocativos.

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⏰ Última actualización: May 24, 2023 ⏰

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[]serial Killer[] ♡Two-shot♡  ♥︎garycato♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora