Eddie y yo decidimos ir al bosque donde suele ir a entregar sus encargos, allí no suele pasar a penas nadie y estaremos mucho más tranquilos; durante el camino vamos hablando de cualquier cosa para mantener mi cabeza ocupada.
Tomamos asiento en una de las mesas y suspiro recargando mis codos sobre la misma apoyando mi cabeza en mis manos, aún me encuentro algo mareada y mis piernas siguen temblando un poco, espero que en unas horas eso se pase.
—Quizas no quieres hablar de ello pero ¿que es lo que te tiene así para que tengas que recurrir a las drogas?—pregunta con suavidad haciendo que levante la cabeza para mirarle.
Usualmente no soy de esas personas que le cuentan sus problemas a alguien que acaba de conocer, a lo largo de mi vida no he tenido muchos amigos hasta que Robin, Dustin, Max, Mike y los demás formaron parte de mi vida; Steve siempre ha sido mi mejor amigo y sabía todos mis problemas pero a veces es necesario soltarlo todo para quedarse agusto.
—Bueno...digamos que tengo...tenía—corrijo rápidamente soltando un suspiro—Tenia una relación muy tóxica con un chico y yo pensaba que lo hacía porque me quería, pero las cosas excedieron los límites y bueno, ya sabes, quería olvidarme de todo o tal vez acabar con el dolor de una vez, no lo sé—me paso las manos por la cara carraspeando mi garganta un poco volviendo a poner mis ojos en el que me mira con cierta lástima—Ha sido mi único novio, hemos estado saliendo durante dos años pero bueno, supongo que ahora debo de darme cuenta que eso no era bueno para mí.
Obviamente no iba a contarle todo con detalles, simplemente le estoy diciendo lo que es pero de una manera mucho más suave, sobre todo si le sumamos que no le conozco como para contarle mi vida.
—Es un idiota por dejar escapar una chica como tú—contesta con una sonrisa apoyando uno de sus codos en la mesa para, a continuación apoyar su mentón en su mano—De verdad, Dustin me ha hablado maravillas de ti, además, cualquier chico de la escuela estaría loco por salir contigo—añade achinando levemente sus ojos a causa de su sonrisa.
Su comentario me hace sonrojarme un poco bajando mi vista a la mesa, no estaba acostumbrada a recibir cumplidos de nadie y las veces que los escuchaba no los creía; mi autoestima cayó en picado cuando Billy me humillaba delante de todo el mundo en todo momento.
—Gracias...bueno, no estaría tan segura de eso pero gracias de todos modos—contesto soltando una leve risa.
Durante unas horas más continuamos hablando de anécdotas de nuestras vidas e incluso acabamos hablando de grupos musicales, sorprendentemente teníamos muchísimas cosas en común; para mí es raro encontrar a alguien con gustos iguales o similares a los míos, siempre he pensado que soy un bicho raro aunque Steve siempre me decía que eso es lo que me hace diferente al resto.
Las horas se han pasado prácticamente volando y he de decir que me ha venido bien hablar con alguien ajeno a mi círculo habitual de personas; me había sentido escuchada y sobre todo tranquila, mi mente no ha pensado en mis problemas durante un buen rato y lo agradezco mucho.
Llegamos hacia el aparcamiento del instituto hablando de cualquier cosa hasta que mis ojos se posan en la puerta donde puedo ver la cabellera pelirroja de Max, no está sola, está acompañada de Billy.
Mis manos comienzan a sudar levemente al verle pero mi rabia es mayor cuando veo que la está zarandeando del brazo mientras grita haciendo que la gente que pasa por el parking eche alguna que otra mirada. Eddie está a mi lado sin entender nada pero simplemente le doy un pequeño golpe en el brazo para que continúe caminando hacia dónde están.
—¡Que me digas dónde está esa zorra, Max!—es lo que alcanzo a escuchar antes de ponerme al lado de la pelirroja echandola detrás de mí.
—Me tienes aquí Billy—hablo tratando de que no me tiemble la voz pero siento que teniendo a Eddie al lado estoy más segura—Pense que te habían quedado las cosas claras desde que mi hermano te dio unos cuantos golpes
—Me da igual lo que haga tu hermano, tu vas a seguir siendo mía quieras o no quieras; tuviste suerte que viniera alguien a salvarte en esa ocasión si no te hubiera follado hasta que te retorcieras del dolor y entendieras de una jodida vez que tú me perteneces—habla agitadamente acercándose a mi jalando mi cabello con fuerza.
Mis ojos pican por llorar tratando de zafarme de pero de un momento a otro su agarre cesa dejándome ver a Billy en el suelo con la nariz sangrando.
—Quizas tenga que darte otros cuantos golpes para que aprendas a tratar una mujer, pedazo de mierda—escucho decir a Eddie con furia mientras vuelve a colocar sus anillos sin quitar la vista de Billy.
Cuando Billy va a levantarse para devolverle el golpe el puño de Eddie vuelve a impactar contra su nariz empujándolo al suelo; todo el mundo está mirando y no quiero que esto vaya a más así que tomo el brazo de Eddie por detrás suavemente haciéndole entender que es suficiente.
—Os llevaré a casa, vamos—dice Eddie con un rostro bastante serio comenzando a caminar hacia su camioneta que se encuentra aparcada a unos metros
—Vamonos—murmuro abrazando a Max comenzando a caminar hacia el auto del metalero.
Realmente no me da ninguna lástima dejar a Billy ensangrentado y tirado en el suelo, a él no le importó estar a punto de violarme mientras que suplicaba que no lo hiciese así que supongo que ahora estamos en las mismas. Durante el camino los tres vamos callados, ni si quiera la música rompe el incómodo silencio pero no me apetecía hablar, siento que en cualquier momento voy a comenzar a llorar.
Cuando cortaba con Billy siempre es lo mismo, amenazas y amenazas hasta que vuelvo con el, pero esta vez juro que va a ser diferente; he aguantado dos años de humillaciones y desprecios, los límites los ha sobrepasado con diferencia y me he metido en las drogas, tenía que curarme a mi misma.
Max está bien o eso es lo que parece y a pesar de mi insistencia en que se quede con Steve y conmigo para que evite cruzarse con Billy ella se niega; a penas unos diez minutos después ya estamos en la puerta de la casa de la pelirroja y Eddie pone rumbo a la mía.
—¿Ese era el imbécil de tu ex novio verdad?—pregunta Eddie parando el motor girando su vista para mirarme.
—Si...era el, pero no se cansara de amenazarme para que vuelva con el...lo que más miedo me da es que le haga algo a Max porque sabe que le tengo mucho cariño—murmuro algo avergonzada bajando mi vista.
—Ey—con su dedo índice levanta mi mentón para que le mire—No te preocupes por eso, a la pelirroja no le pasará nada y mucho menos a ti; no me importaría volver a partirle la cara...aunque creo que hoy le ha quedado bastante claro que no debe acercarse a ti—añade soltando una pequeña risa.
Río levemente ante su comentario sin quitar mi vista de el, tiene unos ojos realmente bonitos y me pongo nerviosa cuando me mira tan de cerca.
—Supongo que tengo que darte las gracias, no tenías por qué y no quiero meterte en problemas Eddie, en serio—sonrio levemente encogiendo mis hombros.
—Es lo menos que puedo hacer por una persona que no me trata como un friki, no a todo el mundo le hago favores—chasquea su lengua con aire divertido haciéndome reír.
Durante unos segundos me quedo callada sin dejar de mirarnos hasta que mi mente reacciona.
—Bueno...tengo que irme, nos vemos mañana en la escuela—sonrio a medias abriendo la puerta para bajarme de la camioneta y me despido de él agitando mi mano.
Espero que después de esto las cosas solo vayan a mejor.
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Holaaaaaaaaa, estoy de vueltaaaaa.
¿Que tal el fin de semana?
Aquí os dejo estos dos capítulos, no son lo más interesante del mundo pero pronto viene lo bueno.
Agradecería que comentaseis para hacerme saber que os gusta
Gracias por leer. 💘
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𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏
FanfictionElla vive su propio infierno personal a causa de una relación que la lleva al pozo más oscuro. Él, un chico que para nada pasa desapercibido, tratará de salvarla ••••• ⚠️Prohibida la adaptación parcial/completa de esta obra ⚠️Contendrá capítulos +18...