𝑯𝒆𝒍𝒍 | 𝑬𝒅𝒅𝒊𝒆 𝑴𝒖𝒏𝒔𝒐𝒏

𝑫𝒊𝒆𝒄𝒊𝒔𝒆𝒊𝒔

Gracias a las caricias de Eddie pude conciliar el sueño un poco pero al escuchar el sonido de la puerta me incorporo abriendo mis ojos.

—¿Que hace el aquí?—dice Steve con un tono serio nada más entrar cerrando la puerta.

—Ha estado conmigo durante todo el día—murmuro algo nerviosa mirándole.

—¿No has ido a clase?—pregunta sorprendido a lo que yo niego—Bien, sigue haciendo lo que quieras, pero saca al metalero de aquí.

Antes de que pueda decir nada Eddie ya se ha levantado del sofá poniéndose frente a mi hermano.

—Harrington, yo que tú bajaría esos humos, tu hermana se ha quedado en casa por una buena razón. ¿Sabes que anoche volvió a consumir?—el tono de Eddie es rudo—Volvio a consumir por tu culpa, por volver a tratarla como una mierda, si no hubiera sido por mí y por Dustin ella no estaría aquí ahora mismo—escupe con algo de asco dándole un pequeño empujón con el hombro.

Steve no dice nada, solo pestañea y posa su vista en mi.

—¿Eso es verdad?—pregunta y yo asiento reprimiendo las lágrimas—¿Por qué, Alice?

—Necesitaba olvidarme de lo que me dijiste, sobrepasaste los límites y me hiciste daño con un tema que es intocable Steve; me apoyas y me cuidas cuando te interesa, Eddie ha sido el único que en realidad se ha preocupado un poquito por no dañarme—digo con la voz algo ronca a causa del nudo que tengo en la garganta.

Mi hermano trata de acercarse a mi pero niego levemente encogiéndome un poco en mí misma, el Steve que yo conozco no es así, es todo lo contrario y me duele que en esta última semana me haya tratado como una basura. El suspira rendido levantando sus manos y sube a su habitación sin decir absolutamente nada.

—¿Estas bien? ¿Quieres que me vaya?—Eddie se gira hacia mí con preocupación.

—No, no quiero que te vayas, estoy bien...tranquilo—sonrio levemente limpiando alguna lágrima que cae por mi rostro—¿Me puedes abrazar? Por favor-murmuro algo avergonzada.

El asiente con una media sonrisa acercándose a mí para envolverme en sus brazos mientras deja pequeños besos sobre mi cabeza.

—¿Quieres quedarte conmigo esta noche? Mi tío trabaja hasta mañana por la mañana, justo para cuando nosotros nos vayamos a la escuela—se separa de mi para mirarme quitando un mechón de mi cara—Yo dormiré en el sofá y te prestare mi cama, no hay problema por eso.

Me quedo pensativa durante unos segundos pero finalmente acabo aceptando, Eddie me ha hecho sentir bien durante todo el día y no quiero separarme de el, prefiero que Steve recapacite las cosas y mañana hablaré con él cuando vuelva de la escuela.

Subo a mi habitación para tomar una bolsa con lo necesario para pasar una noche fuera de casa y una vez estoy lista salgo de la habitación, no sin antes dejarle una nota a Steve para que sepa dónde estoy.

Eddie y yo salimos de casa para montarnos en la camioneta e ir rumbo a su tráiler, durante el camino vamos charlando de cualquier cosa. Mi estado de ánimo ha subido un poco y al menos me siento un poco mejor.

Hace unas semanas si me dicen que voy a estar yendome con Eddie Munson a pasar una noche con el pensaría que estoy loca, pero a decir verdad en este pequeño periodo de tiempo me ha hecho sentir que le importo a alguien más allá de mi círculo cercano; estar con él me da una paz que hace mucho no sentía y por eso no me da miedo ir a pasar una noche con el, sé que no va a sobrepasar ningún límite.

Al llegar a su casa Eddie repite la misma acción que realiza cada vez que me subo a la camioneta, bajarse primero para abrirme la puerta y tomar mi mano.