Capítulo 17

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Narrado

Estaba apunto de amanecer cuando a las jóvenes se le ocurrió recibir el sol en el balcón, estaba bajo techo y el sol no daba directamente. Arianna apagó la alarma de la casa mientras Isabella subía con cierta dificultad las escaleras y masticaba con paciencia una galleta simple para la acidez de no comer. Al llegar a la oficina de Robert, Arianna tomó las llaves del escritorio y abrió la puerta con cuidado, siendo recibidas por una brisa helada del invierno que recién había pasado.

Arianna- Iré por un abrigo- Mencionó frotando sus manos entre si mientras se devolvía.

Isabella- ¿Tanto frío hace?- Preguntó con una risa leve al ver como su prima se envolvía una cobija sobre el abrigo.

Arianna- ¿No lo sientes?- Devolvió con cierta indignación abrazandose a si misma.

Isabella- Pues siento la brisa... Y ya- Dijo arrecostandose en la pared- A ver, ven- Y extendió sus brazos en dirección a Ari.

Arianna- ¿Para qué?- Preguntó con desconfianza y extrañés ante el acto repentino de su prima.

Isabella- Se que no eres de abrazos pero tampoco quiero quedarme sola, así que sólo ven. Es más, en suelo, por si nos cansamos de estar de pie- Mencionó sentándose a un lado de barandilla, en medio de la pared y está- Confía en mi, no te voy a morder- Dijo con una sonrisa cansada y algo incrédula.

Arianna- Eres como una chimenea humana- Dijo al sentarse al lado de Isabella dejando está la envolviera con sus brazos y sintiendo el calor que el cuerpo de esta soltaba apesar de las temperaturas, que podía asegurar, eran bajo cero.

Isabella- Son las ventajas de tener un Hendrix nuevito de paquete, supongo- Respondió con una risa leve.

Arianna- ¿Cómo funciona?- Preguntó mirando el cielo que se aclaraba cada vez más.

Isabella- No lo sé que certeza, sólo se que desde pequeña mi temperatura con el Hendrix siempre se adaptó al clima, supongo que es como tus ojos o los de Paula, cambia de color si el día es frío, calido o caliente, también pasa con el humor. Recuerdo que una vez, cuando tenía 4 o 5 años, Marie me gritó muchas cosas realmente horribles para una niña de esa edad, me puse tan triste que mi temperatura bajo a casi 25°, parecía muerta, mis ojos se tornaron negros y mis uñas, al igual que mis labios comenzaron a ponerse morados. Cuando me vi en el espejo del baño y noté que estaba pálida corrí y llené la tina con agua casi hirviendo, cuando entre mi cuerpo se relajó y entonces sentí que hasta mis músculos se había congelado...- Contó mientras sentía como la respiración de Ari era más lenta- Cuando me enojaba mi temperatura aumentaba muchísimo y me tocaba tomar un baño de agua fría o hacer una montañita de nieve y enterrarme en ella para bajarla. Cuando hace frío mi cuerpo está caliente y me mantiene a temperatura ambiente, cuando hace calor se enfría y así no transpiro, quizá por eso siempre uso ropa neutra, ni muy caliente para el verano ni muy fría para el invierno- Siguió colocando su mentón en la coronilla de la mayor que ya había cerrado sus ojos- Si un día tienes frío, por favor, no temas ni tengas pena en venir y abrazarme, al fin de cuentas todo lo mío es tuyo también. Me salvaste la vida cuando más lo necesitaba, que me robes un poco de calor no es nada...- Susurro de forma que se quedara en la memoria de la ojicafé, que ya estaba dormida en su hombro.

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(Hubo un cambio de fechas a última hora, por ende las fechas del capítulo 11 y 12 no concuerdan con los anteriores capítulos y acontecimientos. ¡Pedimos disculpas!)

Miércoles, 15 de Diciembre.
14:03 p.m

Querido diario:

Casi 6 meses sin pasar tinta entre tus páginas. Voy a ser muy sincera y es que no ha pasado la gran cosa. Me gustaría dejar algunas fechas de los últimos acontecimientos, todo como registro para el futuro ;).

El Diario De Un HendrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora