Las ruedas del carrito resonaban en el amplio pasillo lleno de habitaciones, no era un lugar feo después de todo, el 95% de las personas allí presentes diría que era un sueño estar en aquel hotel pero para Harry eso no es así.
Después de meses buscando un trabajo decente para verano ninguna oferta se le había presentado hasta que como por arte de magia se paró enfrente de aquel enorme edificio con grandes vidrieras y hermosos jardines. Harry estaba seguro de que parándose allí solo iba a perder el tiempo, observando a gente que estaba de vacaciones mientras él no tenía ni una pizca de dinero para siquiera seguir pagando un apartamento pero eso cambió cuando vio el letrero anunciando que buscaban personal.
Harry era buen camarero y buen cocinero, cuando se fue de casa de sus padres debido a la universidad había preparado un poco su currículum, estaba deseoso de llegar a la nueva ciudad y arrasar con ella, cosa que no ocurrió.
La poca reserva de dinero que tenía Harry gracias a sus padres fue gastada en fiestas de universidad, Harry sigue culpando a Niall, su mejor amigo desde que pisó la universidad, por esa pérdida de dinero.
En resumen, Harry tampoco pediría más dinero a sus padres así que él trabajaría como personal de aquel hotel que contaba con largas piscinas y más de 4000 habitaciones, podía con ello, podía cocinar para tanta gente...
Lo que no se esperaba era que necesitasen personal de limpieza y no personal de cocina.
Así que el joven Harry, con su traje blanco aburrido y su delantal negro (con el nombre del hotel en grande queriendo resaltar el diseño del lugar) estaba levantándose a las 6 de la mañana para ir a un hotel a limpiar la mierda del resto y hacer las camas que bien podían hacer ellos mismos pero claro, hay que tener servicios de habitaciones en un hotel... tonterías si se lo preguntan a Harry.
Aquel cálido día no fue una excepción, el sol calentaba más de lo habitual y la brisa no se veía por ninguna parte, era un lunes por lo que volvía a empezar su tediosa jornada de trabajo. Estaba harto.
Como envidiaba a Zayn o incluso a Liam, el primero fue escogido para trabajar como chef en un restaurante del centro y el segundo como camarero en un chiringuito al lado de la playa más conocida del lugar, Liam no paraba de decir que al menos él elegía las canciones del lugar y Zayn contraatacaba diciendo que estar en cocina era mejor que servir mesas...Harry nunca participaba en esas conversaciones porque ¿Qué tiene de bueno limpiar baños y cambiar sábanas?
Harry deseaba volver a tener el dinero que necesitaba, deseaba que Niall no lo volviera a engatusar para salir tanto de fiesta y emborracharse, deseaba el trabajo de Zayn o el de Liam ... él solo deseaba tantas cosas.
Cuando dieron las 11 de la mañana solo le quedaban un par de habitaciones y podría tener su ansiado descanso.
"Quedan la habitación 1728 y la 1729, tu puedes Harry" se recordó mentalmente. No solía hablar solo pero ¿Quién le iba a escuchar? ¿Los miles de productos de limpieza que reposaban sobre su carrito? No lo creo.
Se extrañó al no ver ninguna indicación en la puerta 1728, no había ningún cartel que dijera si podía limpiarla o estaba ocupada, ya saben, el mítico cartelito de hotel que Harry de tanto verlo hasta se mareaba, bueno...eso fue exagerado.
El rizado abrió la puerta tranquilo y se fijó en el cuarto, una cama de matrimonio y un pasillo con una pared que separaba aquella habitación de otra donde había un sofá cama desordenado. La primera parte de la habitación le dió esperanzas, el matrimonio parecía muy organizado y pulcro pero cuando pasó el pasillo para limpiar y cambiar el sofá cama casi le da un infarto.
Calzoncillos sobre la silla, calcetines sucios sobre la mesa, maleta abierta de par en par, un peluche de un oso marroncito claro tirado en el suelo (que supuso que era de un niño pequeño) y millones de cosas más desordenadas, Harry no quiso ni mirar. Él era bastante ordenado y le dolían los ojos de solo fijarse en ello. El crío que durmiera allí realmente debería empezar a organizarse.
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Room service || OS Larry
Fiksi PenggemarLouis va de vacaciones con sus padres a un hotel de cuatro estrellas, Harry trabaja en el servicio de limpieza.