CAPÍTULO XX

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Sabes, siempre he pensado y creído que si alguien salió de mi vida fue por una razón lógica, por algo que no me molestaría en arreglar ni buscar una solución. Pero apesar de lo seguro que me encontraba respecto a mis “viejos amigos” creo que estuve equivocado... Porque justo ahora estamos caminando juntos en dirección a un CAFÉ no muy lejos de la feria.

Nos acompañamos en parejas, dos delante y otros atrás.

Trent, seguro y protector, parecía que nos protegía desde adelante, guiándonos como si fuéramos niños los cuales hay que cuidar.

Hannah muy cerca de Trent, lanzándome varias miradas por encima de su hombro. No con desprecio ni desagrado, más bien con curiosidad y cuidado de no parecer imprudente.

Elevé la mano en forma de saludo y ella volteó hacia Trent buscando aprobación, pero Trent iba en lo suyo, con su vista en el camino.

—¿Estás bien? —preguntó Hannah con la voz un tanto temblorosa.

Claramente ella no tenía porque preocuparse por mí, su cuerpo expulsaba el disgusto, pero si lo estaba intentando yo también lo haría.

Miré a Sam y a Trent:

—Sí, me siento bien aquí.

Una sonrisa se marcó en su rostro elevando y redondeando sus mejillas.

Y Samantha, esa chica valiente e inteligencia se encontraba abrumada de emociones, con la vista fija en sus pies que pisaban los pasillos divisores de las tiendas que intentaban vender algo o llamar nuestra atención para gastar dinero. Eran lentos sus pasos, meticulosos, cuidadosos como si fuese a lastimar la planta de sus pies. Precavida, cansada de cargar con peso que no le tocaba llevar.

Estiré mi mano tocando su hombro para hacerla girar hacia mí pero mi acción fue cortada por Trent que giro hacia nosotros:

—¿Seguros que quieren un café?

Sam levantó la mirada y una sonrisa se marcó en su rostro.

—¿Acaso quieres alimentar más mi insomnio? —Negó arreglando su cabello detrás de su oreja.

¿Sam también se culpaba por lo de Dániel?

—No lo sé, podría ser. Un buen café siempre calma todo, ¿no es así Hannah?

La chica asintió con sus labios apretados. Cómo si su orgullo no le permitiera entablar una conversación más allá.

—Además ya todos sabemos que dijiste lo primero que se te vino a la mente para salir del paso con Zayn —terminó Sam girando hacia mí como lo había hecho Trent con Hannah.

Trent la miró de lado y asintió con razón mientras nos acercábamos a una tienda que aparentemente vendía bebidas.

—Entonces vamos por unas bebidas —invitó la chica que parecía pequeña comparada con Trent.

—Cierto, mejor vamos por algo refrescante —acompañó la propuesta de Hannah el grandote.

Refrescante, lo único que estaba fresco era el clima últimamente, apesar de ser verano la temperatura se mantenía muy regulada, casi parecía a los inicios de invierno.

—Hace frío... —pronuncié cuando entramos a la tienda de “Las Mejores Aguas Saborizadas” según el eslogan de la tienda.

—Estaba justo por decir eso —aseguró Sam sonriendo y rozando las palmas con sus pálidos brazos expuestos intentando calentarlos.

Me quité mi suéter casi por instinto, en ningún momento lo pensé, solo fue involuntaria la acción.

—Gracias... —salió de su boca al ver mi suéter extendido frente a ella. De arriba abajo lo observó antes de colocarselo.

 LIFE NOTE -∆-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora