HÁMSTERSITO ✧ SUNGJAKE

O2

A penas pisaron las puertas de entrada, el bullicio inició, los murmullos siguieron como balbuceos y las miradas no tardaron en aparecer. Los alumnos de aquella institución conocían al famoso Alfa Líder Park, dueño de las mejores revistas de Seúl, a su lado su parejita Shim Jaeyoon.

El Omega mantenía sus ojitos de cachorro al suelo, esa timidez venir a él por las discretas miradas, sus orejitas parpadeando a su caminar. Su cintura siendo envuelta por unos brazos, miró a su costado, Sunghoon estaba inexpresivo y marcándolo con su aroma. Esa fría mirada, había hecho que los bullicios cesarán de inmediato.

<... A-Alfa mío...> pensó avergonzado, quería mostrar sus celos como Park lo hacía, marcarlo con su olor, mostrar que Sunghoon le pertenecía. Pero tanto él como su hamstersito no podían, le causaba cosquillas y lo colocaba más tímido de lo usual.

La institución que asistía el hamster Omega, era dividido en sectores. La regla de allí era estricta "ser respetuoso" durante décadas, esa regla jamás fue rota. La amabilidad podía sentirse y la humildad por igual. Aquellos que no cumplía la regla eran expulsados, sin tener derecho a suscribir a otra institución y se ganaba un 0% de las notas. Es decir, perdían su beca. Todo.

Jake tenía un solo amigo de salón, Park Jongseong. Un gato Alfa. Jamás podría sentirse intimidado con el Alfa gato, quién cuidaba de él cuando Sunghoon estaba en horas de trabajos. Su salón era para Alfas-Omegas de situación especial.

Al llegar al salón correspondiente, Sunghoon saludó amablemente al Omega Ahn Seongmin, profesor de su pareja; un perro husky siberiano. Aquellas orejas blanquecinas resaltaban en su cabellera castaña y su tez lechosa, mientras mostraba una sonrisa hermosa.

──Ya queríamos iniciar la clase ──El Omega mayor, miró felizmente al peligris cenizo── ¿Jake-Ssi?

El mencionado, abrazó efusivamente al mayor, sus orejitas causaron cosquillas bajo el mentón del castaño. Seongmin con el tiempo se volvía más importante para el hamstersito, quién ansiaba tener una amistad. ¡podía tener dos amigos!

──Buen día, profesor Seongmin-Hyung.

──Lo mismo para ti, pequeño ──la baja risita del peligris cenizo, alegró ambos adultos── Ve a tu asiento. Jay no ha dejado de preocuparse si llegabas o no.

──Oh...esta bien.

Antes de entrar, Jake se giró y miró a su Alfa, lo abrazó fuertemente, sintiendo aquellos brazos envolver su cintura, hizo puntillas y estiró sus labios para un beso. Sunghoon riéndose a la ternura, se agachó y lo beso con tanta dulzura. El ronroneo que se escapó del Omega, alegró al oji-azul, volviéndose posesivo para marcarlo con su olor. Y minutos después, dejarlo ir.

──Sé ve como ha mejorado ──comentó Seongmin, siguiendo con la mirada al peligris cenizo menor, viéndolo feliz al tomar asiento con Jay.

Sunghoon asintió con una pequeña sonrisa.

──Estoy feliz por mi Omega. Después de mi trabajo, Jake tiene una cita con el psicólogo.──comentó, soltando un suspiró── Heeseung-ssi me recomendó que aún no es momento de salir, la parte animal de Jake, aún no está listo.

──Lo entiendo. ¿Hubo algunos problemas?

──Realmente... sí ──admitió── Su celo se acerca, y no sé que hacer. No quiero asustarlo. Jake aún no está listo, menos su parte animal. No quiero que piense que lo rechazo, pero a veces...es difícil decirle no.

Seongmin formó una mueca, podía sentir la tristeza de Sunghoon debido a sus feromonas, era complicado el asunto.

Park sabía que su Omega tenía sus cuidados. Era realmente frágil. La parte animal de Jake era una bolita tímida, y muy sensible. Sobre todo, su estado emocional. Cualquier cosa que no fuera apropiado para el peligris cenizo, podía causarle algún pánico o incluso tener un ataque.

Jake era de los pocos Omegas de su especie, era un 0,3% de Hámsters en todo el mundo. Tal vez muchos querían tener una parejita como la de Park, e incluso había celos de la gente, pero era una enorme responsabilidad, el Líder León lo sabía perfectamente.

¿Un Alfa León y un Omega Hamstersito? Nadie podía creerlo.

──Debes hablar con él.

──Eso haré Seongmin-Hyung ──contestó── En la cena de esta noche, tendremos que hablar. Sé que Jake podrá entender.

──Verás que sí.

Sunghoon correspondió a una sonrisa, mirando última vez al salón, sintiéndose aliviado de ver como Jay dejaba que su Omega jugara con esas orejitas gato. La sonrisa de Jake, le alegraba los días.

──Nos vemos, Seongmin-Hyung.

──Suerte en tu día.

Sunghoon salió de la institución a pasos intranquilos y prendió su vehículo al momento de tomar asiento, fijó la hora y suspiro. Dos minutos para llegar a su empresa. Inició su día al igual que su bebé que estaba en clases.

Más tarde, vendría a buscarlo.