PARTE ÚNICA

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El whisky estaba siendo tentador, aunque Louis nunca fue un gran fan de él. Recordaba siempre a su padre decirle que si bien era una de las mejores bebidas que existían, también estaba cargada por el demonio.

Sin embargo, eso era exactamente lo que estaba necesitando en ese momento.

Con sus grandes y abiertos ojos puestos en una figura al otro lado del restaurante, sentía que, o bien bebía o bien moría. Y solo porque llevaba seis meses con ese estúpido sentimiento cociéndose lentamente en su pecho.

Únicamente Louis Tomlinson era tan estúpido cómo para enamorarse de su jefe.

En su defensa, podía decir que no tenía realmente toda la culpa. Por supuesto que no. Una parte correspondía al mismísimo Harry Styles por ser tan encantador y atractivo al mismo tiempo.

Al principio había sido difícil mantenerlo todo para sí mismo. Se cruzaban bastante porque trabajaban en el mismo ala, y aunque no era su asistente y Louis más bien se dedicaba a ser el chico de los recados, muchas veces atendía a Harry y a sus peticiones. Incluso hablaban de sus días o el tiempo, o de cualquier otra estupidez que solo servía para seguir encandilándolo hasta el punto de volverle loco.

Por supuesto, y aunque se había mostrado reticente a abrirse a Harry y mantener una amistad / cordialidad de ambas partes, Louis finalmente había cedido. Y esa había sido su perdición; porque si era consciente de cómo de nervioso se ponía alrededor de su jefe, el solo hecho de conocerlo más le había hecho caer al completo.

Y ahí estaba ahora, rodeado de compañeros que hablaban sobre trabajo mientras Louis todo lo que quería era dejar de escuchar hablar de eso mismo, sobre todo desde que toda su visión estaba llena de Harry y Martha (la jefa de proyectos) y el para nada sutil coqueteo que estaban teniendo.

Louis no tenía ningún derecho a sentirse así como se sentía, pero no pudo evitar el sabor agridulce que subió por su garganta.

"Bebe." Niall ordenó, poniendo un vaso lleno delante de él. "Y deja de mirarlo, estás siendo demasiado obvio."

"¿Cómo puedo no serlo cuándo está ocurriendo en mis narices?" Preguntó derrotado, tomando el whisky de su mejor amigo y dándole un largo sorbo. "Dios, sabía que era heterosexual, ¿por qué lo hice?"

"¿El qué, exactamente?" Niall rio mientras tomaba el asiento a su lado. "¿Enamorarte de él?"

"Todo, Niall." Bufó. "Incluso aceptar este ridículo trabajo que no sirve para rellenar mi currículum."

"Vamos, no digas eso. Toda la oficina sabe que estás a punto de ascender de chico de los recados a asistente. Y solo en seis meses."

"Oh, wow." Louis replicó con sarcasmo. "Que buena carrera profesional me espera."

Niall carcajeó otra vez, acariciando su espalda baja en un intento por ser reconfortante. "De hecho, sí. Es sorprendente que alguien con una formación completamente diferente consiga ascender en solo medio año."

"Solo lo dices porque eres mi amigo."

"No." Dijo con un mohín. "Pero si me hicieras caso, te iría mucho mejor."

Louis miró de reojo al otro lado de la larga mesa, dónde Harry seguía inclinado hacia Martha mientras ella sonreía y se enrollaba un mechón de pelo alrededor de su dedo índice.

"Me dijiste que intentara hacerme amigo de él," Le recordó. "y mira."

Niall chasqueó su lengua con ofensa.

"También te dije que dieras un paso y te confesaras, y no lo hiciste."

"Porque eso sería una maldita locura."

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