¿Será Para Siempre?

mejor sin ella.

3 meses después.

Había comenzado a volverme loca, alguien había tomado fotos de esa noche y ahora cada vez que entraba a la secundaria no me salvaba de un "¿Que pasó ahí?" Como si fuera algo tan interesante de saber.

Akira comenzó a ausentarse a clases más seguido desde ese entonces y en verdad lo agradecía.

— ¿Dónde están mis gafas?. — saqué todo del cajón.

Heidi— ¿Recuerdas la última vez que las usaste?

— Uh... — pensé— la fiesta de Gabriel.

— Tal vez se te quedaron en algún lugar ahí adentro.

— ¿Y crees que es posible que sigan ahí? No durarán ni una sola semana.

— Podemos ir a verificar, esas gafas son muy caras y son regalo de papá. Estaría enojado si se entera.

— De acuerdo pero  dudo mucho que se encuentren ahí.

(Tocaron la puerta con fuerzas.)

— Tócala más duro, carajo. —Heidi  corrió hasta el primer piso.

Reí un poco y comencé a recoger nuevamente todo lo que había tirado. De pronto Heidi me llamó asustada.

— Heaven, ¿que es esto?

— ¿Qué?

Ella me entregó una carta azul la cual tenía unas cuantas manchas de sangre y parecían ya ser viejas.

— No había nadie en la puerta cuando la abrí. Dice ser para ti.

— Debe ser una broma de alguien. La leeré luego. — la escondí bajo un libro y salí de la habitación— vamos.

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Al llegar al mismo lugar comencé a buscar las gafas hasta que se me ocurrió preguntarle a la mamá de Gabriel.

- ¡Oh Heaven!, tanto tiempo. — apretó mis cachetes.

Es un amor.

— ¡Hola Jenn! sabes si...

Jenny interrumpió.

— interrumpió— ¿Tus gafas?, claro hermosa.

— ¿Cómo sabes?.

— Si no me equivoco, hace aproximadamente tres meses, Akira me las entregó y dijo que te las devolviera el día que volvieras a entrar aquí.

— ¡Ah!, claro.

— Se veía enojada esa noche. ¿Ocurrió algo? Soy vieja pero recuerdo cosas.

— Solo una pequeña discusión. — Acomodé mi cabello.

— No preguntaré más, ven aquí muchachita — chasqueó sus dedos— Aquí están tus gafas aunque tienes unos ojazos, no deberías cubrirlos con esto.

Las colocó en mi cartera.

— Gracias Señora Jenn, se lo agradezco tanto.

— Claro mijita, todo saldrá bien. ¡Vuelve pronto!

Al salir del restaurante una chica paso por mi lado. Ciudad pequeña= encontrarse a todos en cualquier lado. Era Akira, no le tome importancia y seguí caminando con mi cabeza en alto.

Heidi— No preguntaré nada.

— Muy bien.

Heidi— Debe de extrañarte demasiado como para volver al mismo lugar donde ocurrió todo.

— ¿Ella extrañarme? tiene otras perras en su camino. Dudo que me extrañe.

— Volvamos a casa, por cierto, deberíamos ir a la playa mañana para quitarnos un poco el estrés.

— Me encanta la idea.

(celular comienza a vibrar)

— Es Marisol —respondo la llamada— ¿Hola?

— Será un pregunta rápida, ¿puedes quedarte esta noche en mi casa? Magdalena vendrá y quiere conocerte en persona.

—¡¿Magdalena vendrá?!, ¡claro que puedo!.

— Entonces te veo esta tarde a las cuatro.

— Perfecto.

(Corto la llamada)

— ¿Quien es Magdalena?

— Es la hermana de Marisol, la sigues en instagram.

—¡Oh!, si.

— Te prometo que volveré temprano mañana, no me perderé tu invitación a la playa.

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La señora. 🫶🏻

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