Nada es color rosa
Fue dificil entenderlo en ese momento y la verdad, aún no estoy muy segura de a lo que se refiere.
Y para que tu también lo entiendas voy a darte algo de contexto...
Hace unos 3 años atrás lo conocí, era el hombre más guapo que había visto en toda mi vida, su pelo ondulado y esos ojos, dios esos ojos verdosos con destellos cafés que al clavarse crees que lo ha leido todo de ti, su metro ochenta de estatura, chaqueta de cuero y jeans negros dan el toque de chico malo, pero dejame decirte...no lo era. O al menos así lo pensé.
Su nombre era Jean, era un año mayor que yo pero coincidiamos en varias ocasiones por amigos en común. Comenzamos a salir y una cosa llevó a la otra terminando en una relación hermosa y sana de 2 años y pico. De seguro te preguntas porque hablo de el en pasado, bueno es simple, el desapareció de un día para otro hace unos 2 meses, justo después de terminar.
Uno pensaría que solo perdió su telefono, o que está ocupado, pero no es así. Luego de romper, el me explicó que no era culpa de ninguno, que seguia sintiendo cosas por mi pero que no podiamos estar juntos. Siendo una mujer madura lo tomé bastante bien, a pesar de que cometí unos cuantos errores que les contaré luego. Sin embargo, no fue hasta las 2 semanas después que noté su desaparición, al comienzo creí que estaba procesando todos sus problemas, pero fue su mamá quien me contactó para darme las malas noticias. Luego de hablar conmigo...el nunca volvió a su casa, se fué, sin dar una explicación, sin decir absolutamente nada, sin decir adiós.
No te voy a mentir, estuve y sigo preocupada. Las primeras 3 semanas estuve como loca buscandolo, tu harías los mismo creeme. Ninguna señal, no mensajes, no llamadas, no pistas de su paradero. Fue tanta la pena de su madre que zucumbió a un cuadro depresivo, por lo que estuve a su lado para ayudarla y hacerla sentir un poco mejor. Y por mi parte...bueno, mi mejor amigo estuvo ahí, soportó mi llanto, mi rabia, mis ataques de panico, todo.
Lo siento, no te he contado de el. Su nombres es Alex, también es un año mayor pero no lo parece, siempre sale con algún juego o broma y que decir de sus intentos por hacerme hablar. Verán, yo soy algo reservada pero cuando Jean se borró del mapa no había persona que me sacara una palabra de la boca. Debo admitir que igual me trajo sus ventajas, o errores, aún no se denominarlos. Para ser más especifica, al mes de que Jean se fuera yo me besé con Alex...lo se, super preocupada, no? La razón es simple, me sentia sola y el estaba ahí sin condición alguna.
Lo mio con Alex no duró más de 3 semanas y solo fueron besos, acordamos que sería una amistad algo caliente pero sin ataduras. Para ese entonces habían pasado casi 2 meses desde que el ojiverde se había ido, me sentía mal, quería encontrarlo, quería saber algo de el, aunque fuera lo más minimo. A pesar de que había terminado lo de Alex, el me siguió apoyando y cuidando la espalda en los momentos dificiles, por eso fue que cuando ocurrió lo inesperado, el fue el primero en saber.
Una mañana recibí un mensaje de un desconocido- En el parque a las 15.00 hrs- sentí un escalofrio correr por mi espalda, por lo que decidí llevar a mi mejor amigo conmigo, ya saben, solo en caso de emergencia. Estaba muy nerviosa, no sabía de que se trataba todo esto hasta que lo vi, con su elegante chaqueta de cuero, era Jean, estaba vivo...
Alex no parecía entender nada y podía ver claramente que estaba molesto, mientras yo... estaba muy segura de que había comenzado a alucinar.
-Hola...- saludó Jean como si no hubiera desaparecido, como si yo nunca hubiera tenido que buscarlo porque siempre estuvo ahí.
-Que es lo que quieres?- saltó Alex en mi defensa viendo que no podía articular palabra alguna.
-Veo que no perdiste el tiempo Ash, no quiero pelea, solo esperaba que pudieramos volver a hablar, como era antes- creo que ese momento fue lo que llenó el vaso, lo miré desafiante y enojada sin una gota de empatía por querer saber que pasó durante este tiempo.
-Como era antes?, es una broma, no? 2 meses me tuviste sin noticias, cuidando de tu madre quien por cierto está dentro de un cuadro depresivo, 2 meses llorando y tratando de pensar que nada malo te había pasado- exhalé pesadamente- no, olvidalo- me giré hacía mi mejor amigo, lo tomé de la mano y nos fuimos.
Subimos al auto sin querer mirar atrás, mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho y podía sentir las lagrimas correr por mis mejillas. No quería hablar y Alex lo sabía por lo que el solo optó por encender la radio y conducir a mi lugar favorito, el bosque.
Comenzaba a oscurecer y las lagrimas habían cesado, pero mi corazón aún dolía. No entendía como podía aparecerse así y querer ser amigos como si nada. Tenía un montón de emociones mescladas pero decidí tomar aire fresco y distraerme un poco de todo con Alex.
-Hey, estás bien?- habló por primera vez el pelinegro. Habíamos llegado al bosque hace unos 10 minutos y fuimos directo a nuestro lugar especial. Dentro del frondoso lugar había una laguna cristalina donde podías sentarte ahí por horas sin necesidad de nada más. Era el paraiso.
Me tardé un minuto en responder, estaba molesta y el lo sabía pero se que debía dar vuelta la pagina. -No, pero creo que era lo que necesitaba para poder seguir, sabes?- Lo miré a sus ojos oscuros tratando de mostrarle todo con la mirada.
-Creo que haberlo visto era lo que faltaba para entender que no volveriamos a estar juntos...- una lagrima cayó pero la limpié rapidamente.
Alex se acercó y solo me dió un abrazo de esos tiernos y fuertes a la vez que te reconfortan mientras me hacía cariño lentamente en el pelo.
Prefería quedarme así por siempre pero teniamos que volver, nada era perfecto, nada era color rosa. Nos subimos al auto y emprendimos marcha de vuelta. Llegamos a mi departamento, así es, yo vivía sola no muy lejos del campus pero mis padres siempre me ayudaban con dinero una vez al mes, me bajé del auto y me quedé observando a mi querido amigo.
-Gracias Alex, por todo- le sonreí y comencé a caminar en dirección a mi hogar. No alcancé ni a girarme cuando escuché mi nombre de su boca, apareció frente a mi me observó unos segundos y lo que pasó después no lo pude procesar del todo.
Alex me besó frente al lobby del edificio, tardé un minuto en asimilar que estaba pasando y coloqué mis manos en su cabello así como el colocó las suyas en mi cintura acercandome cada vez más a el. No era un beso tierno sino demandante pero con sentimientos. Cuando nos separamos iba a decir algo cuando Alex se dió media vuelta, subió al auto y emprendió camino a su casa.
Ese día era Domingo y la mañana siguiente tenía las ultimas clases de mi carrera pero no podía conciliar el sueño, no dejaba de pensar en ese beso y en que le diría mañana, porque había un pequeño detalle que no te dije...Alex y yo vamos en la misma Universidad.
Foto multimedia: Más o menos una ilustración de Jean en el parque.
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Hermosos Milagros
Teen FictionEl amor no lo puedes elegir, al igual que las relaciones y eso lo entendí cuando mi ex se fue y mi mejor amigo se convirtió en mi mundo...