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──Puedes contarme, Jaeyoonie. ¿Pudiste hablar con tu Alfa?
El casi adulto peligris cenizo, negó. Jake miró de forma desilusionada al psicólogo frente a él. Lee Heeseung, un Beta Ciervo. A su lado, se sentía tranquilo. Él brindaba un aura bastante divertida y sobretodo era como si en su interior una confianza florecía, Heeseung era su lindo día, un sol.
Hace unos minutos habían llegado y de costumbre, Sunghoon esperaba en los pasillos, desde el inició el hamstersito se negaba que lo acompañe. Su parte animal, no quería que el Alfa líder estuviera presente en los momentos que tuvo que pasar... No hasta ahora. Hoy Jake quería cambiar ese ámbito.
──Hyung.
──Dime.
──¿Puede Hoonie venir? Es decir..., que este aquí, conmigo.
Heeseung parpadeó en shock. Miró sorprendido al peligris cenizo, Jake mantenía un pequeño carmesí en sus mejillas, las orejitas aplastadas a su cabellera, esperando una respuesta.
──¿Estas seguro, pequeño? ──quiso estar seguro. Heeseung no quería que el Omega estuviera obligado hacerlo, eso no. Su instinto estaba encima del hamstersito, al mirar esos ojos, lo comprobó. Mostró una sonrisa── Si es así, estoy orgulloso, Jaeyoonie. ¿Quieres que-
── Qui-quiero hacerlo por mi cuenta, Heeseung-Ssi.
──Bien
Una sonrisa se adueñó del rostro, Jake asintió y en pasos casi lentos, se acercó a las puertas, agarro la perilla, dando un hondo respiró. Salió, más bien, asomó su cabeza para mirar los pasillos del lugar.
Encontró a su Alfa a unos metros del lugar.
El Alfa había dejado su lado juguetón saliera por el aburrimiento de esperar, estar sin su Omega acurrucado en él, le disgustaba y ya quería tenerlo en brazos para mimarlo, besarlo... Verlo.
Ahora, estaba allí, sentado en el suelo con orejitas peludas, había bajado la guardia por jugar con su larga cola escurridiza. Los "rawr" se escuchaban al alrededor, sus ronroneos fueron más fuertes al percibir un delicioso aroma...
── Alfa.
── Uh. ──inmediatamente se giró, viendo a su Omega riéndose con un bello carmesí en la cara, lo avergonzó. Sunghoon con rapidez se puso de pie, sacudiendo la ropa── ¡B-bebé! ¿Ya terminó tu-
──No, Alfa ──fue silenciado a un casto beso en su mejilla, Jake soltó una risa al verse envuelto en aquellos brazos y tener la respiración de Park, en su cuello. Lo abrazó── Quiero que estés conmigo.
── ¿Qué? ──incrédulo, Sunghoon lo miró.
Sin tener tiempo al hablar, Jake se acurrucó más a él, no queriendo dejarlo ir. Suspiró, cerrando sus ojos. Sunghoon era lo más importante que tenía en su vida. Tal vez, al principió no hubo confianza, Jake pensó que Sunghoon se rendiría, que no volvería a verlo. Desaparecería de su vida, temió. Su Omega cayó inevitablemente ante el hombre, enamorándose de aquellos ojos que lo veían como la persona más linda del mundo, esa sonrisa cada vez que iba a visitarlo y en manos, un ramo de flores.
