Capítulo tres

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-Adaliah Mckenzie-

Abrí los ojos de golpe encontrándome boca abajo sobre la cama, justo enfrente de mi estaba Cinco dormido con su boca ligeramente abierta.

-Mierda -dije y me senté de inmediato. Toque mi cabeza pues sentí un gran mareo al hacerlo- ¿Qué hora es? -abrí un ojo y busque mi teléfono con la mirada-

Coloqué mis pies sobre el suelo, tomé mi pantalón y busqué en las bolsas

-¡Mierda! -repetí abriendo los ojos como platos al ver la hora. Comencé a ponerme el pantalón de inmediato-

-Deja de gritar, maldita sea -gruño ligeramente y se tapo la cara con la almohada-

-Cinco, son las 9:00, ¡es tardísimo! -me puse los tenis y metí las agujetas sin amarrar-

-¿Que más da? Ya no llegamos, deja dormir, Adaliah -dijo con su voz ronca, siempre le amanecía así-

-Tengo más de 10 llamadas perdidas de Spencer, si no llego me matará -le aventé una almohada, este no respondió- Bien, me llevaré la moto -dije y salí de la habitación-

-¡Adah! -escuché mientras bajaba, tomé las llaves de la moto que estaban sobre la mesa de centro y mi mochila que estaba en el suelo-

Mire hacia las escaleras, Cinco venía terminando de ponerse el tenis, evite reír y caminé a la salida. Escuché que cerró la puerta rápidamente y me alcanzó para quitarme las llaves

-¡Yo! manejo -dijo viéndome serio-

-Traes lagañas -pase mis dedos por sus ojos limpiando un poco-

Cinco termino de abrochar su pantalón mientras yo lo ayudaba con su camisa. Subió a la moto, subí atrás de él y lo abracé por su cintura, luego arrancó.

-¿Recuerdas todo? -preguntó bostezando-

-Por partes solamente, no debimos beber cuando llegamos a tu casa -dije viendo el camino. Amaba andar en moto, era una sensación única, sentir el aire a través de todo tu ser, y ver el hermoso paisaje-

-Yo la pase muy bien

-Nunca dije que yo no -respondí, mire una sonrisa en su rostro- No desayunamos, y traigo una resaca horrible

-Yo igual, espero que la cafetería ya esté abierta -dijo suspirando-

(.....)

Llegamos a la escuela, tarde como era evidente

-Perdimos dos clases, eso nos afectará -mire como suspiró enfadado- Ya no te dire nada -dije molesta, él rió-

-Nos vemos después, sabelotodo -mencionó guiñándome el ojo y yendo por el pasillo de su salón de clases-

Al llegar al mío toque la puerta, el profesor me vio serio y mis compañeros solo murmuraban cosas. Son unos insoportables

-Tiene retardo señorita Mckenzie -dijo el profesor viendo su lista. Asentí y entre. Mire a Spencer sentado solo así que me senté a su lado-

-Tú y yo hablaremos seriamente, Adaliah -dijo anotando lo de la pizarra-

-Como digas -suspire con sueño-

-Anota, ¿quieres? -me miro, si, se veía furioso. Evite rodar los ojos, saqué mi libreta y comencé a apuntar-

(....)

-Dormí en su casa, ¿de acuerdo? No pasó nada -dije cruzada de brazos-

¿Nada?

-Te dije que llegarás, ¿por qué mierda no puedes obedecer por una vez?  -dijo enojado-

¿𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘪𝘯 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭? |𝐅𝐇.Where stories live. Discover now