8

63 7 1
                                    

Decir que las cosas cambiaron sería mentir pero si hubo mejoras, Taehyung ya no se mostraba tan indiferente y duro con Jungkook, incluso a veces el era quien iniciaba una plática corta, mostraba más su preocupación por el bien del menor, hasta descubrió que era alguien celoso, claro que no lo iba a decir en voz alta, aún tenía su orgullo, pero dejo de ser grosero con él, todos los días cuando se iba al trabajo se despedía de él, pero no hubo más besos, o no los hubo hasta ese día.

El invierno estaba empezando por lo que los accidentes automovilísticos aumentaba un poco, Jungkook se encontraba en la cocina con Leslie y Nani hablando del último accidente que había sucedido la noche anterior cerca de la casa, ninguno de los tres escucho cuando el castaño bajo de arriba, lo hicieron porque se tropezó con algo.

- Jungkook, está noche habrá un pequeño banquete en la empresa, debo irme, eh dijeron que fuéramos con nuestras parejas, pero solo si quieres – dijo dubitativo, si en eso había cambiado, el nunca quiso obligarlo a ir a lugares si no le gustaba, eso había sido lo primero que hizo, no obligarlo.

- Oh, claro déjame ir a cambiarme, bajo en unos minutos – aviso .

- Te espero en el auto.

Bajo después de 10 minutos, se había puesto un pantalón jean azul claro, con una camisa negra cómo siempre los primeros botones sueltos, tenía el cabello húmedo, se había puesto un poco de brillo en los ojos, su bálsamo de fresa, antes de salir se vio en el espejo de las gradas, se despidió de ellas y salió, Taehyung lo esperaba dentro del auto, entonces el entro – Listo -

El castaño le dio una mirada y asintio, en menos de una hora ya estaban pisando la entrada de la empresa, el banquete se daría en un pequeño salón en el tercer piso.

Era la primera vez que iba a la empresa, así que todos aquellos que estaban ahí no disimularon en dirigir sus miradas hacia él, algunos empezaron a murmurar, el se sintió algo nervioso, conocía muy bien la reputación del castaño, seguro todos se preguntaban cómo era su esposo, ¿Y que si pensaban que no estaba a su nivel?

Se puso más cerca de Kim, el también había notado las miradas y la incomodidad del azabache pero se mantenía con una expresión neutra, con sigilo paso la mano por su cintura atrayéndolo más hacia si mismo, el se dejó ser sintiéndose más seguro.

Todo el tiempo desde que llegaron estuvo siempre junto a Kim, así el estuviera hablando con algunos socios y hombres de renombre, no pensaba en alejarse o quedarse solo, no conocía a nadie y parecía que nadie tuvo buena impresión de él o le dieron aceptación, claro que no necesitaba nada de eso pero el siempre había tenido una imagen limpia y buenas impresiones, pero ese era un ámbito diferente a suyo.

A eso de las 8 llegó un hombre muy distinguido, no parecía tan mayor, seguro rondaba los 35, saludo con algunos pero fue directamente dónde estaba Kim, se conocían porque apenas lo vio sonrió y saludaron con un fuerte apretón de manos y empezaron a hablar, se quedó en la mesa con ellos.

El hombre había clavado su mirada en el azabache que se mantenía en su lugar con una copa de champagne, estaba llena, apenas y la había probado, pero no quería terminársela  y tener que pedir otra, así que la mantenía con él, Taehyung susurro en su oído que iría al baño un momento, el asintio, no podrían hacerle nada después de todo.

El hombre vio la oportunidad y se pasó de asientos llegando en le que había estado Kim.

- Creo que no nos conocemos, no lo había visto antes, es nuevo – Jungkook lo miro unos segundos, eran un sujeto atractivo, más no de su gusto y era mayor.

- Oh sí, Lee Seungho, con quien tengo el placer – estiró la mano hacia el, no podía ser descortés así que la tomo.

- Jeon Jungkook, y no, no nos conocemos, es mi primera vez aquí – agrego soltando la mano cuando creyó que la sostuvo demasiado tiempo.

Taehyung estaba tardando mucho más de lo normal para alguien que va solo al baño, estaba realmente incómodo, el hombre había empezado a hablar con el, pero había cierto interés personal hacia su persona que no le estaba gustando, sus insinuaciones no eran para nada de su gusto.

Volvió al salón y unos de sus inversores lo interceptaron, distrayéndolo unos largos 10 minutos hablándole de como iba la noche, cuando regreso a la mesa y Jungkook conecto con sus ojos pudo notar la súplica en ellos de que lo saque de ahí, era notoria su incomodidad y bueno no le gusto la manera en la que Lee se aproximaba demasiado a él aunque el azabache se mostraba indiferente, no lo iba a permitir.

- Eres un jovencito muy lindo, sales con alguien, por qué si no es así, puedes venir conmigo, te llenaré de lujos y regalos caros, que dices – el lo miro desconcertado, pero vio a Taehyung y se sintió aliviado de verlo.

- Señor Lee, me temo que se ha equivocado, el joven aquí presente es.. mi esposo – fue como si le tirarán un balde de agua helada, la vergüenza en su rostro era increíble.
Obviamente se disculpo con los dos y se fue de la mesa, más no del banquete, Jungkook respiro más ligero y ahí si se terminó su copa – Podrías traerme otra – le pido al castaño, el sonrió negando pero fue a por otra.

A las 9 se despejó la pista para que aquellos que desearan pudieran bailar algo suave, el se mecía de un lado a otro al son de la música, era un jazz lento, Taehyung hablaba por ahí con unos ejecutivos, ya se le había pasado la incomodidad de las miradas ajenas, pero quería bailar, pero no estaba seguro de si el castaño le gustaba, así que ahí estaba en su silla viendo a los otros con sus esposas, novias y novios, exhaló.

Vio al castaño dirigiéndose a él, cruzando por medio de la pista, al llegar extendió la mano, el pestañeo sin creérselo, - Bailas – musito y el acepto gustoso, claro que lo haría, se ubicaron en un lugar, una de las manos del castaño fue a su cintura acercándolo hasta sentir su aliento, la otra tomo su mano y la puso alrededor de su cuello y después sujeto su mano, empezando a mecerse lento.

Observaba su perfil ya que estaba hablando con otro sujeto que bailaba con su esposa, se sentía muy pleno, se recostó en su hombro para sentir su aroma, le gustaba como olía, una mezcla de su fragancia no tan fuerte y un aroma a fresas y leche, seguro del jabón de baño, aspiro profundo y cerro los ojos, el calor que emanaba el cuerpo del castaño era embriagador.

Antes de que la música cesará se alejo de nuevo para verlo, pero el castaño ya lo hacía, sus miradas se cruzaron, sin poder evitarlo contempló sus labios, que pasaría si, pero antes de que pudiera hacer algo la música termino, - Vamos a sentarnos – susurro en su oído y no le quedó más que aceptar.

Aprendiendo a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora