Mr. Lee (Nomin/Markhyuck)

Transmisión 32

Jeno se sentía incómodo, más cuando su teléfono empezó a sonar. Era Jaemin. Miró al frente e intentó no hacer mucho ruido.

—¿Hola? —preguntó el más fornido.

—¿Cariño? Normalmente me mandas un mensaje cuando llegas a casa. ¿Ya llegaste? —Preguntó Jaemin con una voz tierna.

—No, bebé, tuve que venir a hacer una nota de la llegada de un político a Seúl. Deberías dormir y mañana nos vemos. ¿Está bien? —Jeno sonó tan cariñoso que sus orejas se pusieron rojas.

—Buenas noches, cariño, te amo. —Jaemin contestó del otro lado. —Suerte en tu trabajo.

—También te amo, descansa.

Jeno tomó un suspiro y colgó. Después miró al frente y Renjun soltó una carcajada. Jeno solía ser un chico muy cursi, pero verlo ahora con el hombre que amaba lo llenaba de emoción, Jeno merecía un amor tan bonito como el que siempre soñó.

—Mucha suerte el que nadie los haya descubierto en el estudio. —Yangyang, quien conducía, sonrió al ver por el retrovisor.

Pues los tres hombres viajaban en el vehículo de Neovisa, Yangyang conducía y Renjun iba a su lado, Jeno iba sentado en el asiento de atrás mientras guardaba su celular.

—Y vaya que es mucha suerte, podrían ver lo enamoraditos que están a kilómetros de distancia, ¿Has visto cómo se miran durante el NCT News de la mañana? ¿O la forma en la que disimuladamente Jeno le lleva un café todas las mañanas a Jaemin? —Renjun le golpeó el hombro a Yangyang mientras se le dibujaba una maliciosa sonrisa en el rostro. —¿Has visto su sonrisa cuando Chenle o Hyuck le dice "Jaemin Lee" a Jaemin?

Jeno se sintió un poco avergonzado, sus relaciones habían sido rotundos fracasos porque nadie entendía su trabajo y que no manejaba horarios, cuando conoció y aprendió a amar a Jaemin todo lo que creía del amor, cambió. Era algo lindo y le gustaba experimentarlo, sabía que no dejaría ir al chico del clima a ninguna lado, ya fuera en días soleados o en días de tormenta, si Jaemin estaba a su lado sobrevivirían a todo.

—Nadie lo nota, pero la forma en la que Jaemin toma la mano de Jeno detrás del escritorio es para nada disimulado. —Yangyang soltó una risita.

—¿Pueden guardar silencio? —Jeno aclaró su garganta. —Todos han tenido su romance de oficina, aunque esté prohibido.

—No todos. —Yangyang murmuró.

—¡Ustedes lo han tenido! —Jeno gritó.

—Sí, pero yo me refería a Chenle y a Jisung, no a nosotros. —Yangyang murmuró mientras se fijaba en el camino.

—Hablando de eso. ¿Ya se arreglaron las cosas entre ustedes? ¿Empezaron a salir o solo fue el "clásico error de una noche"? —Jeno se acomodó entre los dos asientos de en frente para escuchar.

—¿Quieres morir? —Preguntó Renjun batiendo sus pestañas.

Jeno solo sonrió de lado, cuando Renjun se ponía a la defensiva quería decir que había dado en un punto doloroso.

—Lamentablemente no quiero morir, no soy como tú que vienes a que sepan tu ubicación y a encontrarte con un imbécil que intentó matarte hace unos meses, ¿Qué se supone que harás?

—Bueno, igual sé que Sungchan hizo esto porque me tiene envidia. —Cruzó sus brazos. —Ustedes solo graben la entrevista y yo me quedaré a dormir un rato en el auto.

—Pudiste solamente irte a tu casa. —Jeno frunció el ceño.

—No, sé que habrá información valiosa y yo me alimento de eso. —Renjun suspiró.