El Ruiseñor || IchiRuki FF

7 octubre - x491

Los últimos días, Rukia había estado pensando en el soldado y en ese atardecer en el acantilado. No podía olvidar su risa ni la forma tan intensa en que la miró antes de abandonar el lugar; mucho menos en la forma en que sujetaba su mano para besarla. Solo de recordar ese momento, sus mejillas se ponían completamente rojas y su corazón se aceleraba. 

Rukia no podía entender lo que le pasaba cada vez que pensaba en él.

Ese soldado estaba mejor educado en cuestión de etiqueta que cualquier soldado que ella hubiese conocido antes, y de cierta forma le recordó a Akura. Su primo era un soldado, él había elegido una carrera militar pero parte de la nobleza del reino y sabía cómo comportarse. 

Quizás "Kon" también fuera parte de la nobleza además de ser un soldado. Quizás por eso le dijo es nombre que obviamente era falso. Ella era parte de la nobleza y también le había dado un nombre falso. En su defensa, ella podría decir que le estaba siguiendo el juego. 

En su defensa, ella podría decir que no debía ser vista con ningún hombre porque estaba obligada a casarse con un príncipe. Aquella idea la hizo regresar a la realidad. 

— ¿Sigues pensando en ese soldado?

La pregunta de Orihime la distrajo de sus pensamientos. Ambas estaban la habitación compartida y ambas estaban tratando de hacer la tarea de ese día. Rukia levantó la mirada de su libreta después de darse cuenta de que no había escrito nada y soltó un suspiro. 

— ¿Me creerías si te digo "no"? — Preguntó Rukia. Orihime negó levemente con la cabeza y eso hizo sentir a Rukia completamente descubierta. — Es algo tonto, pero creo que me gusta.

— Si no lo dices, no me habría dado cuenta. — Comentó Orihime con una pequeña dosis de humor. Rukia se sonrojó por la vergüenza. — Ahora sabes su nombre, eso era lo que querías, ¿no?

Rukia se preguntó si eso era lo que quería. La reina le había dicho que su boda estaba en un "veremos", su padre le había dicho que los concejeros estaban sugiriendo que el príncipe se casara con una princesa, y ella tenía una cláusula de escape dada por la reina. ¿Qué tan grande debía ser el "error" para que la boda no se realizara?

— Ahora quiero un momento de libertad. — Susurro Rukia regresando su vista a su libreta donde debía de haber escrito un ensayo sobre las verdades del mundo. — Me voy a casar, pero antes de casarme quiero un momento de libertad. 

Sus palabras alarmaron a Orihime, que parecía no saber que decir. 

— No haré nada indecente, pero definitivamente, si lo vuelvo a ver, lo voy a besar. 

── ✦ ──

Ichigo estaba en su habitación, intentando leer algo para sacar a Kia de su mente, pero la chica simplemente se negaba a salir de ahí. Él había pensado que con secuestrarla una tarde y saciar un poco su curiosidad habría sido suficiente, pero evidentemente estaba equivocado.

La chica era realmente cautivante. Sus ojos, sus labios, la forma en que se reía y se sonrojaba, todo eso le daba vueltas en su mente como si fuera un remolino. Y como si eso no fuera suficiente, su pequeña mano era tan suave y perfecta que de un momento a otro se preguntó cómo sería ser acariciado por ella.

Además, la chica olía a menta. Ni siquiera sabía que pudiera ser posible que alguien tuviera ese aroma.

Ichigo dejó de lado el libro, frustrado porque no podía concentrarse en lo que estaba leyendo por estar pensando en Kia, y se recostó en el piso alfombrado solo para ver el techo de su habitación. Se debatía entre si buscarla de nuevo o no, no sabía con qué excusa se le podría acercar y lo que era peor, no sabía si la chica era parte o no de la corte de la reina.