Capítulo 10
El primer beso
A sus quince años, una nueva ilusión surgió en el corazón de Archibald Snape. Su padre fue de los primeros en darse cuenta, sobretodo porque pasaba sus clases temblando y sonrojándose sin control. El motivo era la presencia de un nuevo alumno que había sido trasladado desde Durmstrang. Su nombre era Alexey Kozlov y su acento ruso, personalidad varonil y voz grave había impactado a varias chicas y algunos chicos.
Desde que lo viera por primera vez en el expreso de Hogwarts, Archie no había podido dejar de pensar en él. Sin embargo, el joven extranjero fue tan popular que era casi imposible acercársele, siempre estaba rodeado de chicas predominantemente, y él les sonreía a todas, su sonrisa era como de ángeles, o eso era lo que pensaba Archie.
Otro obstáculo es que Alexey fue asignado a la casa de Slytherin así que tenía muchas menos oportunidades de hablar con él.
Archie se había guardado sus sentimientos para sí mismo, pero no se daba cuenta que sus miradas hablaban demasiado, y por lo tanto, Severus Snape notó enseguida el motivo de los suspiros de su retoño.
Una noche, mientras Archie cenaba con sus padres aprovechando que era fin de semana y le permitían no hacerlo en el comedor, Harry notó que su hijo perdía la concentración con frecuencia y pasaba largo rato jugando con su comida.
— ¿Qué le pasa al bebé? —preguntó inclinándose hacia su esposo.
— El bebé hermoso está enamorado.
— ¡Papá! —protestó Archie enrojeciendo hasta las orejas—. No digas eso, además ya no soy un bebé, tengo quince años.
— Para Harry y para mí siempre serás nuestro bebé hermoso, no protestes.
— De acuerdo. —aceptó resignado aunque sus mejillas continuaban enrojecidas.
— ¿Y de quién se ha enamorado? —quiso saber Harry—. Creí que seguía esperando el divorcio de Ron y Draco.
— Gracias a Dios que no. —se rió Severus—. Weasley ya salió del corazón de nuestro hijo.
— ¡Oh no, nunca! —intervino Archie—. Pero bueno, el bruto de Ron sigue enamorado de Draco, y ahora más con su bebé, y me parece bien mientras siga haciéndolo feliz... pero Alexey es otra cosa. —culminó con un prolongado suspiro.
— ¡Lo sabía! —exclamó Severus victorioso—. Sabía que era ese ruso el que te traía así. ¿Lo has visto, Harry? es un chico nuevo que llegó a Slytherin en el mismo curso de Archie.
— Ah sí, me parece haberlo visto por los corredores. Es atractivo.
— Jamás se fijará en mí. —comentó Archie con decepción—. Creo que le gustan las chicas, siempre está rodeado de ellas.
— Ah, pero tu padre puede ayudarte a averiguarlo, ¿verdad, Severus?
— ¿Qué? ¡No, claro que no, Harry! ¿Cómo piensas que puedo ayudar a que un barbaján toque a nuestro Archie! Archie merece algo mejor y lo va a encontrar a su debido tiempo.
— Por favor, Sev, ayúdale.
Severus frunció el ceño a disgusto con la idea, pero la mirada suplicante de su esposo y la brillante ilusión en la de su hijo pudieron más que su recelo de hacerla de cupido y terminó asintiendo ante la alegría de las dos personas que más amaba en el mundo.O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O=O
En la siguiente clase de pociones que Severus tuvo con los dos grupos más conflictivos del colegio, y ante la insistencia de Harry que continuaba animándolo escondido tras la puerta entreabierta, decidió hacer algo que nunca en su vida creyó que haría: dividió al grupo en equipos de dos personas alternando uno de Gryffindor con uno de Slytherin, y obviamente enlazó a su hijo con el chico que le gustaba.
Alexey fue quien tomó sus pertenencias para mudarse al pupitre de Archie y Severus rogó a todas las entidades divinas para que su hijo pudiera ser capaz de hablar y dejar de sonrojarse.
Pero no fue tan fácil, su hijo estaba sumido en su asiento, con las mejillas tan rojas como dos jitomates y el rostro oculto por su largo cabello oscuro.
— ¿Estás bien? —le preguntó Alexey inclinándose hacia él—. Pareces enfermo.
El joven ruso apartó delicadamente el cabello del rostro de Archie quien sufrió un sobresalto por el contacto tan intenso que le hizo perder el equilibrio y caer de su asiento. Todo el grupo empezó a reírse.
Severus lo vio todo y se lamentó la mala suerte de su hijo, por un momento tuvo el impulso de correr a levantarlo como cuando era un bebé de un año y aprendía a caminar, pero supo que eso no le ayudaría en nada.
Todo cambió cuando Alexey sujetó a Archie de ambas manos para ayudarlo a ponerse en pie después de enviar una mirada de advertencia a sus compañeros para que dejaran de reír.
— Lo siento. —se disculpó aunque era obvio que no había tenido la culpa—. No me fijé que el asiento estaba roto.
— N-no está...
— Lo está. —afirmó conduciendo a Archie hasta otro pupitre con todo y sus libros—. Permíteme ayudarte, si no te molesta.
Archie negó aceptando la mano de Alexey aunque continuaba sin atreverse a mirarlo directo a los ojos temiendo que en ellos notara lo fuerte que latía su corazón. Las risas habían cesado dando lugar a envidia en algunas de ellas, Alexey no despegaba la mirada de Archie y sonreía como si estuviera feliz del compañero que le había sido asignado.
Con el paso de los minutos Archie se fue sintiendo más seguro de sí mismo y pudo demostrar su habilidad en pociones, una habilidad gratamente compartida con el ruso. En poco tiempo ya lograban charlar entusiasmados de los procedimientos para realizar la poción y trucos que sabían para hacerla más perfecta.
Muy a su pesar, Severus se sintió feliz por su hijo al verlo salir de la clase con Alexey, el joven ruso no parecía dispuesto a soltarlo por ningún motivo.
Y no lo hizo, a partir de ese día ya nadie más ocupaba el tiempo de Alexey, sólo Archibald Snape.
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Juraste no dejarme
FanfictionAhora que Voldemort ha desaparecido, Harry pudo encontrar el amor en Severus Snape, ambos lograron vencer todos los obstáculos para iniciar una nueva vida llena de esperanza sin imaginar que aún estaba deparada en su camino la mayor prueba de fortal...