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❝ Podemos dejar la película para después ❝

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:/ mucho cont +18, g!p, smut, lenguaje  vulgar, un episodio.

« Historia 100% mia»
« Prohibido copias o adaptaciones sin mi permiso»

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MINA POV;

— Quiero unas vacaciones. — comentó Chae mientras tenía el rostro escondido entre brazos cruzados por sobre la mesa.

— Tranquila, pronto tendremos días libres, no es como que ocupemos todo nuestro tiempo trabajando. — respondi encogiendome de hombros pero aún estando de acuerdo con ella.

Nuestra semana había estado realmente ocupada, por nuestro trabajo y deberes fuera de este.

Estuvimos acudiendo a diferentes reuniones familiares y de trabajo también, además de que nuestro trabajo estaba a topé en estos días.

Nos comentaron que pronto tendríamos unas muy merecidas vacaciones pero para es todavía faltaba mínimo dos semanas más, las cuales estarían llenas de trabajo y sin tiempo libre. Aquello estaba acabando con Chae.

Notaba su estrés, su falta de sueño con tan solo ver su desanimada actitud.

Suspiré y me acerqué a ella, colocando mi mano sobre su cabello negro.

Giró su rostro hacia mi dirección y sonrió un poco, dejándome ver aquel bello rostro y su linda sonrisa, junto con aquellos hoyuelos que se remarcaban en su rostro de una forma tan tierna.

— Solo faltan dos semanas, ¿si? Prometo que cuando regresemos a casa después del trabajo te preparare una cena muy buena, dormiremos lo suficiente y mañana tendrás más animos. — dije tratando de ayudar y animarla, al parecer resultó ya que asintió en acuerdo.

— ¿Puedes darme muchos besos antes de dormir? — preguntó mientras se incorporaba nuevamente y un tierno puchero se formaba en sus labios.

— Los que quieras. — acepté con una risilla para luego acercarme a ella y plantar un corto beso sobre sus labios.

Bufó ante lo corto del beso pero simplemente reí un poco ante su molestia.

— ¿Solo eso? — preguntó frunciendo el ceño.

— Dijiste que antes de dormir, no aquí, en la cafetería Chae. — respondí.

— Debes compensarlo después. — dijo refunfuñona a lo que asentí.

Adoraba aquel lado de ella, es más... adoraba todo de ella.

En ocasiones podía ser la chica más tierna del mundo, en otras podía ser una completa pervertida o en algunas otras una completa tonta que hacía todo por hacerme reír.

Ahora solo nos quedaba a ambas resignarnos y esperar hasta nuestras merecidas vacaciones que anhelabamos.

Ese mismo día por la noche, disfrutamos de una cena hogareña preparada por mi especialmente para ella. El día había sido un poco frustrante para ella debido a unos problemas con unos clientes, pero en cuanto llegamos a casa siguió igual de animada y cariñosa como de costumbre.