5. Un día anormal

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Estaba sola.
Me detuve sin saber que hacer.

¿Debería regresar a buscar a los demás? ¿O debería esconderme?

Definitivamente no iba por la primera opción; seguro terminaba muerta y eso no sería de mucha ayuda. Y la segunda opción también es dudable, además de cobarde.

Me costaba escuchar los ruidos lejanos, lo cual hacía más difícil identificar si había peligro cerca.

Camine lentamente por el pasillo, claramente en dirección opuesta de donde vine, y cuando al fin encontré un salón que se veía bastante normal para una escuela llena de zombis, decidí entrar. Cerré la puerta cuidadosamente, procurando de que no rechinara y moví unas cuantas sillas enfrente de la puerta, por si los zombis.

Por primera vez en mucho tiempo, no tenía idea de que hacer.

Me senté en el suelo de la esquina del salón teniendo dos opciones: llorar o tirarme de la ventana.

Es que, es un poco obvio que ahora la suerte no esta de mi lado. Siento que en cualquier momento algo atravesara la puerta y vendrá acabar con mi vida. No tengo esperanzas de sobrevivir, no en un momento así, no en un lugar así, no en una situación así.

No creo que sea la protagonista esta vez.

Peter

Subimos la escalera como pudimos antes de que los zombis nos alcanzaran. No eran muchos, pero eran los suficientes como para acabar con todos nosotros en un segundo.

Jason corría junto a mi. Sentía que en cualquier momento me aventaba hacia los zombis como ofrenda, el mal nacido.

Por suerte Monica, tenía mas botellas de vidrio, así que Diana tomo algunas y se las aventó a los zombis, dándonos ventaja. Llegamos al piso sabe que y corrimos por el pasillo lo más rápido que pudimos.

Vimos un salón al final, se veía bastante normal, así que decidimos ir ahí. De todas maneras no teníamos opción, zombis comenzaban a aparecer por todos lados. Ese salón era nuestra última esperanza; a parte de Jane, que siempre tiene un plan.

Por suerte todos entramos en el salón, y por mala suerte, Jason también entro.

Cerramos la puerta forcejeando mientras la deteníamos por dentro ya que los zombis la empujaban con el propósito de entrar. Monica y Hailey empujaban una mesa para ponerla enfrente de la puerta, pero al parecer les costaba trabajo. Michelle no hacía nada para ayudar sino hacernos entrar más en pánico mientras se quejaba gritándonos.

No tenía mucho miedo, pero creo que se debe a la adrenalina. Recuerdo que Jane y yo nos habíamos perdido en el bosque en un campamento y el miedo de estar solos y la adrenalina de ser perseguidos por algo me hizo reaccionar mejor y pude sacarnos a los dos de esa situación.

¿Por que no es así esta vez?

Pensando en Jane, ¿dónde esta? Ya se le habría ocurrido algo o habría escuchado su característico grito. Tal vez no la escuchaba por los gritos agudos en mi oído de Jason y los de Hailey al otro lado del salón.

Por fin pudimos colocar la mesa enfrente de la puerta y la detuvimos con sillas. Will tuvo la ingeniosa idea de abrir una puerta en la pared de al lado derecho, que abría de forma que detenía la mesa de ser empujada por la puerta en donde intentaban entrar los zombis.

—¡¿Podrían callarse de una vez?! —les espeto Diana al dúo de gritones.

De inmediato se callaron y note la ausencia de algo.

—¿Dónde está Jane? —pregunte alarmado.

—¿Jane..? —pregunto Diana confundida, volteando alrededor y manifestando una mueca de terror cada segundo más notoria— ¿Dónde está Jane?

¿Apocalipsis?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora