La Chica Potter ~George Weasley

Miserable verano

Capítulo 1

Sabía que no sería un buen verano desde que le dijeron que debía pasarlo con los Dursley por su propia seguridad, pero había olvidado como era pasar un verano con ellos y eso lo hacía peor.

En vez de gozar un delicioso desayuno que Remus le había hecho con todo el amor posible, estaba repitiéndose las sobras con Harry, pues Petunia les había prohibido hacerse un desayuno por su cuenta.

Después de eso, su día consistía en limpiar todo menos la alacena, pues ahora estaba prohibida. Luego, Piers iba a visitar a Dudley todos los días a las 6:00 p.m. la veía morbosamente y subía a la habitación de su primo, casi siempre se quedaba a cenar.

Era una estúpida rutina que odiaba con toda su alma y esas dos semanas que llevaba allí parecían ser años.

Sin embargo, el día de hoy se sentía más mierda que todos los anteriores, ya que había visto como mataban a la profesora Burbage en una reunión de mortifagos y Piers la miraba más de lo normal mientras limpiaba su habitación.

─¿Se te perdió algo en mi trasero? ─le preguntó harta de la situación.

─¿Si digo que si me dejas buscar en el?

Sintió una repugnancia terrible y escalofrío recorrer su cuerpo.

─Eres un maldito cerdo, Piers. Aléjate de mi.

─Y dime, ¿quién me va a impedir acercarme a ti si me niego? ¿Tú novio... Cómo dijiste que de llamaba?

─Su nombre es George y sí, estoy dispuesta a llamarlo para que venga a lastimarte más de lo que yo lo haré.

Piers se acercó más a ella mientras la miraba a los ojos, tomó su barbilla con su mano y la levantó levemente.

─¿Dónde demonios estás, Piers? ─preguntó Dudley desde el piso de abajo.

─Eres una mentirosa... ─susurró frente a sus labios─. Tú ya no tienes novio, Petunia me lo dijo; siempre lloriqueas por las noches y tienes pesadillas. Aunque, si estuvieras conmigo no las tendrías.

─¿Y eso por qué?

─Porque no dormirías, cariño. Follaría ese espectacular cuerpo virgen que tienes todas las benditas noches y serías mía hasta el amanecer.

Le escupió en la cara y la soltó de inmediato.

─Si te vuelves a acercar a mí te mataré, Piers.

─Te ves tan sensual cuando me insultas ─dijo─. Solo me excitas más.

Se acercó de nuevo a ella y está vez, acercó la erección que tenía a su pierna para que la azabache también pudiera sentirla.

─¡Aléjate de mi!

─¿Por qué hacerlo si puedo cogerte ahora mismo?

─Porque yo lo digo, imbécil ─dijo la voz furiosa de la azabache.

Le causó un horrible dolor de cabeza al idiota de Piers, incluso peor que el que le había causado en el verano dem 1995. Esta vez, se aseguró de meterse rápidamente a sus primeros recuerdos, y luego, alteró algunos e hizo que sus ojos se volvieran completamente negros para asustarlo, lo cuál funcionó pues se fue corriendo y lloriqueando a su casa mientras se agarraba fuertemente la cabeza.

─Por Merlín, ¿estás bien? ─le preguntó su hermano, quién claramente había subido corriendo cuando la escuchó.

─Eso creo. Piers se estaba pasando, pero lo asusté ─dijo intentando que su voz sonara calmada, aunque estaba muerta de miedo y repugnancia.