La sensei Kazashi Hatake le relata a su joven estudiante Sasuke Uchiha la historia de su tormentoso primer amor diez años atrás, cuando fue enviada a una misión con Sasori de la Arena Roja.
Créditos a Quai por el dibujo de Sasori en la portada.
ADVERTENCIAS: Lemon (Hetero). Marcaré el principio y el fin del mismo con un emoticon de limón para quien guste saltárselo. 🍋
Esta historia no pretende apegarse 100% a los detalles canónicos del universo de Naruto. (obviamente) ¡Que lo disfruten, bellos lectores!
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-Entiendo que las niñas a esa edad están más interesadas en los chicos que en su entrenamiento ninja... -Le dije a Naruto mientras observábamos a lo lejos a mi alumna ser rechazada por enésima vez por Sasuke. -Pero no debería forzarlo tanto a que le corresponda o tendrá el efecto contrario.
-Parece que tiene mucha experiencia con eso, Kazashi sensei. -me respondió, con un tono pícaro. -¿Usted ha estado enamorada?
Su pregunta me descolocó. No esperaba que fuera tan directo. Fue mi error, viniendo del número uno cabeza hueca del equipo. Al parecer el otro par escucharon esto y estaban interesados, pues aunque hace poco Sasuke estaba peleándole a Sakura su espacio personal, ahora estaban callados.
-Eso es algo que a ustedes no les importa. -respondí, tajante. -¿Por qué no...?
-¡Eso es un sí! -Interrumpió Naruto, triunfante. -¡Nos importa mucho, de veras!
-Vamos Kazashi sensei. -le siguió Sakura. -Que nos cuente ése tipo de anécdotas nos ayudaría mucho para reforzar nuestros lazos como equipo.
-Una palabra más al respecto y cancelo la recomendación que les di para que hagan los exámenes chunin. -contesté en voz un poco más alta, imponiendo nuevamente el orden. Los tres se cuadraron y caminaron con toda la tranquilidad que cada uno podía ofrecer. Naruto, por ejemplo, iba quejándose con sus manos en la nuca, justificando el por qué soy injusta y una amargada. Con esta capacidad privilegiada que tengo para hacer varias cosas a la vez, pude ignorar los comentarios de mi alumno y transformarlos casi a ruido blanco, sin dejar de estar pendiente del entorno que nos rodeaba, y a la vez reflexionar internamente.
Naruto, respondiendo a tu pregunta, he estado enamorada tres veces. La primera de tu padre, de una manera pura e inocente. Me imaginaba a los nueve años mi "yo" mayor ganando en la competencia no correspondida por su corazón con tu madre, y yendo al altar con Minato. Mi sensei, mi admiración, mi héroe y mi ejemplo a seguir, quien estuvo para mí como consuelo cuando no había nadie. Más temprano que tarde descubriría que él no era la persona a la que estaba buscando, y que lo que sentía por él no era amor romántico en realidad. Después, cuídate de tu rivalidad con Sasuke, que yo también la viví a mi tiempo. El hecho de tanta competencia y odio sin sentido, no es más que la negación de tus propios sentimientos. Obito murió cuando apenas comenzaba a asimilar esto, y por lo tanto, pude dar vuelta atrás antes de que su muerte me doliera más de lo que ya lo hace. Y mi insuperable tercer amor... Uso su ingrata carta de despedida como el separador de mis libros. La aldea oculta de los valles no es precisamente una potencia militar, pero su suelo goza de un nivel envidiable en cuanto a la producción de químicos, plantas y minerales necesarios para la creación de ciertas armas, venenos e incluso medicinas. Es por esto que la aldea oculta entre las nubes hace algunos años trató de conquistarla y volverla una tierra del país del rayo. Fue así, que Sunagakure se unió con Konoha para enfrentarse a Kumogakure en pos de regresar a la aldea de los valles su libertad...
