Capítulo 33

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6 de octubre de 2021
Estambul, Turquía.

Luego de la última carrera, los pilotos pudieron disfrutar de una corta semana de descanso, durante la cual, Ángela empezó a entrenar con Carlos, acción que tomo por sorpresa al madrileño, su novia no era precisamente la chica más atlética del mundo, por lo contrario, Ángela amaba dormir y comer, más sin embargo el piloto no puso objeción. Constantemente Carlos se distraía en sus entrenamientos con la ropa deportiva que su novia utilizaba. El domingo por la tarde viajaron a Estambul, sitio donde se realizaría el Gran Premio de esta semana.

El lunes por la mañana, la pareja decidió salir a correr por una avenida de esa ciudad. Ángela quedó enamorada del lugar, con la cultura, la arquitectura y todo lo que era Turquía, quien no se enamoraría. El lugar era hermoso. Carlos se hacía tonto y dejaba que la chica fuera delante de el para poder disfrutar las vistas que el bonito conjunto deportivo que Ángela llevaba puesto le estaban ofreciendo.

Al ver que Ángela empezó a detenerse, Carlos disminuyo su ritmo.

— ¿Todo bien, cariño?

— Sinceramente, ya veo resultados — dijo agitada mirando a su novio quien la miraba con algo de curiosidad — siento que ya baje como 4 kilos.

Carlos se acercó a ella riendo. Ángela llevaba apenas una semana y media entrenando con el, era prácticamente imposible que ya hubiera bajado eso, pero al madrileño le divertía el sentido del humor que tenía su novia, todavía recordaba como había terminado derrotada el primer día.

— Te ves preciosa, cielo — respondió sincero mientras la tomaba de la cintura para acercarla a el — ¿te confieso algo?

— ¿Qué pasa?

— Me fascina tu ropa deportiva — susurro en el oído de la chica — desde que te lo pusiste en el cuarto del hotel... perdí completamente las ganas de salir a correr.

Ángela se aparto de el modelándole la ropa que traía puesta. Carlos sonrió ante la acción de su novia y la recorrió con la mirada. La chica se miraba bonita con el conjunto deportivo que traía puesto, una falda short negra, su top deportivo color rojo y sus tenis. Para Carlos no pasaron desapercibidas las miradas que algunos turcos le lanzaron a su novia.

— Entonces... ¿te gusta mi ropa?

— Me encantas — respondió sincero — y no solo yo, muchos turcos te están desnudando con la mirada...

Ángela sonrió ante lo último que dijo su novio.

— No me abraces mucho entonces — dijo la mexicana molestándolo mientras se intentaba zafar de los brazos de su novio — están guapos, dejemos que piensen que soy soltera.

Carlos frunció el ceño.

— ¡No está soltera! — dijo el madrileño elevando la voz, ocasionando que todos los presentes voltearán hacía ellos — ¡Yo soy su novio!

— Callate, tonto — Ángela comenzó a carcajear, poso sus brazos alrededor del cuello de su novio y con su ayuda se subió de un brinco en el, sosteniéndose con sus piernas a su alrededor — Te amo, guapo.

— Yo también te amo, mi vida — sonrió acercando su rostro un poco más al de ella — vamos a mostrarles a esos turcos que te miraban lo mucho que te ama tu novio — Carlos junto sus labios en un beso.

— ¡Dejen de ser exhibicionistas! — gritó Charles trotando hasta ellos, provocando que se separen — no tienen respeto por la pobre gente que pasa por aquí.

Ángela lo miró enarcando una ceja.

— Lo dice quien se encierra en su cabina con mi amiga por mucho, mucho tiempo. 

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