Creo que aún sigo analizando cómo pasó todo hace unas semanas,
cómo pasé del hecho de estar enojada con él en la tarde y en la noche nos comimos a besos.No puedo negar mucho que me gusta, sí me gusta Santiago.
Pero, desde ese día he sentido como hasta cierto punto las cosas han cambiado entre nosotros.
Es que, no sabemos cómo comportarnos el uno con el otro.
Ese día cuando salí de su casa, le pregunté qué seguía después de esto y su respuesta fue:
—Lo iremos descubriendo a medida que pase el tiempo.Mi habilidad no es ser paciente, soy de las que les gusta que todo pase ahora y no en unos días, semanas o horas. Así que, no sé, no sé cómo comportarme cuando estoy con él.
Porque no sé si eso que paso nos convierte en algo más o simplemente seguiremos siendo amigos... esto de esperar no es lo mío.
—Hola Ashley. —la voz de Santiago me espabiló, estaba saliendo del super— ¿En qué tanto piensas?
—En nada. —respondí automáticamente— ¿Qué haces aquí?
—En lo mismo que tú. —me mostró su bolsa de compra.
—Bien. ¿Viniste en tu auto?
—Sí. —asintió— ¿Por qué, me estás preguntando indirectamente si te puedo llevar? —insinuó con diversión.
—Sí tú insistes. —alcé los hombros.
—No puedo creer como me gustas tanto. —al Santiago decir eso, sonreí internamente.
—¿Te digo la verdad? Yo tampoco lo puedo creer.
—¿Qué me gustas o que te gusto tanto? —hizo un guiño.
—Te dejaré con la duda. —sonreí en señal de victoria, él hizo un puchero.
—No es justo.
—La vida no lo es.
Nos dirigimos al estacionamiento y pusimos nuestras fundas de compra baúl del auto.
Al acomodarnos ya dentro del auto, Santiago se quedó mirándome por un momento.
—¿Pasa algo? —indague preocupada.
—Nada, es solo que. Todo entre nosotros ha sido medio raro después de los besos en mi casa, teníamos semanas sin vernos y hablar así, cómo lo estamos haciendo ahora.
—Creo que no sabemos qué sigue después de eso.
—O no sabemos cómo actuar estando juntos. —al escucharlo decir eso, algo cambió dentro de mí.
—No sé cómo actuar cuando estoy cerca de ti. —confesé.
—Ay Ashely. —me miró con ternura.
—¿Qué?
—El que no sabe cómo actuar cuando está cerca de ti, soy yo.
Ambos sonreímos.
—Lo iremos descubriendo a medida que pase el tiempo. —no puedo creer que yo dije eso.
La Ashely impaciente se está doblegando por Santiago.
—Juntos.
Alzó su dedo meñique de la mano derecha y lo entrelazó con el mío.
—Juntos. —repetí.
Parecíamos dos niños pequeños haciéndonos una promesa y es realmente tierno, es lindo poder tener este tipo de momentos con él.
Santiago encendió el auto y nos dirigimos directamente a nuestras casas, en el transcurso Santiago puso canciones desde su celular a las bocinas y se repetía constantemente la canción de Can't take my eyes of you.
—¿Por qué escuchas tanto esa canción? —pregunté sin pensar— Sé que es hermosa y todo eso, pero en el camino ya la has puesto tres veces. —recalque y él sonrió.
—¿Recuerdas cuando toqué con tu guitarra esa canción en tu casa? —asentí— Verte cantando, verte bailar algo desafinada con Estarling, pero sobre todo ver en tu rostro de nuevo una sonrisa aún cuando estabas tan mal me hizo amar tanto esa canción, creo que...
—¿Qué cosa? —pregunté en un hilo de voz, Santiago es experto en dejarme así, sin habla lo que él a veces expresa.
—Creo que ahí lo fuerte que era esto que siento por ti. —se estacionó al frente de mi apartamento— Porque desde que Estarling me dijo lo mal que estabas ni siquiera me importó lo cansado que en ese momento estaba, solo quería verte e intentar animarte.
—Y lo lograste. —sonreí de lado— Gracias, Santiago.
—No tienes nada que agradecer, estrellita. —hizo un guiño y salimos del auto. Abrimos el baúl y sacamos mis fundas de compra, Santiago las dejó frente al ascensor.
—Gracias de nuevo. —cuando iba a tocar uno de los botones de la entrada del ascensor, la mano de Santiago me lo impidió.
Él me jalo a su dirección, tomó su rostro en mis manos y me besó.
Este beso, se sintió diferente al primero y muyyyy diferente al segundo, este era uno más tranquilo, más suave, más especial.
—Santiago. —susurré cerca de sus labios.
—Sí, estrellita? —dejo un beso suave en mis labios de nuevo.
—Si quieres puedes pasar un rato en casa. —Ashely, qué atrevida— Claro, si quieres.
—Si quiero pasar y quedarme, ¿está permitido?
—Puedes quedarte. —respondí.
—¿El tiempo que yo quiera? —indagó con una sonrisa pícara y no pude evitar soltar una risa nerviosa.
—Sí.
******************
Espero que estén disfrutando mucho la historia, así como yo al escribirla.
Tenemos lectores nuevos por aquí, me gustaría saber de donde vienen?
De Instagram?
O de Tiktok?
Recuerden que pueden encontrarme en Twitter e Instagram como Iamdrajimenez_
Por allí podremos hablar más sobre esta historia.Recuerden votar, me ayudan muchísimo.

ESTÁS LEYENDO
Simplemente pasan. ✔️
RomansaCuando las cosas buenas tienen que pasar, simplemente pasan, no? De eso trata la historia de Ashely y Santiago, de como un simple momento trajo consigo que ellos se encontrarán después de tanto tiempo. Después de tanto tiempo pudieron encontrarse, p...