El reencuentro.

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Ahora mismo me encontraba en una casa agena, arreglando me un poco. Hoy iba a visitar a Harry, mi hermano. El se encontraba en Hogwarts y por la hora que era intuyo que estaría en el comedor cenando.

Me puse un poco de perfume y me mire por última vez en el espejo antes de salir de la casa. Llevaba algo de maquillaje y un vestido pegado negro que me encantaba. Hay que decir que lucía igual de increíble que siempre.

"Bajale al ego"

Con mi varita llame a mi escoba y salí rumbo a Hogwarts. No me costó mucho la verdad. Lo que sí que me costó fue entrar la pinche barrera, el Dumbledore se la había currado bien.

Estuve una media hora intentando entrar a base de hechizos, lo cual fue en vano, hasta que me decidí por usar la aparición. Ya lo había intentado algunas veces y no resultó muy bien que se diga.

-Venga Mar, tu puedes, no te dejes medio cuerpo atrás.- Me dije a mi misma.

A la cuenta de tres apareci delante de cuatro mesas en las que se encontraban los alumnos cenando. Mire a mi lado encontrándome a Dumbledore con cara de sorpresa, los alumnos tampoco se quedaban atrás, sus caras eran muy divertidas.

-Te has lucido.- Susurré para mí misma, me estaba muriendo de la vergüenza.

Empecé a buscar esos ojos verdes esmeralda que tanto estrañaba cuando escuché la voz de Harry llamándome.

-Mar?- Pregunto él.

-HARRY!- Chille emocionada mientras corría hacia él.

Me abalancé sobre mi hermano sin pensármelo dos veces. Fue un abrazo tan cálido, lo echaba de menos.

Cuando nos soltamos me encontré con la mirada de los alumnos y profesores fijada en mi. Me acerqué a saludar a Dumbledore.

-Parece que Harry y tú os conocéis muy bien.- Me dijo el algo curioso. -¿Podrías decirme quién eres y a que se debe tu visita?- Preguntó.

-Creo que esto resolverá tus dudas.- Dije mientras me colocaba la mano en la frente para retirar unos mechones de pelo, dejando así ver mi cicatriz con forma de rayo.

-Oh ya veo, es un honor conocerla señorita Potter.- Dijo amablemente.

Al escuchar a Dumbledore, los alumnos se sorprendieron aún más de lo que ya estaban y se empezaron a escuchar algún que otro susurro.

-El placer es mío. Dumbledore, después de la cena, ¿podría hablar en privado con usted?- Pregunté algo dudosa.

-Claro que si, ahora siéntate con Harry y come algo, seguro que tenéis que poneros al día.- Dijo el con una cálida sonrisa.

Yo simplemente le devolvi la sonrisa para sentarme al lado de Harry en la mesa. La comida olía genial y tenía tan buena pinta que no me pude resistir y me di un atracón.

Harry no paraba de preguntarme cosas, y entiendo que lo haga pero no podía responderle con la boca llena de comida.

-Harry te prometo que luego te explicaré todo y responderé a todas tus preguntas pero ahora déjame no me vaya a atragantar. - Le dije mientras sonreía.

-No has cambiado nada.- Me respondió el.

-Lo sé.- Le dije mientras soltaba una pequeña risita.- Bueno, ¿que tal por aquí, ya tienes pareja?

Harry escupió el agua que tenía en su boca mojando así a unos pelirrojos.

-No seas boba, claro que no. -Dijo el algo sonrojado.

-Se nota, se nota.

Los pelirrojos interrumpieron nuestra conversación para presentarse.

-Bueno así que eres la hermana de Harry eh. Nosotros somos Fred y George Weasley pero nos llaman "los pivones de la escuela"- Me dijo Fred mientras hacía un gesto con las manos.

Quiero ser tuyo-Draco Malfoy (Enemies to lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora