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Es de conocimiento público, como siempre, para esta autora que, ayer por la noche, lady Portia se colo al concierto en la residencia Smythe-Smith sin invitación directa y que su único objetivo fue sacar a su hija de ahí, es una pena verdaderamente porque, la señorita Penelope Featherington, dejó desconsolado al pobre lord Fife, tanto así que este se desanimó y se marchó.

Esta autora también se enteró de la atención que recibió el soltero más codiciado del momento: Colin Bridgerton, cuando se quitó uno de sus guantes para revisarse la mano, se notó indicios de una cortada y de una posible pelea anteriormente, no se sabe la historia original pero esta autora asegura que el señor Bridgerton estaba muy incómodo alrededor de las damitas debutantes.

Francesa Bridgerton es todo un diamante, el conde de Kilmartin se sentó junto a ella y pocos instantes fueron donde dejó de observarla, ¿habrá una boda al final de la temporada? Esta autora confía que sí.

Revista de sociedad de Lady Whistledown.

A

l día siguiente, Penelope estaba pensando en lo ocurrido, no había bajado a desayunar con su familia y llevaba su buen rato entre las cuatro paredes de su habitación preguntándose dónde tenía la cara para enfrentarse a su mamá quien, extrañamente, mientras iban en el carruaje,  no mencionó ni pío.

—¡Penelope, Penelope! —la prima Felicity entró a su habitación brincando peor que un cachorro y se tiró a su cuello.

—¿Qué sucede?

—¡Te ha venido a visitar lord Bridgerton y sus hermanos!

Penelope miró a Felicity y enseguida deseó tener valor para tirarse por la ventana. Sin importar si se moría.

—¿Para qué? —cuestionó cerrando los ojos. Había evitado pensar en Colin y todas sus actitudes raras y alusiones al matrimonio.

Sí, la besó. Pero no por esa acción correría a sus brazos, ¿era justo? No, no lo era y debían entenderla.

¿Cómo iban a confiar en alguien que a la primera oportunidad le metió una daga por la espalda? Honestamente, no la merecía, nunca la ha merecido.

—¿Qué te pasa? Creí que te gustaría saberlo, en el desayuno la tía Portia dijo que el señor Colin Bridgerton estaba embelesado por ti.

Penelope se tiró a la cama mirando el techo. ¿En serio?

—Mi madre no está muy bien de su vista.

—Puede ser, pero si Colin Bridgerton se ha fijado en ti es porque tiene buenos gustos, Hyacinth me vino a visitar y dijo que ayer él le dijo a lady Violet que...

—Dile que se vaya —murmuró sintiendo una jaqueca terrible —. No quiero ver a nadie.

—No se irá, dijo que viene dispuesto a todo —advirtió Felicity sentándose junto a su prima favorita.

Todo ese tiempo estuve ahí, me pongo guapa, otros me quitan su atención y ahora si se interesa por mí.

Pensó Penelope.

Pues no.

Ya era hora de que Colin Bridgerton se hiciera responsable por sus actos y palabras. De ella no iba a volver a tener nada. Ella era importante y no necesitaba de él para comprobarlo.

—¿Por qué no baja?

Anthony revisó el reloj de bolsillo y negó. Colin estaba en el salón, con un ramo de flores y una tarjeta escrita con ayuda de Benedict.

Cortejando A Penelope Featherington Donde viven las historias. Descúbrelo ahora