III

124 9 1
                                    

Los otros mientras tanto, iban camino a hacerse cargo de la Iglesia.

—¡Muy bien, Martin!

—Marlin —corrigió con cierto fastidio.

—Martin, Marlin. ¡Es lo mismo! Tenemos cosas que hacer, ¡Hoy más que nunca!

—Siempre es más que nunca —le recordó, rodando los ojos.

—"No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas", ¿lo olvidas?

—Sí, sí, Isaías 43:18.

—¡Esatto! Además, ¡esta vez aplica e molto bene! —explicó, más emocionado de lo normal.

—¡Ah caray!, ¿y por qué? —preguntó con un poco más de interés.

—Hoy vinieron nuevos visitantes desde la oficina de un dentista en Sidney, ¡tenemos que enseñarles de las buenas nuevas! El Señor-

—Lo puso en tu corazón, sí, ya me lo sé. En primer lugar, ¿tienes corazón?

—¿Scusa? —cuestionó algo ardido.

—"Porque los peces como ellas carecen de corazón" —medio cantó y rió.

Vaya, mi creación es rara. Si una mujer es bella, Jarabe de Palo le dice que no tiene corazón, pero si es fea, "se dice que, ¡eeees fea!, ¡que camina a lo malevo!, ¡que es chueca y que"- bueno ya, duele después de que la sacaron de Netflix.

—Ahhh, ya soltó una risa ligera y volvió a su estado de antes pensé que me habías insultado.

—¡Noooo!... —"te equivocas"; continuó mentalmente.

—Entonces, ¿me ayudarás?

—Es mi obligación, ¿por qué me preguntas? —dijo tratando de suprimir su molestia.

—Porque el libre albedrío existe.

—Ajá —lo miró incrédulo— supongo que yes.

—¡Bravissimo! ¡Tenemos mucho que hacer! —anunció arrastrándolo.

—¡Jaja!... Ay...

El Pescado del Pecado (Marlin X Gill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora