4.Danielle Brown

60 8 0
                                    

(Narra Nicole)

Lunes. Era lunes. Y eso era una mierda.

- Nicole cómete ese donut de una vez - me reprochó mi madre interrumpiendo mis insultos mentales hacia el maldito lunes - ¡Me estás poniendo mala! ¿Te ha dado hoy por ir a cámara lenta o qué?

- Es que es lunes - Dije perezosa y con obviedad ganándome una mirada asesina por su parte - ¿Qué? Es la verdad - Me fulminó con la mirada seriamente por lo que comencé a comer el donut más rápido.

Cuando termina un fin de semana me aterro, al igual que todos, vuelven las aburridas y eternas explicaciones, los deberes y... los exámenes.

- ¡Eres una lenta! Encima de ser tu taxista todas las mañanas, también tengo que esperarte - Habló al momento Nash colgándose su mochila sobre el hombro.

- ¿Te crees que a mí me gusta que me lleve un idiota como tú? ¡Hasta vergüenza me da! - Exclamé levantandome de la mesa. Cómo me gustaría tener mi coche... Aunque tener de chofer a mi hermano tampoco está tan mal.

- ¡A mi tú si que me das vergüenza niñata! - Su tono de burla hizo que me entraran ganas de enfadarlo.
¿Se cree que podrá contra mí? Oh... que equivocado está el pobre.

- ¿En serio? Pues que raro... Varios de tus amigos me piden salir - Sonreí con superioridad y con malicia.

- ¡Eso no es verdad! - Levanta el tono y noto la rabia con la que lo dice. Es verdad lo que le he dicho y sabía que iba a reaccionar así.

- Sí que lo es... - Murmuré altamente.

- ¡Mentira!

- ¡Basta ya los dos! - Mi madre gritó provocando nuestro silencio - Dejaos de tonterías que ya no sois unos niños y salid ya o llegaréis tarde.

- No es mi culpa que sea un inmaduro - Silbé saliendo de la cocina.

- ¡Hablo la más madura del universo! - Exclamó con desesperación siguiéndome hasta el coche y no pude evitar reírme, me encanta sacarlo de sus casillas... Ya tenía algo positivo que me alegrara la mañana.

***

Al llegar al instituto, mi hermano y yo nos bajamos del coche y cada uno fue por su lado.

Yo, por supuesto, en busca de las chicas. Estaban cada una en sus taquillas, las cuáles estaban separadas por una que estaba entre ellas: la mía. Desde principio de curso decidimos poner nuestras taquillas juntas.

- ¡Woolaa! - les dije mi típico saludo, me encanta decir eso.

- Hey, Nikki - Me saludó Susy con una sonrisa. A continuación me saludó Tessa sonriente, desde que sale con Henry está feliz y contenta todo el tiempo; ese chico me cae bien por el simple hecho de hacer feliz a mi amiga.

Seguimos hablando del fin de semana y de repente, me acordé de aquel mensaje y me puse muy nerviosa. Rápidamente recordé que sólo era una broma, me tranquilicé y seguí charlando animadamente.
Al terminar, nos dirigimos hacia nuestra primera clase.

Entramos juntas encontrándonos a todos los alumnos sentados, todos con uniforme, para variar. Me di cuenta de que el maestro estaba hablando y las tres nos miramos con una cara que expresaba la palabra "mierda".

- Señoritas - llamó nuestra atención nuestro tutor, sí, no era un profesor cualquiera, era nuestro tutor - No me gusta que lleguen tarde.

Vaya, nos quedamos demasiado tiempo hablando fuera.

- Lo siento profesor - Murmuramos al unísono y fuimos a sentarnos, cada una en su sitio. Al sentarme, noté la presencia de una chica a mi lado, era rubia e iba vestida toda de negro, también llevaba un gorro y tenia una bonita sonrisa. No la había visto antes.

- Bien, como iba diciendo - Nos miró con seriedad - Esta será vuestra nueva compañera durante todo el curso - Miró a la chica antes de volver la vista a los demás - Su nombre es Danielle Brown.

- Dani - Habló por primera vez la chica. El tutor la miró con el ceño fruncido - Eh, mi nombre... Solo Dani - Aclaró y todos nos reímos por lo bajo, el profesor y su retraso mental.

- Oh, ya - Murmuró para él mismo y continuó hablando - Pues eso, le damos la bienvenida al centro y espero que sea bien acogida - Su tono era de advertencia - Puedes sentarte.

La chica, de la cuál ya sabía el nombre, obedeció su orden y se sentó justo delante de Susy, luego se giró y se nos quedo mirando a las tres. Nos miraba fijamente, su mirada reflejaba miedo y nerviosismo.

- Has visto como nos mira - Susurró Tessa a mi lado por lo que asentí lentamente.

Danielle, pareció escucharnos porque al momento nos sonrió con simpatía.
Cuando terminó la clase, me levanté de mi sitio y alcancé a las chicas. Estaba hablando con ellas, hasta que se nos acercó la nueva.

- Hola - Nos saludó con una sonrisa.

-Hola, eh, ¿Danielle verdad? - Dijo Susy mirándola fijamente.

- Solo Dani - Dijo ella mirando al suelo. Al ver su cara intenté ser amable.

- ¿Quieres venir con nosotras a biología?

- Esta bien - Dijo algo tímida.
Empezamos a caminar hacía la clase.

- ¿Y por qué te has cambiado de instituto? - Pregunté y las chicas me mandaron miradas asesinas. Siempre he sido muy directa, por lo que Tessa me dió codazo - Quiero decir... que por qué has decidido eso, si no es algo personal, ya sabes - Me corregí con tono de simpatía.

- Oh... pues - Pareció ponerse nerviosa y eso me pareció raro, pero decidí dejarlo pasar - La verdad no sé, supongo que un cambio no le viene mal a nadie y simplemente lo decidí.

La miramos con curiosidad y asentimos.

- ¿Por qué lo preguntas Nicole? - Preguntó Danielle, o Dani.

- Porque... - Me callé un momento - Espera, ¿y cómo es que sabes mi nombre?

Pareció ponerse más nerviosa aún y dijo:

- Me lo dijiste antes.

- No, no te lo dije - respondí segura.

- Se lo habré oído a alguien entonces, qué más da - Dijo quitándole importancia con un movimiento de mano.

- Vamos a clase o llegaremos tarde - Volvió a decir antes de entrar en la puerta.

Cuando ella despareció, las chicas me miraron.

- ¿Qué? - pregunté.

- Que eres muy cotilla, eso pasa. - dijo Susy - Era una pregunta personal.

- Anda ya, tampoco es para tanto... - Me defendí. Las chicas negaron con la cabeza y les sonreí.

- Os quiero...

- No nos hagas la pelota - Me dijeron a la vez y se miraron antes de reírse como locas. Después, entramos a clase.

Al entrar, Dani nos sonrió simpática desde su sitio. Le devolvimos la sonrisa y nos sentamos. Al poco tiempo llegó el maestro y comenzó la aburrida clase.

El profesor estaba explicando cuando mi móvil vibró en mi mochila. Disimuladamente, metí la mano en el bolsillo y lo cogí. Lo puse debajo de la mesa y leí el mensaje:

Número desconocido: El pijama os queda muy bien, pero desde luego, el uniforme os queda mucho mejor.

Me asusté. Me asusté mucho. Levante la mirada del móvil y me encontré a las chicas con sus móviles en las manos, me miraron horrorizadas y entonces lo supe. Supe que a ellas también les había llegado el mensaje.

PACTO DE TRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora