Prologo

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Hay quienes nacen con alas tan blancas como la nieve, otros tan negras como el carbón. En zonas calurosas es muy común ver alas que simulan llamas de fuego rojo (llamas azules en algunos casos), así como abundan alas de luz en los sectores más helados. Hay quienes nacen con alas de metal, y entre ellos es donde encontrarás más variedad en cuanto a colores; pues verás plumas de plata, oro, cobre, verde, rojo y azul, pero fuera de esto no se verá mucho más en qué destacar. No son tan veloces volando como las alas negras y blancas. No tienen usuarios tan fuertes como las alas de fuego. Tampoco poseen reflejos tan rápidos como los que poseen alas de luz. Pero eso no le impidió a este grupo que se desarrollaran y evolucionaran con el tiempo junto a los demás, o que no pudieran sobrevivir a las mismas catástrofes, penurias, conflictos y desastres que los otros también debieron soportar. No importaba que fuesen un poco más lentos o que su peculiar constitución les hacía correr peligro en ciertas zonas más que a otros (demasiado más propensos a que les cayera un rayo); lo fundamental era que pudieran volar. Después de todo, ¿qué puede hacer en el suelo algo que nació para volar? 

Alas azul cobaltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora