Severus maldijo su suerte, hacía tan solo una semana había sido admitido en la prestigiosa academia para alfas Hogwarts y el no recordaba haber presentado solicitud alguna, principalmente porque era un omega.
El omega dejo la pesada maleta sobre el suelo frente al tren mientras su mente seguía divagando.
Era conocido por toda la población del Londres Mágico que Hogwarts había cambiado hacía tan solo un mes de director trayendo consigo nuevas leyes un tanto absurdas, como el uso de aparatos eléctricos muggles o la creación de gimnasios. Aquellas modificaciones habían vuelto loca a la opinión pública, pero lo que de verdad desató el caos fue abrir las puertas a los omegas.
Severus suspiro, era la oportunidad de su vida pero tampoco era tan gilipollas como para meterse en un lugar repleto de alfas cachondos y en el cual seguramente lideraría la anarquía.
-Llevas todo- le pregunto su madre con una sonrisa en la cara.
-Me falta el gas pimienta- se quejo- no entiendo cómo has podido meterme ahí.
La mujer le dirigió una mirada divertida y acarició su mejilla con cariño.
-Mi amor- comenzó- eres demasiado listo para un simple colegio, claramente tienes un don con la magia- la omega hizo una breve pausa- además los seis primeros omegas en matricularse tenían gastos pagados, no podía perder esa oportunidad.
-¿Los seis primeros?- pregunto-¿No crees que es un número un poco extraño?
-Al principio si- afirmó- luego me dijeron que tú solicitud había sido la cuarta y se me olvidó.
Severus volvió a maldecir, su madre había sufrido mucho por culpa de su padre y había desarrollado una pequeña obsesión con el dinero que implicaba ahorrar hasta el último centavo, no era exagerado pero solía influir en sus decisiones.
-Debes irte- le dijo mirando el reloj- el tren saldrá dentro de poco. Acuérdate, tu vagón es el diez.
Severus se dejó besar la mejilla y subió arrastrando el pesado baúl. Los omegas eran los primeros en subir y, una vez instalados, abrirían las puertas del lado contrario a los alfas. El joven deseo que no fuera una sola línea de tren que permitía acceder tanto por derecha como por izquierda, así al menos tendría la oportunidad de que a uno se lo llevara por delante un tren al cruzar el rail.
Atravesó el vagón de madera y abrió la puerta número diez, en todo el camino no había visto a nadie más por eso le tranquilizó encontrar otros cinco omegas con caras de frustración.
-No dejes que se cierre- le gritó una joven de pelo rizado- mierda.
Severus miró la puerta tras él.
-Joder, ya no se volverá a abrir.
-¿Cómo que no de abre?- gritó mientras intentaba forzarla- tenía pensado bajarme cuando dejáramos la ciudad.
-La mierda está no hace paradas- dijo un pelirrojo- pero me alegra saber que no iba a ser el único que tenía pensado saltar de un tren en marcha.
-Lo siento- dijo un joven de pelo negro y belleza abrumadora- ha sido idea de mi madre, creo que se olía lo que tenía pensado.
-¿Y quién es tu madre?- pregunto esta vez un rubio- para saber a quién mandar a la mierda
-Walburga Black- contesto- la maldita bruja con más dinero y protección del puto mundo mágico.
-¿Black?- interrumpió Severus- creía que solo tenía un hijo alfa.
-Ya- afirmó- su niñito deseado, el heredero alfa, el mayor imbécil del mundo- hizo una pequeña pausa- Digamos que le jodió un poco que naciera omega pero luego me cogió cariño y se aseguró de mantenerme a salvo de cualquier alfa.
Severus se sentó con un suspiro, maldita sea si que iba a Hogwarts.
-Bueno, viendo que nos queda un largo y maravilloso viaje- dijo con sarcasmo la joven- ¿por qué no nos presentamos?
-Genial- se burlo el rubio- Lucius Malfoy, heredero de la familia Malfoy y razón por la que estoy aquí, el imbécil de mi padre dice que tengo que ir a la escuela más prestigiosa de Londres.
-Bellatrix Black- se presentó la joven- y mi primo Regulus, al igual que Lucius estamos aquí por la familia.
-Arthur Weasley- dijo el pelirrojo- mi familia es pobre y creía que esto era buena idea, obviamente se equivocaban.
-Severus Snape, básicamente lo mismo que Arthur.
-Peter Pettigrew- se presentó el último- mi madre creía que era una buena forma de encontrar pareja.
-Perfecto- hablo Regulus- ahora que hemos terminado el momento campamento de verano que coño hacemos.
-¿Hundirnos en nuestra miseria?- propuso el pelirrojo.
-Me parece una idea magnífica- secundo Bellatrix.
Severus paso el viaje realmente tranquilo e incluso de manera divertida, aquellos omegas eran ñ simpáticos y el tener la misma situación los unió rápidamente.
Cuando la noche calló los omegas bajaron del expreso por la parte derecha mientras que los alfas por la izquierda, debido a que el vagón iba aislado no podían percibir las feromonas de los alfas pero ahora, al aire libre y como única barrera el tren, el olor era insoportable.
-¿Dónde están los demás?- pregunto Peter preocupado-¿ Por qué somos los únicos omegas?
Los jóvenes miraron a su alrededor con cierto miedo además las feromonas de alfa junto a sus voces a tan solo unos metros no ayudaba a que se relajara.
-Buenas noches queridos-hablo una relajante voz- bienvenidos a Hogwarts.
Frente a ellos el omega con las vestimentas más raras que había visto en su vida les sonreía tiernamente.
-Permitirme presentarme, soy Albus Dumbledore y seré vuestro nuevo director, ¿alguna pregunta?
-¿Y los demás omegas?- cuestionó Severus.
-¿Por qué te vistes como un payaso?- se atrevió a decir Bellatrix.
-¿Eres un omega?- pregunto Peter.
-Primero- comenzó el anciano- sois los únicos omegas que han accedido a matricularse, sinceramente no entiendo porque ha habido tantas bajas cuando se informaba que las plazas gratis ya estaban completas, segundo, yo creo que la túnica es preciosa y tercero, si, soy un omega, la junta pensaba que un cambio vendría bien.
-¿Los únicos omegas?- repitió Lucius- somos lo únicos omegas en un maldito colegio de alfas.
-Puta madre- maldijo Bellatrix.
Severus sintió que empezaría a llorar en cualquier momento, iba a ser un año de mierda.
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Como sobrevivir siendo un omega (Harry Potter)
FanficLa prestigiosa academia de Hogwarts abre sus puertas por primera vez a omegas. Los personajes no me pertenecen.