~{El Pecado Divino}~(Imperio Azteca x España)

cap1-desconocido

Padre, no estoy seguro de querer ir.-un joven español seguía de prisa a su padre por un extenso pasillo.

-tenemos que.-el mayor no se detenía por nada, ni por las veces que su hijo le pidió detenerse para hablar.

-en realidad no tenemos que...-ahí fue cuando el mayor se detuvo de golpe haciendo que el joven chocara con la espalda de su padre. El mayor se dió la vuelta recto y serio haciendo que su hijo sintiera temor.

-escucha bien españa, algún día tu vas a hacer el que represente a esta nación con toda su historia y futuro próximo, como tú padre te digo que para gobernar un país tienes que hacer algunos sacrificios sin importar lo atroz del acto. Tienes que sobresalir y ser más fuerte a como de manera ¿Escuchaste?-el imperio español tenía sus manos en los hombros de su hijo. España podia sentir como su padre apretaba cada vez más el agarre.

-Entiendo padre...-decía cabizbajo.

-bien.-imperio español lo soltó y siguieron su camino.

En el muelle estaban tres grandes barcos. El viento movía las velas y el cabello de más de un hombre que se encontraba ahí. El chico seguía un poco inquieto por la situación pero no podía hacer nada, tenía que ir. El quería ir, pero estaba seguro que su padre no solo iba a recolectar minerales. El chico se subió al barco cuando ya todo estaba listo.

-¿listo españa?-abrazo por el hombro a su progenitor.

-listo...-los barcos se empezaron a mover. Iba a ser un viaje largo, posiblemente tres meses en aquel barco oliendo la suciedad de los demás sujetos. Imperio español hablaba de las cosas que habían visto exploradores anteriores a su hijo.

-¿Hay personas?-pregunto españa con inquietud.

-claro hijo, se ve un lugar grande, obviamente hay personas.-dijo despreocupado.

-...¿y como son?

-son salvajes, no te les acerques. Los exploradores que llegaron fueron atacados, uno de ellos murió por una flecha.

-¿Flecha? ¿Son una tribu?

-si, una muy grande.

España ahora sabía que su padre no iba solo por minerales y a irse.

-¡TIERRA A LA VISTA!-grito uno de los hombres desde lo más alto del barco con emoción. Todos veían expectantes la orilla del mar y con una gran felicidad empezaron a hacer todos los preparativos para zarpar. España estaba sorprendido, pero algo llamo su atención.

-personas.-dijo en voz alta viendo como unos hombres de piel morena veían más a los barcos que a ellos, muchos se veían entre si con desconcierto y hablando, hasta que uno de ellos corrió hacia dentro del bosque.

-españa espera aquí.-imperio español bajo para intentar conversar con los nativos.-Mucho gusto, mi nombre es imperio español, yo y mi gente no venimos con intenciones de lastimaros.-al lado del imperio se encontraba un español traduciendo todo lo que dijo al maya para que la mujer con la que estaba hablando lo traduzca al náhuatl. Los demás nativos los seguían mirando con desconfianza.

-hay que ser muy gilipollas cómo para tragarse eso.

-¡Ay!, Jesucristo.-imperio español nunca noto la presencia de su hijo.-¿Que no te dije que te quedarás en el barco?

-¿Acaso me voy a quedar ahí todo lo que duremos aquí?-en eso se empezó a escuchar el ruido de hojas moviéndose. Eran hombres que portaban un físico ejercitado, tenían un taparrabo diferentes, más rígido y con piedras desconocidas, de sus hombros colgaba una clase de ¿collar? que llegaba a la mitad de sus pectorales, en sus manos tenían una arma de madera con algo negro que se veía afilado y con marcas en la madera que parecían antiguas y mágicas, también tenían colocadas en sus muñecas y tobillos unas clases de pulseras de cuero.