Capitulo 99: Gane este juego.

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El día cada vez se tornaba más y más gris, la lluvia no cesaba sin parar, sentir como el enorme sentimiento de nervios, decepción y confusión cargaban en la espalda de quien se viera afectado por las lágrimas de las nubes. Pronto se descubriría que a partir de ese momento ya no sería lo mismo.

Bola blanca: Bien, creo que con esto servirá.- El mercenario se había cambiado en el interior de la cabaña abandonada, esta vez le había puesto distintas mejoras a su traje las cuales aumentaban su defensa, su velocidad y ataque. La armadura tenía un diseño que te hacía recordar al antiguo mercenario que se asimilaba a una bola de billar de color negro, aquella en la que si metías en un hueco perdías automáticamente el juego...y por honor a ello, decidió terminar esto no sin el apoyo de su viejo hermano:

Bola blanca: Le agradezco a Skye que pudo conseguirme estas espadas a tiempo, si no no se que hubiera hecho

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Bola blanca: Le agradezco a Skye que pudo conseguirme estas espadas a tiempo, si no no se que hubiera hecho...- Bola blanca comenzó a correr en dirección a la calle más cercana para pedir un taxi y viajar hacia la dirección que Midas le había proporcionado para tener su último encuentro.

El lugar era atrás de Parque Placentero, en un bosque que parecía que su flora había sido afectada a causa de algo; la mayoría del pasto, las plantas, árboles y algunas flores fueron convertidos en oro puro. Un tronco que había sido derribado por alguien lentamente se tornaba del metal brillante, en el cual alguien estaba sentado encima de él analizando una flor marchita que también se iba convirtiendo en un simple adorno cada vez que la analizaba.
Midas: Odio arrancarle la vida a las demás personas, pero no hay otra forma para salvar a este mundo...
Midas: Me preguntó si llegarás...o huirás sabiendo lo que te espera.
Bola blanca: Al menos yo si soy hombre y encaro a quien tenga que enfrentar, jefe.
Midas: Llegaste Bola blanca, me alegra tenerte aquí.
Bola blanca: Por tu expresión dudo que estés realmente feliz.
Midas: Claro que lo estoy, solo que no necesitas verlo.
Bola blanca: Bueno, ¿para que querías verme?
Midas: Escúchame, quiero hablar contigo sobre qué método tomaremos para utilizar la energía que yace en el interior de tu cuerpo. Quiero escucharte decir algunas opciones ya que no quiero que esto termine mal.
Bola blanca: Si me quitas esto, de todas formas moriré, ¿no es así?
Midas: La energía no es más que un estorbo que está acabando contigo realmente, se me hace un acto cobarde tomar tu vida también por lo que por eso te estoy pidiendo soluciones.
Bola blanca: ¿Que hay de ti? ¿Tienes una idea?
Midas: La tengo, pero lo más probable es que no te guste.
Bola blanca: Ya no se tus verdaderas intenciones, pero si vas a tomar mi vida...- Bola blanca desenfundó ambas espadas de su espalda y con una de ellas apuntó hacia el agente, quien lo veía con incredulidad y con extrema seriedad-. No lo harás hasta que me des un último combate.
Midas: Puedes matarme, y así dejar que el mundo se pudra o sea salvado por alguien más ya que yo no merezco tomar tu vida.
Midas: Si pierdo...acabas conmigo, y si tú pierdes...acabo contigo.
Bola blanca: ...
...
Bola blanca: No quiero hacer esto Midas.
Midas: Será sencillo para uno, será doloroso para el otro...me dolerá esto más a ti que a mi.

Midas x Olvido ("El oro se derrite por ti...") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora