Esa semana había sido un torbellino de emociones y dolor para Rukia, comenzando con los celos asesinos que la invadían cada vez que las burbujas hablaban de Ichigo y terminando con el período doloroso que tuvo ese mes.
La reina había estado completamente pendiente de las fechas de su periodo, y cuando este no llegó en los días que debía llegar, la envió con la doctora y la hicieron beber otro té que sabía igual de horrible que el que bebió en aquella reunión. Rukia comprendió en ese momento que la reina sabía quien era Kon y por eso la había hecho beber aquél té.
Aquellos días habían sido aterradores y tenía miedo de morir desangrada pero afortunadamente eso no sucedió, la doctora la atendió y detuvo el sangrado pero tuvo que reponer la sangre que había perdido y estaba a dieta de remolacha e hígado. Comer eso era tan aterrador como el sangrado.
— Las Deidades me están castigando. — Se quejó con Orihime cuando tuvo que comer remolacha hervida por tercer día para desayunar. — Si sigo comiendo remolacha y el hígado vomitaré.
— Quizás en el almuerzo puedas comer algo diferente. — Susurró Orihime esperanzada, pero Rukia tenía la sensación de que la harían comer remolacha e hígado por más días.
Rukia suspiró resignada y siguió desayunando tratando de no prestar atención a las burbujas que esperaban que uno de los dos príncipes estuviera presente cuando ellas fueran a servir a la reina. No sabía qué le molestaba más: que estaban hablando de Ichigo o que estaban tristes porque ella no se desangró hasta morir.
La reina aun estaba molesta con ella por haber golpeado a Ichigo en medio del baile, así que cuando Rukia intentaba pedirle permiso a la reina para tener una reunión formal con Ichigo, como la pareja de prometidos que se suponía que eran, la reina simplemente se lo negaba y alegaba que él estaba demasiado ocupado.
También se habían acabado sus libertades porque cuando su castigo terminó, se le asignó una doncella privada que iba con ella a todos lados. No importaba a dónde fuera, la bendita doncella iba con ella como una sombra y aquello era realmente tedioso porque no podía esperar o emboscar a Ichigo para que hablaran.
Él no le había hablado desde aquella tarde que Kaien la besó. Cada vez que pensaba en eso se sentía como una tonta, ella no podía controlar lo que los demás pensaran, pero en ese momento ella no quería que Ichigo pensara mal de ella. Él la había estado buscando y ella había permitido ese acercamiento de Kaien.
"Quizás cree que sientes algo por el príncipe Kaien. El príncipe Kaien ya le quitó el trono, así que quizás el príncipe Ichigo cree que el príncipe Kaien te está alejando de él. ¿Le dijiste algo que lo pudiera haber hecho enojar? Además del golpe en la fiesta. Tal vez está celoso". Comentó Orihime un día.
Celoso y enojado, pero no por eso debía ignorarla así. Eso era infantil. Ichigo no podía estar siempre tan ocupado.
En la tarde, Senna entró gritando de emoción al cuarto de las damas. Ella era la que había estado sirviendo a la reina ese día así que Rukia supuso que debía ser algo bueno, o al menos bueno para Senna y sus amigas.
— La reina me dijo que no volviera a su habitación después del almuerzo, me dijo que me arreglara y...
Rukia dejó de escuchar cuando Senna empezó a decir que probablemente era porque un príncipe iba a enviar una invitación. El único príncipe que podía pedir Inamorata era Kaien porque Ichigo estaba comprometido con ella, así que aquello simplemente no le importó demasiado. Tal vez Kaien pidiera a Nelliel, porque parecía que ellos se llevaban bien o esa impresión le dio cuando los vio hablando una tarde entre susurros en un jardín.
Un par de horas después, la Kahya entró en la habitación acompañada por un par de sirvientes que sostenían una pequeña caja en sus manos y aquello llamó la atención de todas ahí. Las burbujas se acercaron tanto como la Kahya se los permitió, Nelliel avanzó con paso lento e indiferente, Orihime se retorció las manos de los nervios y Rukia tuvo que tomarla de las manos para que se relajara un poco.
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El Ruiseñor || IchiRuki FF
FanfictionIchigo regresa al reino después de completar su educación en el reino de su madre, se supone que él es el heredero, se supone que todo está bien y se supone que nada va a cambiar. Se supone. Ichigo ha aprendido, de una manera cruel, que su padre no...