Capítulo 4

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Después de una semana de actividad sexual reproductiva, cabe destacar, porque NamJoon no lo dejó salir de la habitación que compartieron hasta cumplir con su objetivo de dejarlo preñado, para SeokJin no era atractivo estar de nueva cuenta sentado ...

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Después de una semana de actividad sexual reproductiva, cabe destacar, porque NamJoon no lo dejó salir de la habitación que compartieron hasta cumplir con su objetivo de dejarlo preñado, para SeokJin no era atractivo estar de nueva cuenta sentado en la silla de rectoría con el director Beta, explicando la rotunda mala actitud de su esposo en la última semana.
 
En primer lugar y no menos importante, le dolía el culo, segundo; no estaba de humor, más que nada por la sencilla razón de que el director decidió llamarlo ese día cuando descansaba en la comodidad de su hogar mientras pasaba la agonía de estar lejos de su esposo.
 
Quería mimos y ser consentido por su pareja, pero daba la casualidad de que NamJoon ya no podía perder otra semana más aparte del período en el que fue su celo, por lo mismo de que faltaba poco para la graduación. Luego del celo del pelinegro, su Omega León anhelaba con necesidad la compañía de su esposo, pero al no tener la oportunidad de pasar mucho tiempo juntos, SeokJin había estado con una actitud bastante cuestionable, por esa razón dejó de asistir a su empresa aquella semana, puesto que en menos de tres días había despedido a cuatro Omegas revoltosas que coqueteaban con NamJoon cada vez que tenían la oportunidad.
 
SeokJin no se consideraba celoso y menos posesivo, pero a raíz del celo del Alfa, ese hecho había cambiado, no sabía de dónde surgían esas ganas de arrasar con cualquier Omega que mirase con segundas intenciones a su esposo.
 
NamJoon lo reprendió por su mala actitud y odiaba cuándo él hacía eso, pues le parecía que él defendía y aceptaba el descarado coqueteo de los demás. SeokJin no lo toleraba aunque bien sabía que NamJoon no lo hacía por defender a los demás Omegas, sino más bien lo hacía por él, para no dar una mala imagen a la empresa.
 
Jung HoSeok, el Beta, aún seguía balbuceando cosas sin sentido a las cuales no les ponía ni la más mínima atención, no hasta que escucho cierta interrogante.
 
—¿Disculpe? —SeokJin parpadeó aturdido. No había pensado en esa posibilidad.
 
—¿Esta usted preñado? —HoSeok acomodó con elegancia sus lentes.
 
Para ser un hombre bastante mayor tenía su encanto.
 
SeokJin ladeo su cabeza mientras fruncía el ceño, ¿lo estaba?
 
—¿Por qué deduce eso? —cuestionó Kim, pensado el porque no lo había tomado en cuenta.
 
Bueno, no aún. La prueba de embarazo había dado negativo.
 
HoSeok pareció pensar en lo siguiente que diría, como director había visto muchos casos como autoridad del instituto, por eso relacionaba que la actitud de NamJoon ya la había visto con anterioridad.
 
—Los Alfas tienen la habilidad de saber cuando su esperma fecunda el óvulo del Omega a quien preñaran. Deduzco que el comportamiento del joven Kim se debe a ello, además de que ha tomando una postura instintivamente agresiva al permanecer lejos de usted —HoSeok suspiró—. El Alfa cuida a su Omega en estado y se vuelven más agresivos en ese tiempo porque su instinto protector se mantiene en la superficie, NamJoon acaba de salir de un reciente celo, por lo tanto, no es recomendable que esté en este momento en la institución si usted se encuentra en espera.
 
SeokJin parpadeó impasible, entre asombrado y curioso.
 
—Todos le temen señor Kim, nadie puede susurrar su nombre porque tendrán asegurada una golpiza por parte de NamJoon. Así que deduzco que su comportamiento se deriva de su estado, y ese lado protector del joven asusta, por eso sugiero que NamJoon termine su carrera en línea, los maestros estuvieron de acuerdo —el director Jung le dio una mirada a SeokJin de esas que en silencio suplicaban ayuda.
 
Entonces SeokJin comprendió que tenía que hacer algo con la actitud de NamJoon. Hasta él mismo siente su lazo tenso e incómodo.
 
—Bien, estoy de acuerdo. Mándeme todo a mi correo electrónico, yo personalmente me encargaré de que NamJoon cumpla con sus responsabilidades como alumno —dijo Lee, y con un asentimiento por parte del Beta, SeokJin se puso de pie dispuesto a irse.
 
El Beta realizó una respetuosa reverencia agradecido por la comprensión del hermoso Omega, a veces comprendía a NamJoon, si él fuese un Alfa también se aseguraría de partirle la cara a todo aquel que ofendiera o siquiera insinuase una indecente proposición a su pareja.
 
SeokJin era hermoso, un bello Omega deseado por muchos, por eso sabía la razón del porqué el Alfa moreno era posesivo y celoso.
 
Kim amaba al Omega y no permitiría que nadie se lo quitase.
 
—Agradezco su tiempo, señor Lee —asintiendo SeokJin se retiró.
 
Una vez estuvo en la puerta, miró hacia la dirección donde el pelinegro estaba sentado con la cabeza baja, pero cuando sintió el aroma de SeokJin, se levantó para ir a su encuentro. SeokJin fue tomado de sorpresa cuando NamJoon se arrodilló enfrente suyo para esconder su rostro en su abdomen.
 
—Hyung —ese fue NamJoon manipulándolo. Por supuesto que si, SeokJin era consiente de que su esposo solo lo llamaba así para salirse con la suya—. Hyung, no creas todo lo que ese Beta malvado te dijo, no quiero volver a dormir sin ti, te prohibido tomar esa despiadada decisión.
 
SeokJin se rió al recordar la última vez que castigó al Alfa por un mal comportamiento que tuvo, Kim tuvo que dormir esa misma noche en el sofá para que aprendiera a comportarse.
 
Era consciente de que a su esposo aún le faltaba madurar, su juventud era fresca como la del rocío que bañaba por las mañanas las flores, por eso no era tan cruel al disciplinarlo, o eso pensaba SeokJin porque hasta él sufría al castigarlo.
 
—¿Qué haré contigo, Alfa mío? —murmuró el Omega, mientras acariciaba con delicadeza el cabello pelinegro de su esposo.
 
Una inesperada sensación de deseo y anhelo le llegó de improvisto al cuerpo a través de su lazo, NamJoon disfrutaba de escuchar cuando lo reclamaba como suyo, le gustaba que palabras como esas salieran de su boca, por poco olvida que con cualquier palabra o movimiento indecente NamJoon reaccionaba, era como si tuviera un botón automático para ponerse cachondo en segundos.
 
La lujuria de su esposo era sorprendente.
 
A SeokJin se le escapó un gemido de la boca cuando NamJoon le apretó las caderas y dejó salir sus fuertes feromonas para marcarlo, una sutil porción de lubricante manchó la ropa interior de SeokJin y este mismo maldijo en voz baja.
 
Joder, que no era el momento.
 
—NamJoonie, no —SeokJin apartó ruborizado las grandes y fuertes manos del Alfa de sus glúteos. No era de extrañar que Kim buscara la originalidad de su lubricante.
 
NamJoon levantó la mirada de su abdomen para conectarla con la de SeokJin y este mismo jadeo por el dominante deseo que miró en ellos.
 
Su esposo se caracterizaba por ser un joven dominante y controlador, tenía un poder de mando tan fuerte que ejercía influencia en presencia de algún Alfa, Beta u Omega.
 
Expresaba una postura instintivamente territorial y posesiva para su edad.
 
NamJoon no era irrespetuoso o indisciplinado. La gran mayoría del tiempo estaba controlado, mostrando un dominio inquebrantable, pero sólo bastaba un pequeño detonante para hacerlo salir de su zona de confort, ya sea para expresar una postura territorial ante un Alfa o para expresar su anhelo por su Omega. SeokJin descubrió tantas veces que desatar a la bestia traía consecuencias, como por ejemplo: él de rodillas en la cama y con su agujero expuesto para recibir el nudo de su Alfa.
 
—Hyung —NamJoon lo llamó, sí, ese chico inofensivo que era un hijo de perra buenísimo en la cama.
 
¿Ya había mencionado que Kim gozaba de manipularlo?
 
El castaño sabía que era lo que el Alfa pedía justo en ese momento y estuvo a punto de aceptar, claro ¿cómo negarse a tan majestuoso encanto de hombre? NamJoon era su maldita debilidad, su talón de Aquiles. Nunca le decía que no, así que permitiría que lo jodiera contra el lavamanos de los baños en ese recinto otra vez si así lo deseaba. Y lo hubieran hecho, sino fuera porque un compañero de Kim intervino.
NamJoon le puso atención al chico mientras se ponía de pie, aún con sus exquisitas feromonas de excitación rodeándolo, su esposo era una completa tentación para los omegas sin marcar, como por ejemplo; para el chico que ahora mismo conversaba con NamJoon con mucha familiaridad.
 
SeokJin frunció el ceño.
 
—¿TaeHyung? —el Alfa arqueo una de sus pobladas cejas interrogativo y observó analítico a su compañero.
 
El nombrado comprendió de inmediato la indirecta, por lo cual pasó a explicar el motivo de su presencia, NamJoon de pronto recordó que ambos fueron seleccionados para realizar un trabajo juntos.
 
—¿Entonces podemos reunirnos? —preguntó TaeHyung.
 
SeokJin irritado dejaba salir sus feromonas en su estado inconforme al ver lo demasiado cerca que estaba el sujeto de su NamJoonie.
 
—Uhm… —NamJoon lo pensó. La verdad no creía que fuera una buena idea debido a su condición crispada y a la defensiva— Sería mejor si yo te mando mi parte por correo.
 
TaeHyung asintió, observó con atención la cicatriz en la barbilla del Alfa y levantó la mano para tocarlo ahí con curiosidad.
 
—¿Qué te sucedió ahí? —cuestionó acariciando la vieja cicatriz.
 
Fue entonces que un fuerte gruñido se escuchó detrás de Kim, todo pasó tan rápido que si no hubiera sido por la rapidez de NamJoon al sostener a su esposo inmediatamente, SeokJin se hubiera tirado encima de Taehyung para lastimarlo.
 
NamJoon lo sostuvo con firmeza de la cintura mientras Lee gruñía para soltarse, TaeHyung retrocedió asustado y sorprendido al observar al compañero de Kim alterado, por un momento había pasado por alto su presencia.
 
—¡Detente SeokJin! —NamJoon lo reprendió cuando no tuvo la paciencia de controlarlo.
 
SeokJin se molestó y vio el comportamiento de Kim como uno de traición, el Alfa nunca le había gritado y menos por defender a un Omega atrevido.
 
Sus emociones se alteraron, quiso destrozar algo, se sintió triste e impotente, si NamJoon se molestaba porque tuviera contacto con otros Alfas, ¿por qué él no podía estarlo cuando otros intentaban seducirlo?
 
Era injusto. Su orgullo estaba lastimado.
 
SeokJin tiró de los brazos de NamJoon, safándose de su agarre, NamJoon no era ningún rival para SeokJin. Un macho Omega León era respetado porque podía doblegar a cualquier jerarquía cuando se encontraba molesto, y SeokJin lo estaba.
 
NamJoon sorprendido miró a SeokJin y solo se encogió de hombros cuando el Omega le dio una mirada dura.
 
—¿SeokJin?... —NamJoon intentó tomarlo del brazo una vez le dio la espalda, pero el Omega lo retiró de inmediato de un tirón.
 
—No me dirijas la puta palabra, Kim —dijo, sin dedicarle una sola mirada al Alfa, siguió su camino y dejó a NamJoon donde estaba.
 
¿Pero que carajo?
 

 ¿Pero que carajo? 

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Esposo Joven [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora