Mi novio es el Rey

17. A darle

Austin.

Estuve el día que me quedaba con ella, vimos varias de las películas de hice durante mis buenos años, pero antes de la noche la despedida volvió a llegar como la primera vez que me fui a grabar. Solo que esta vez nuestra conexión era más fuerte que la última vez.

Estábamos acostados en el suelo, sobre unas mantas, viendo como el sol empezaba a ocultarse, —¿Qué será primero?—pregunto recostada en mi pecho.

—¿De que hablas?—pregunte aun viendo el cielo.

—Todo el itinerario.

—Bueno, una función especial en Graceland, Nueva York, Phoenix, Londres, Tokio, y terminaremos en LA en el teatro en donde la película oficialmente estará en los cines—respondí pasando mi mano por su espalda.

—¿y después?

—Varias entrevistas, fotografías, fotos para las revistas...—de solo pensar en cuanto tiempo volvería a estar lejos de ella me hacia quererla amarrar y llevármela conmigo, pero respetaba su decisión. —Y después de ello, volver a la normalidad.

—Jamás serás normal otra vez, eres Austin Butler, quien le dio vida a Elvis Presley—se levanto para verme a la cara, —durante un largo tiempo la prensa estará detrás de ti y lo que hagas.

—Quizás. O quizás no—acaricie su rostro, estaba a nada de volver a besarla cuando el teléfono sonó, pero estaba vez no quería ni levantarme, no iba a dejar a la pelinegra.

Había una enorme paz, completamente ¡enorme!

—Austin—me llamo.

—Mmm—respondí.

Y se quedó todo en silencio.

—I will always love you

—¡¿Qué?!—casi la aviento cuando me senté de golpe.

Tomo mi rostro entre sus manos y lo repitió, —I will always love you.

Las cortinas de abrieron de golpe dejando entrar el sol, —¡BUENOS DÍAS, AUSTIN!—medio supe quien estaba en mi habitación.

Me senté en la cama y tallé mis ojos para acostumbrarme a la luz, —Buenos días, Olivia—respondí.

—¿No dormiste?—se sentó frente a mí, solo la mire con una ceja arqueada, llevaba un conjunto deportivo, con su cabello aparentemente recién peinado, —volviste a soñar con ella, ¿no es así?

Asentí, —No dejo de pensar que la hubiera convencido en venir conmigo, estar juntos en estas ocasiones...

Olivia puso su mano en mi rostro, era como la mejor amiga que nunca había tenido, estaba conmigo cuando más necesitaba desahogarme o cuando necesitaba una sonrisa.

—Tranquilo, cada uno ya tenía su vida desde antes de conocerse y por lo que me has contado, le costo subir a donde ahora esta. Estará bien, y tú estarás un tanto más concentrado en las cosas que tenemos.

—Tienes razón—respondí, —ahora, ¿Por qué me despertaste?

—¡Siempre, querido!—paso su mano por su cabello, agitándolo. —¡Cierto!, tenemos que irnos, ¿recuerdas?, las fotos para Vogue son esta misma tarde, y tenemos la función en Graceland—recordó, —prepárate, que estas semanas serán bastante ajetreadas y te recomiendo tener, aunque sea dos minutos para escribirle o llamarle, para que sepa que estar bien—salió del cuarto con la puerta cerrándose detrás de ella.

—¡A darle!

(reproduzcan la canción que esta en multimedia para que sea más chida la experiencia)