Déjenme contarles una historia, pero no una cualquiera,si no una que se sitúa en las más calorosas y peligrosas arenas del desierto, donde en un descuido, puedes perderte, entre todo aquel lugar un reino había, donde el sultán era muy bien respetado...
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La arena se dispersó, dejándoles nuevamente en esa cueva junto a esos cuerpos, Chuya tenía una mirada apagada y no se movía, Dazai estaba igual, minutos después el castaño suspiro y se acercó al cuerpo del Chuya original acariciando su mejilla.
— ¿Cómo es que el cuerpo está bien conservado?
—No lo sé... Y no me importa, ese ya no es mi cuerpo.
— ¿Que harás?
—No sé de qué hablas.
— ¿Volverás conmigo o te quedarás como el ladrón de cabellera roja?
—Siempre he sido ese ladrón no hay diferencia, amo ayudar a las personas necesitadas y maltratadas, es mi deber...
—Hablo de lo que tú quieres, no de que es tu deber.
—Te prometí ayudarte a acabar con la corrupción del palacio, así que me quedaré a tu lado, pero eso no indica que no te siga odiando, por lo que hiciste, yo no soy ese joven que conociste, yo no perdono fácilmente, y mucho menos cuando han roto algo en mí.
—Entiendo, es justo, ¿Algo más?
—No me toques, ni me hables más de lo necesario.
—Si eso quieres...
Chuya le miro de arriba abajo y salió de la cueva, Dazai solo le miro irse y volver a ver aquel cuerpo, de su sombra comenzó a formarse una persona muy bien conocida.
— ¿Sabías de eso?
—Sabía algo, sí.
—Gogol... —Hablo con seriedad.
—Me enteré hace unos días, a decir verdad, tienes a uno de sus tesoros que más esperas.
—No lo usaré...
—Si no te hubieras vuelto a enamorar no te importaría.
—No es eso.
— ¿Entonces qué cambio?
—Él no me escuchará además, nada me asegura que el de verdad me ayude.
—Si no lo dices no lo sabrás.
— ¿Cómo sabías que él estaría aquí?
—Alguien por ahí me lo dijo —sonrió ampliamente.
— ¿Kouyou sabe que él es su hijo?
—Lo sospecha, después de todo se parece a su amado.
—Ciertamente Chuya se parece a él.
— ¿Algo más que necesites?
Dazai le miro unos momentos y suspiro yendo a la salida, no son antes hablar por última vez con el bufón.
