Le dedico una última sonrisa a Dylan, antes de cerrar la puerta.
Al instante siento una angustia molesta en el pecho. Siempre me pasa lo mismo, la tristeza vuelve cuando se va y no desaparece hasta que vuelve.
Y me da miedo, porque sé que eso no es bueno.
(...)
Giro otra vez en la cama. Otra vez, no puedo dormir. ¿Que raro en mi, verdad?
Le doy vueltas a todo. Pienso en ese te quiero que me dijo esta mañana Dylan, y en lo bien que me hizo sentir.
Pienso en lo mal que me siento cada vez que no estoy con él. Y en lo bien que me siento cuando si lo estoy.
Pienso en las tostadas de esta mañana y en lo que Dylan dijo. Tiene razón. Yo siempre estoy "enfada" y hasta que no llega él no consigo sonreír. Y eso no está bien.
Y lo peor es que todo esto que siento tiene nombre; dependencia emocional.
(...)
Abro la puerta, encontrando a Dylan tras esta.
Sonrío como puedo y le pido que pase.
La decisión ya está tomada.
Suspiro y guío a Dylan hasta el sofá. Me siento junto a él y lo miro sin saber cómo empezar.
¿Qué le digo? ¿Cómo se lo digo?
Siento un dolor insoportable en el pecho porque no sé cómo se lo voy a decir pero tengo bastante claro lo que le voy a decir.
—Dylan.
—Grace. —bromea.
Cierro los ojos y me paso una mano por la cara, frustrada porque ni siquiera he empezado a hablar y ya quiero llorar.
—Hey, ¿Qué pasa? —abro los ojos para encontrarme con la mirada preocupada de Dylan.
—No voy a ir más a nuestras clases de surf.
—¿Qué? ¿por qué?
Me encojo de hombros.
—Ya no quiero.
—Bueno, vale. —suspira. —Me habías asustado, pensaba que era algo peor.
—Y quiero que dejemos de vernos.
Me mira sin entender nada.
—No quiero seguir... Con esto.
—¿Estas cortando conmigo?
—Eso creo. —digo, en un suspiro tembloroso.
—No... No entiendo... ¿Qué he hecho...?
—No. —suelto apresuradamente, agarrandolo de la cara para que me mire directamente a los ojos. —Tú no has hecho nada malo, soy yo que no estoy lista para esto que tenemos.
—Ya, pero yo te voy a ayudar a recu...
—Deja de decir eso, Dylan. No puedes, me he dado cuenta de que la única que puede soy yo.
—Pero...
—Dejame explicarte, lo que pasa es que he mejorado... Pero solo cuando estoy contigo.
Él pestañea, entendiendo.
—Cuando tú te vas todo vuelve, Dylan. Todo el dolor... Vuelve.
—Pues entonces no me voy a ir nunca...
—No... Así no es como se arreglan las cosas, Dylan. Tú... Tú solo aléjate de mi, por favor.
—No puedo.
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BAILANDO SOBRE EL MAR ✔️
Romance«Fue como una ola arrasadora; me dejó tirada en la orilla y sin bañador» «Si esto es acto del destino... que alguien me dé su dirección para ir a cagarme en sus muertos» (...) Grace se va a pasar el verano con su hermano mayor en un intento desespe...