Inuyasha llego y se acostó en el sofá de la sala suspirando cansado, tanto pensar en que hacer lo dejaba en la misma situación y con jaqueca.
- ¿Te llamo o no mi princesa misteriosa? - se pregunto en un susurro, miro la hora en su teléfono marcaba 11:30 pm por lo que sonrió.
La azabache estaba pensativa en su cama mirando el anuncio del periódico y fantaseando.
- ¿ Seras tan bueno? - musito para si pasando su mano por las letras como acariciándolo, agarro su teléfono y marco nuevamente el numero, tenia puesto su dedo sobre el botón discar mientras se daba ánimos para agarrar coraje.
- ¿Que le diré? ¿Cuanto cobras por darme un orgasmo? pensó Kagome.
Suspiro como ya se le hacia costumbre, cuando iba a bajar su teléfono sobre la mesita de noche este sonó y por el susto ella lo lanzo contra la cama, se acerco lentamente y miro el numero que la llamaba.
- ¡Kami es el! - musito feliz Kagome. - agarro el teléfono en las manos, pero no tenia el coraje para contestar.
Escucho el sonido de un mensaje, por lo que abrió apresurada.
"Atiéndeme princesa, sera la ultima vez que lo intente, si no contestas me olvidare para siempre de tu dulce voz".
Sonó nuevamente Kagome sentía mucha vergüenza pero necesitaba escuchar su voz.
- Hola - pronuncio la azabache despacio.
- Hola princesa misteriosa - saludo Inuyasha con voz ronca - perdóname por como te trate cuando llamaste - pidió Inuyasha lentamente.
- Etto... no importa me había equivocado de numero - mintió.
- ¿Si?, yo me había hecho ilusiones que querías los 7 días con migo - ronroneo sensual logrando escalofríos en la azabache.
- En realidad esa noche lo había pensado, una amiga me mostró el anuncio y me dio curiosidad - agrego sonrojad.
- ¿Aun estas interesada? -pregunto concreta mente.
- Etto... lo siento pero no puedo - musito para luego soltar un suspiro cansado, si que le había sido difícil pronunciar esa frase.
- ¿Eres casada princesa? - pregunto sensual, Kagome se sentía mojada con tan solo hablar con el.
- No - contesto firme - no es eso, es solo que me parece algo malo pagar para que te den placer, discúlpame se que a eso te dedicas y no quiero que lo tomes a mal - explico rápidamente por lo que Inuyasha sonrió complacido.
- Te propongo un trato - comento Inuyasha.
- ¿Cual? - respondió impaciente, luego se reprendió por ello.
- No te lo diré por teléfono, veámonos y te lo diré personalmente - afirmo con una voz irresistible, la azabache mordió sus labio de puro deseo.
- ¿Kami que me pasa? - pensó.
- Esta bien, pero que sea en un lugar publico - pidió e Inuyasha soltó una carcajada que para Kagome fue lo más hermoso que había escuchado.
- Esta bien mañana a las 8 de la noche en el restaurante ramen express - solicito.
- Claro - aseguro Kagome.
- ¿Te paso a buscar princesa? - pregunto.
- No te preocupes conozco el local - aseguro.
- Me darías un regalo de buenas noches - pidió sensual.
- Lo que quieras - aseguro Kagome sin pesar bien el trasfondo de sus palabras.