Han pasado ya veinticinco años desde que terminó la Segunda Guerra Mágica, y desde ese día, todo cambió en mi vida.El día que morí, la muerte se presentó ante mí. Pensé que me llevaría al más allá, que al fin podría ver a mis padres, a Sirius, Remus, Tonks, Fred... a todas las personas que perdimos por esta maldita guerra. Pensé que al fin iba a descansar.
Pero nada fue como yo creía. Pensé que ella me ofrecería paz, pero no lo hizo. Solo "despertó" algo que siempre debió estar despierto: el maldito Gen-X, el rasgo genético que tienen algunas personas y que les permite desarrollar naturalmente poderes o habilidades sobrehumanas. A los humanos que poseen dicho Gen y lo activan, los denominan mutantes.
Todo cambió para mí. Los cambios que surgieron en mí me hicieron sentir como un niño otra vez. No entendía nada, ni cómo poder controlar este poder. Mis amigos me apoyaron en lo que pudieron; Hermione buscó en un montón de libros para tratar de entender mis capacidades.
El tiempo pasó y decidí viajar por el mundo. Tenía que conocer el verdadero mundo y, sobre todo, tenía que aprender a controlar mejor mis poderes. Conocí muchos lugares: Francia, Egipto, Roma, Grecia, Nueva York, Canadá, etc.
Mi estadía en Canadá fue la más interesante. Además de conocer a un señor llamado Charles Xavier, que me dio una charla bastante larga sobre los mutantes, pude conocerlo a él.
Nos conocimos de casualidad en un bar. Él estaba bebiendo un vaso de whisky mientras fumaba un tabaco, y yo estaba bebiendo vodka puro. Hablamos por una disputa estúpida, ya que él chocó conmigo y yo, estando borracho, empecé a pelear con él. Desde ese día, no podíamos vernos sin pelear. Una cosa llevó a la otra y terminamos teniendo sexo más de una vez
Al parecer, nuestras peleas se generaban por una tensión que no sabíamos que teníamos. El tiempo pasó y nos volvimos pareja, y con los años, matrimonio. No podíamos estar más felices; vivíamos juntos y disfrutábamos de la vida. Pero un día, todo eso se acabó.
2014 Nueva York, Xavier's School for Gifted Youngsters
Me encuentro frente a una imponente mansión neoclásica, la famosa Escuela de Xavier para Jóvenes Superdotados. La fachada es majestuosa, con columnas blancas que sostienen un pórtico amplio y elegante. Respiro hondo y cruzo la entrada principal, sintiendo una mezcla de curiosidad y nostalgia. Camino por el vestíbulo, admirando los detalles arquitectónicos y la atmósfera acogedora del lugar. Los suelos de mármol reflejan la luz que entra por los grandes ventanales, y las paredes están adornadas con retratos de antiguos estudiantes y profesores.
Al avanzar, llego a un enorme jardín donde adolescentes y niños corren y juegan. El terreno es vasto, con campos abiertos y bosques que se extienden hasta donde alcanza la vista. La risa y los gritos de los estudiantes llenan el aire, creando un ambiente vibrante y lleno de vida. Veo a algunos jóvenes practicando sus habilidades mutantes bajo la supervisión de instructores, mientras otros se relajan en grupos, disfrutando del sol.
Mi presencia no pasa desapercibida. Algunos estudiantes me miran disimuladamente, susurrando entre ellos. De la puerta principal emerge una mujer de cabello rojo y ojos verdes, acompañada por un hombre alto de cabello marrón y lentes de sol oscuros. Se acercan a mí con paso decidido.
De repente, siento una inmensa presión en mi mente, como si alguien intentara penetrar mis defensas mentales. Mi mirada se fija en la mujer, que frunce el ceño al notar mi resistencia. Levanto una ceja y sonrío ligeramente.
"¿Acaso Charles no te ha dicho que es de mala educación intentar leer la mente de las personas sin su permiso?" digo, con un tono de ligera reprimenda.
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Husband
FanfictionHarry nunca imaginó que volvería a encontrarse con su esposo después de tantos años. Sin embargo, descubrió que este reencuentro podía resultar muy gratificante.