CAPÍTULO 8

2.6K 268 75
                                    

🎶Twice-Little Dragon.
Pov Vosk.

Se abalanza contra mí, intentando llegar a los botones y así poder abrir las puertas del coche pero yo soy más rápido y la intercepto en medio camino, ella me mira y veo sus ojos.

-Estás muy ebria.

Se ríe y hace una seña de poquito con sus dedos, mirándome con esos hermosos ojos, tan curiosos y tiernos.

Mi pecho se comprime al verla así, saber que es mi culpa que este así de ebria.

El saber y recordar el dolor que yo vi en su miradano me ha dejado dormir, no me ha dejado de atormentar.

-Y tú eres un...un tonto, si, eres, eres...no sé qué diablos eres.

Me señala con el dedo índice con su una mueca de confusión cubriendo su rostro, que me hace sentir miserable.

La dejo de nuevo en el asiento del copiloto y le pongo el cinturón de seguridad, me pongo el mío y la miro de reojo, está jugando con una pulsera que trae en la mano.

-Sabes-se ríe-.Se suponía que yo iba a estar feliz.

Aprieto la mandíbula, prendo el coche y empiezo a manejar.

-Se supone...que tú...si tú, demonio helado...¿sabes que así te dicen?

La miro mientras su pequeña risa suena por todo el coche hasta que va despareciendo.

Yo manejo con cuidado pero la miro de reojo.

-O halcón, ¿lo sabias? Seguro que lo sabias, lo sabes todo.

Frunze un poco la nariz y se ve tan linda haciendo eso que quiero tomar su rostro y juntarlo con el mío.

-Eso...ese aspecto tuyo...bueno...todo tú me hacía, como es la palabra-se ríe de nuevo-.Soy...yo...sí...yo soy una...escritora y se me olvido la palabra.

La miro de reojo y veo como se pone un dedo sobre los labios intentando recordar la palabra.

-Hizo...¡puf!

Me mira con el ceño fruncido.

-¿Qué...qué te estaba diciendo?

-Que te sentías...

-¡Ah sí, sí! Me sentía...muuuuuy orgullosa de ser tu noviaaaa.

Me señala con el dedo haciendo círculos en el aire y niega con la cabeza.

La miro con sorpresa.

¿Se sentía así de mí?

-Sip, yo de ti.

Me pica el brazo con su dedo índice juguetonamente.

La miro de reojo esperando que me diga más.

-Peroooo, yo...no era naaada, un cero.

Hace un cero con su mano poniéndolo enfrente de su rostro.

No me gusta que hable así, no me gusta ver el dolor y la tristeza en sus facciones, en unas facciones que veía todo el tiempo que podía, que adoro, unas dulces y felices.

-Tengo...tengo sueño.

La volteo a ver y noto que tiene los ojos algo cerrados.

-No, Haler, no te duermas.

Ella niega, manejo con un poco más de rapidez, y muevo su pierna intentando que no se duerma.

Veo que estamos cerca de donde vivo, me abren el portón y acelero.

Estaciono el coche en la entrada, me bajo y abro la puerta de su lado.

-¿Haler?

Le tomo el rostro con mis manos y acaricio sus mejillas.

-Nooo.

Se queja pero abre los ojos y me mira.

Y extrañe tanto que me mirara, escuchar su voz.

Le quito el cinturón de seguridad y la cargo en mis brazos.

Entramos a la casa y la dejo en un sofá de la sala.

-Tu, señorcito, no...tienes ningún der...

Vomita.

Tomo mi pañuelo y le limpio la boca con cuidado.

La tomo en brazos y la llevo a mi habitación, nos dirijo al baño y la dejo sentada en la orilla de la bañera.

Prendo la ducha y le quito la blusa.

-Nooo...tu...

-Necesito limpiarte.

Hace puchero pero no se resiste.

La dejo en ropa interior y la pongo bajo el chorro de agua fría.

Se queja y brinca mientras le paso el jabón.

-Y...ya..a.

Tiembla de pies a cabeza y tirita por el frio.

Apago la ducha y la seco con una toalla, le pongo una de mis camisas y le quito el bra mojando sin ver nada y hago lo mismo con sus pantis y le pongo un pantalón de pijama.

-Me dejas..te.

La miro a la cara y me siento el ser más maldito del planeta al ver cómo me mira, un poco más sobria.

Hay tanto en su mirada, que me hace no querer verla, me hace sentir depreciable.

-Todos...me dejan.

Murmura con tristeza y no puedo evitar mi impulso, la abrazo.

La atraigo a mi cuerpo y la mantengo pegada a mí, queriéndole transmitir que yo jamás la deje.

-Vamos a dormir.

-No...merezco nada...

Me tenso mientras la acuesto en la cama y la tapo con las cobijas.

Le acaricio el cabello mientras cierra los ojos.

-Yo no te deje, no cuando estoy obsesionado contigo.

S/A

Al parecer el alcohol puede hacernos algo reveladores y la obsesión puede perseguirnos hasta en nuestros sueños, pero que interesante velada.

PD: ¡Al fin un cap narrado por Vosk!

Nos leemos en el siguiente cap.

Cambio y fuera.

Derramaré TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora