𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖵𝖾𝗂𝗇𝗍𝗂𝗌𝖾𝗂𝗌. 𝗖𝗼𝗻𝗳𝗿𝗼𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻

Shoto Todoroki no era más que un adolescente de quince años, un joven quien durante lo largo de su vida no se vio enfocado en los aspectos personales que le concernían, y por defecto, era de descuidar sus relaciones más cercanas, incluyendo a su propia familia. Sólo por dar las cosas por sentado, sus interacciones se limitaban a la convivencia, el disfrute de la compañía de sus mayores y principalmente, de entrenamientos.

La priorización indudable entre todos sus deberes no era más que esa, el mejorar sus habilidades, su quirk y fuerza física, esta última debido a su condición de puente entre alfa y omega como género secundario. El cual afectaba claramente a nivel biológico y no solamente en cuanto a características aromáticas y de presencia.

Y él se mostraba ciegamente de acuerdo con la única realidad a la que se había visto sometido, al menos hasta el día en que a su vida llegaron dos polos opuestos con quienes sus vidas se encontraban entrecruzadas por los azares del destino. Con quienes por más de que tuvieran sus claras diferencias, disfrutaba sin dudar de su compañía y de aprender de estos los diferentes aspectos con los que se encontraba tan poco familiarizado.

Por esto mismo fue que se encontraba decidido, incluso sabiendo que la persona con quien se enfrentaba, por más de que verdaderamente no se viera afectada en ningún sentido de la palabra al ser ambos seres totalmente distintos, actuaría como si el encuentro de sus personas especiales fuera una de las más grandes calamidades de la humanidad.

Él sabía las respuestas que recibiría, sabía cómo actuaría, sabía perfectamente cómo se desarrollaría el encuentro. Y es por esto mismo, que había optado por hacerlo en ese momento y no más adelante, cuando quizás el único afectado no fuese solamente él.

Tenía que proteger finalmente a las dos personas a quienes su corazón y sentidos reclamaban. Es lo mínimo que se veía capaz de hacer.

—Por lo que veo haz avanzado estos meses con tu defensa y guardia, aunque continúas flaqueando al momento de atacar. No lograrás ser el número uno si cometes los mismos errores una y otra vez, Shoto. —Hablaba Enji, aquel era el fragmento final de un discurso el cual el menor había ignorado intencionalmente.

—Aizawa sensei dijo que estoy avanzando a un paso rápido —refutó, dirigiendo un bocado de tonkatsu a su boca—, incluso por más de que cometa errores de los que no me de cuenta aún, no significa que esté estancado con mi desarrollo. Por lo que en mi caso, sigo contando con el tiempo necesario para pulirme.

—Poseas o no el tiempo necesario, siempre debes tener una ventaja considerable sobre el resto —sentenció, dejando recaer su vista sobre el rostro de Shoto—, no solamente unos cuantos pasos, sino que deberías de estar dando tu segunda vuelta en la carrera. Finalmente no podrás ser el primero si es que sigues a la par de otros.

—Ser el mejor no implica solamente ser el que esté a la delantera, sino que también saber el ritmo en el cual mantenerte para llegar a la meta, finalmente si intentas dar todo desde un principio, al llegar al final, no tendrás fuerzas para siquiera mantenerte de pie.

—Una carrera no la gana el más constante, sino quien sea el corredor más rápido.

—Incluso el corredor más rápido tuvo que ser constante para lograr ser considerado.

—Dime, ¿te ha servido esa constancia dentro de la U.A? —Interrogó con un tono desafiante. Al advertir la postura que su descendencia tomaba.

—¿Y a ti ser el más rápido como héroe profesional? —Arremató, imitando la tonada y elevando la mirada para que su vista se centrara sobre los ojos apátita de su progenitor.

El intercambio pasivo agresivo de palabras se vio cortado en ese momento, manteniendo un intercambio de miradas tensas.

Ese particular día a Shoto no le importaba verse involucrado en un conflicto. No le interesaba mantener el perfil bajo.