Extra: SongNing Pt. Final

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Al día siguiente el fuego prácticamente se había extinguido, sólo algunas brazas seguían crepitando. Wen Ning se levantó fresco y renovado, su rostro con mejillas rosadas y piel brillante le dieron la bienvenida a un nuevo día, sólo que al sonreír sintió un ligero ardor en la parte izquierda de su labio inferior. Volteó a un lado y sólo pudo observar un cambio de ropa perfectamente doblado, así que se cambió y salió de la cueva.

Frente a él se encontraba Song ZiChen pulcro como siempre, viendo hacia el río.

—Buenos días joven maestro Song — saludó con monótona cortesía.

—Buen día A-Ning — respondió sin voltear —¿Cómo te encuentras, ya te sientes mejor?

—Sí, todo gracias a los cuidados del maestro Song.

El nombrado sintió la necesidad de voltear, lo hizo con lentitud y miró al chico frente a él, realmente se veía mucho mejor que el día de ayer cuando salieron de la posada. Aún estaba navegando en sus pensamientos cuando una gentil voz llamó su atención.

—¿Maestro Song, qué le sucedió? — preguntó Wen Ning curioso al ver las heridas marcadas en aquellos delgados labios que por el momento se encontraban algo hinchados y rojos.

—Oh, esto — presionó con cuidado sus dedos sobre las heridas —Fue un accidente que ocurrió cuando recogí leña.

—Ya veo, ¿y le duele?

—Un poco — curvó las esquinas de sus labios con suavidad —¿Y a ti te duele eso? — apuntó con discreción a la boca de joven aún manteniendo su ligera sonrisa, después de todo quería verificar que su pequeña venganza había sido efectiva.

—Sólo cuando abro mucho la boca, pero no recuerdo cómo me lastimé, sólo tengo memoria hasta que me quedé dormido, antes de que usted llegara — tocó su barbilla pensativo —¿Usted no sabe lo que me ocurrió o cómo me lastimé?

—¿No recuerdas absolutamente nada?

—No, creo que no, aunque si me esfuerzo en hacer algo de memoria, es posible que lo recuerde.

—Bien, entonces te lo dejo de tarea — caminó con dirección a un largo tronco para tomar asiento —Por ahora comamos algo, piensa en eso después.

*

Pasadas algunas horas, ambos continuaron con su viaje y lecciones de cultivación, le enseñó los primeros movimientos básicos de pelea, asi como la complicada teoría acerca del Dao y cómo funcionaba la energía, en pequeños momentos descansaban y simplemente se relajaban un poco para tomar aire fresco y meditar para sentirse en contacto con el ambiente que les rodeaba, todo esto era asombroso e interesante para el joven Wen que se deleitaba con cada lección que le era brindada por su maestro, estaba completamente seguro de que seguir a este hombre era la mejor decisión que había tomado y por supuesto que continuaría siguiéndolo hasta el fin de su vida.

Recordaba la primera vez que lo conoció, esa vez en los campos de cultivo que estaba siendo arrasado por la cruel guerra, desde ese día jamás fue capaz de olvidar su rostro. Desde que lo volvió a ver, un sentimiento había comenzado a germinar en su interior y "eso" iba creciendo más día con día, al verlo y escucharlo, a pesar de su altiva actitud que no le molestaba ni un poco, al contrario, le encantaba descifrar sus facciones por más complejas que fueran.

Luego de algunos días llegaron a un pequeño y tranquilo pueblo, decidieron tomar un descanso en la posada del lugar y relajarse para después continuar con su largo viaje. En esta ocasión pudieron descansar con mayor privacidad, ya que la posada tenía habitaciones individuales disponibles, al dejar su equipaje bajaron a cenar y estuvieron conversando un rato acerca de cosas cotidianas y las cosas interesantes que habían en el mercado, poco tiempo después se despidieron y cada uno se marchó a su habitación.

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