Aquel soldado de gran importancia para la milicia americana bajó de su Range Rover poniéndose sus gafas de aviador. Alto, moreno, atractivo, varonil, camino a través de las puertas principales del pentágono y mostro su identificación al guardia. Seguro de sí mismo y de su rango, no aceptaría que no le dejaran entrar. El Mayor Shane había solicitado su presencia para esa misma mañana, asegurándole que tenía un trabajo especial para él y que era extremadamente confidencial, el ejército contaba con su ayuda y ahí se encontraba, ansioso por saber de qué se trataba todo esto y por qué tanto secreteo.
Una vez dentro de la base de seguridad más importante del mundo, retiro las gafas de su cara y siguió caminando hasta encontrar a la recepcionista, quien no pudo evitar abrir los ojos hasta el tope ante tan perfecto espécimen.
-Vengo a ver al Mayor Shane –Se recostó en el mostrador haciendo un gesto con la cabeza a un par de soldados que pasaban por ahí reconociéndolo – Pertenezco a la reserva.
-Eh...- La chica se aclaró la garganta con nerviosismo –Nombre, por favor.
-Brian Davis.
***
-Entonces, ¿esto es sobre el Coronel Ducke? ¿Necesita mi ayuda? –Inquirió Brian mirando atónito al Mayor. Se encontraban en una sala privada del pentágono, siendo monitoreados por cámaras y con algunos guardias alrededor, que, aunque sus trabajos eran velar porque todo estuviera bien, no podían evitar tratar de escuchar en qué consistía su conversación. Ante ellos estaban dos ejemplos a seguir de la milicia: El Mayor Shane, quien había estado en tantas batallas que sería capaz de reírse de ellos si le contaran algunas de sus experiencias en las misiones y les diría que si eso los asombraba, entonces la milicia sería demasiado para ellos. Y ni hablar del Comandante Davis, que era especialmente conocido por su irreverencia y rebeldía, así como por su valentía, que lo habían llevado hasta donde se encontraba ahora, siendo uno de los más solicitados de la reserva militar estadounidense y no dejando que nadie pasara por encima de su autoridad.
-Lo es. El y su pelotón se encontraban en una misión en Irak y una base cercana a ellos fue bombardeada por los rusos, aunque no es seguro, un nuevo grupo de soldados se encuentran allá actualmente investigando –Brian asintió pensativo. La última vez que vio al Coronel había sido hace casi 5 años, después de que los enfrentamientos contra los rusos acabaron con un extraordinario plan diseñado por el mismo. Él había sido su mentor por dos años, cuando aún se estaba iniciando en la milicia, pero luego de los rusos, la comunicación se había vuelto escasa.
-Así que, en resumen, ¿Qué pinto yo en todo esto? –Entrelazo sus manos encima de la mesa, apoyándose en esta -¿Quieren que vaya a Irak a investigar o...?
-No, no, Brian. El encargo para ti es especial y de gran importancia – Aclaro el Mayor inclinándose para poder hablar en tu tono más bajo –El Coronel me llamo ese mismo día para solicitar una protección especial de la reserva, sonaba realmente angustiado...
-¿Protección especial? –Brian frunció el ceño, sin entender. Él era un Coronel, tenía uno de los rangos más altos del ejército y había acabado con los rusos una vez ¿Ahora necesitaba "Protección especial"?
-No para él, por supuesto –Negó Shane.
-¿Y para quién sino?
-Para su hija –Dijo, finalmente y Brian abrió sus ojos en asombro, para luego fruncir el ceño con molestia. ¿Era esto lo que él pensaba? ¿La acción estaba en Irak y a él lo pondrían de niñero? –El Coronel sabe que puede cuidarse a sí mismo, quiero decir, tiene experiencia en este tipo se cosas, su mayor preocupación es Helena, ella nunca ha pasado por algo así, y John cree que, en vista de que no pudieron asesinarlo durante el bombardeo en Irak, ahora podrían ir tras Helena y eso...eso lo destrozaría –suspiró el Mayor. El y John habían sido amigos durante casi treinta años, había conocido a Victoria y había estado presente en el nacimiento de su hija, así como él en el de las suyas. Sabia con exactitud cómo era el sentimiento –Y, siendo sincero, se cómo se siente. Tengo dos hijas y...
-No quisiera interrumpirlo, Coronel, pero me está confundiendo –Se quejó -¿Podría ir al punto?
-Necesito que cuides de su hija –Brian bufo y dejo caer sus manos –Solo serán unos meses, Brian. Hasta que las aguas se calmen o hasta que John sienta que su hija puede salir a la calle sin correr riesgos.
-¿Y ese es mi problema? –Pregunto toscamente –No me malinterprete, Mayor. Le tengo mucho aprecio al Coronel, él fue mí mentor por años pero, personalmente, prefiero estar en Irak, en las líneas de batalla, que de niñero.
-Brian, entiende que el Coronel exigió específicamente que fuera el mejor hombre de la reserva quien cuidara de su hija –Insistió no siendo del todo sincero respecto a las exigencias del Coronel, pero necesitaba que Brian aceptara –Y después de treinta años de servicio es lo menos que podemos hacer por él. Tú eres quien, en mi opinión, es el más capacitado para este trabajo y necesitamos que cuides de Helena. Solo una vez.
Helena. Bonito nombre. ¿Sería ella igual de bonita? ¿O tal vez sería una mojigata? Había visto una foto de Victoria, la esposa fallecida del Coronel. Era hermosa. Había muerto en el parto de su hija debido a una enfermedad terminal. Por primera vez en todo el rato que tenía hablando con el Mayor, Brian pareció pensárselo. Tal vez no era tan malo, tal vez esto le trajera más beneficios con el ejército y tal vez tuviera la oportunidad de realizar una gran Azaña durante aquellos meses cuidando a Helena y aumentaran su rango. Siempre había una oportunidad de sacar provecho de aquello.
Brian suspiró y se inclinó en la mesa asintiendo levemente.
-De acuerdo. Acepto –dijo no del todo seguro. El Mayor no pudo ocultar su alegría y sonrió ampliamente. Lo había logrado – Pero solo por unos meses –advirtió señalándolo y este asintió levantando las manos pero con su sonrisa todavía plasmada en el rosto.
-Seguro –aceptó –Te divertirás, eso te lo aseguro. Conozco a Helena y es realmente hermosa –señaló y Brian se sorprendió ante su atrevimiento –Ay no te hagas el recatado Brian, te conozco y sé que eres un casanova.
Brian rio inevitablemente
-No lo niego, Mayor, pero es la hija del Coronel de quien estamos hablando –sonrió –Seguro es toda recatada, no debe ser fácil.
-Eso seguro, es hija de John después de todo, debe saber defenderse –suspiro –Bueno, ahora que aceptaste, debemos ponernos en movimiento. Llamare a John y veremos cuando puedes conocer a Helena, puedes retirarte si eso deseas.
Se levantó y estiro su mano para un apretón.
-Manténgame al tanto, Mayor –pidió.
-Seguro.
***
Brian salió del pentágono con la dirección y el número de teléfono de Helena anotados en un papel. Subió a su camioneta y se pasó una mano por el cabello, mañana se le vendría un lardo día por delante. Esta noche se supone que el Coronel le diría a Helena todo el plan y el pasaría mañana a recogerla, si todo salía bien, por supuesto. El Mayor le había comentado que ella era jodidamente testaruda, así que si se resistía todo sería más difícil.
Suspiro y salió del estacionamiento, con rumbo a su casa. Debía prepararse para lo que se le venia encima.
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Okk!! Holaa, bueno, esta historia es nueva y es completamente mia. Se que me he tardado muchiisisisismo en subir y no he actualizado desde hace ufff me desculpo, el liceo me tiene full pero ya voy a salir de vacaciones asi que actualizare mas seguido. Lo mismo pasa con This Beautiful Thing, la actualizare en estos dias ok. Para las pocas que leen alguna de mis historias mis disculpas por tardar tanto. So... Aqui esta el primer cap! Se viene y espero que lo disfruten!
Voten y comenten shi pls
Besos
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The Protector
Romance¿El? Un reservista militar, que se encontraba en descanso debido a la momentánea paz entre Estados Unidos y Rusia. ¿Ella? La única hija del importante coronel John Ducke. ¿Que sucede cuando un nuevo conflicto armado se forme entre Rusia y EEUU? ¿Qu...