Alicia Después De Las Maravillas

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Los soles de la mañana alumbraban el cielo lila común de infratierra en estos tiempos.

Después de descansar en el castillo de Corazones tras esa aventura al rescate de la Reina Roja, Yeveth, ahora los jóvenes irían tras la Reina Blanca para terminar con las desgracias que ah traído al país de las maravillas, se dirigieron hacia el mar de estrellas y universos, donde un enorme y elegante barco yacía a la vista.

-Que barco mas deslumbrante, muero de ganas de subirme en el -decía la pequeña Claire con iluminación en sus ojos.

Alicia se acercó al barco y lo tocó para inspeccionarlo.

-Buen material, parece perfecto para cruzar, pero, ¿Dónde está el capitán? -dijo Alicia.

Un apuesto joven recargado en el bote a un costado de Alicia apareció de pronto causando que ella diese un saltito hacia atrás poniéndose en guardia con su parasol.

-Tranquila muñeca, no quieres arruinar ese lindo lazo que tienes en la cabeza -dijo el joven con un atractivo tono- Si buscas al capitán, estás viéndolo frente a ti -sonrió.

El joven se acercó a Alicia tomando el parasol sin preocupaciones y le dió una sonrisa coqueta y ligera, causando un rubor en las mejillas de Alicia.

"Es atractivo pero no bajaré mi guardia ante esos encantos"

Pensaba Alicia.

-Necesitamos cruzar este mar para llegar al reino de Ajedrez, ¿qué necesitamos darte para que nos lleves? -dijo Alicia con su tono firme de siempre.

-¿Uhm?, ¿Qué te parece un delicado, lento y suave beso proveniente de tí? -dijo el joven poniendo su mano bajo el mentón de Alicia con una sonrisita.

Alicia se puso colorada y comenzó a ponerse nerviosa ante tal negocio, la oferta era tentadora para ella.

-Eh... ¡Por supuesto que no! -dijo volviendo a la normalidad- ¿Porqué besaría a un extraño?, si no puedes llevarnos entonces buscaremos otra manera de cruzar, ¡Ten un buen día! -dijo para darse media vuelta y tomar camino hacia otro lugar.

El Joven solo miraba con una sonrisa en su cara a Alicia, en lo que los demás solo observaban la Escena.

-¿Té parece si preparó una fiesta de té gratis? -mencionó el Sombrerero al Jovem, el cual volteó a verlo y le sonrió.

-Me disculparás, Roiya, no había visto que estabas aquí, tu amiga es interesante, ¿No es de por aquí, cierto? -dijo el Joven.

Alicia se detuvo y volteo a ver a ambos chicos quienes en realidad se conocen, pero claro, Roiya conoce a todo mundo, era de esperarse.

-A veces da miedo el hecho de que todos sepan quien eres je...-dijo el gato.

-Es normal, soy el sombrerero del país de las maravillas, todos conocen a la familia.

Con eso, todos abordaron el barco, el cual zarpó de inmediato, Roiya se dirigió a la cocina del barco para preparar la fiesta de té, los niños corrían por todo el lugar fascinados, el barco era enorme y lujoso, bastante caro a la vista, una fiesta de té parecía no ser suficiente para pagarlo, pero Roiya sus influencias tendrá.

Alicia se encontraba recorriendo los pasillos del lugar mirando por las ventanas el enorme y precioso océano que los rodeaba, subió las escaleras hacia afuera para tenee una mejor vista, otro barco cruzó al lado de ellos, en el iban a la vista cuatro jóvenes, dos chicas y dos chicos, quienes cruzaron miradas con Alicia, una chica elfa de cabello blanco con puntas rojizas le saludo con una enorme y alegre sonrisa desde el otro barco, Alicia solo se limitó a mirarlos, poco a poco el barco se perdió a lo lejos, era extraño, ese barco no se parecía en nada al barco en el que ella estaba parada navegando.